Los partidos insurgentes europeos bajo la lupa
Abarcan todo el abanico ideol¨®gico pero son euroesc¨¦pticos, simpatizan con Putin y prefieren las fronteras cerradas
El terremoto pol¨ªtico provocado por la decisi¨®n de los brit¨¢nicos de abandonar la Uni¨®n Europea, orquestada por el nacionalista UKIP, es una manifestaci¨®n de la fuerza que est¨¢n adquiriendo las fuerzas anti-establishment. En toda Europa, la ¨¦lite pol¨ªtica tradicional est¨¢ siendo cuestionada por nuevos partidos m¨¢s peque?os y ¨¢giles, tanto de izquierda como de derecha. Est¨¢n ganando representaci¨®n ¡ªactualmente suman 1.329 esca?os en 25 pa¨ªses¡ª y desempe?an alguna funci¨®n en los Gobiernos de ocho Estados miembros. Est¨¢n secuestrando la agenda pol¨ªtica y obligando a los partidos convencionales a adoptar sus posiciones. Su arma preferida es indudablemente el refer¨¦ndum, que se emplea para conseguir el respaldo popular a sus propuestas.
Es importante comprender qu¨¦ defienden estas nuevas fuerzas pol¨ªticas y lo que piensan realmente. El Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR) ha realizado primer estudio exhaustivo de estas formaciones secundarias, en el que identifica 45 partidos, analiza sus declaraciones p¨²blicas e incluye entrevistas a representantes de 41 de ellos. Hemos descubierto que, a pesar de que estos partidos que llamamos ¡°insurgentes¡± provienen de todo el espectro pol¨ªtico, desde la extrema izquierda a la extrema derecha, se pueden identificar algunas tendencias clave en sus opiniones sobre las relaciones internacionales, que pone en duda los principios b¨¢sicos del consenso europeo. Son por lo general esc¨¦pticos respecto a la UE, no ocultan su irritaci¨®n hacia Estados Unidos y simpatizan con la Rusia de Vlad¨ªmir Putin. Prefieren las fronteras cerradas, una inmigraci¨®n escasa y el proteccionismo mercantil. Sobre todo, desean ¡°devolverle el poder al pueblo¡± a trav¨¦s de una democracia directa.
Los referendos en Gran Breta?a sobre la UE y en Holanda sobre Ucrania podr¨ªan ser los primeros de una avalancha de consultas populares en Europa. La presente investigaci¨®n ha descubierto que los partidos secundarios de la UE tienen planes para promover votaciones sobre 34 asuntos que tendr¨ªan consecuencias directas para la Uni¨®n en los pr¨®ximos a?os.Estas formaciones insurgentes emplean los medios de comunicaci¨®n, la presi¨®n popular y los cargos pol¨ªticos que ocupan para forzar referendos nacionales sobre asuntos que antes estaban bajo el control de Gobiernos y funcionarios.
Los partidos no convencionales est¨¢n ganando esca?os en Gobiernos locales, regionales, nacionales y europeos, y cuestiando las posiciones de la clase dirigente sobre c¨®mo se debe legislar. En Italia, el Movimiento 5 Estrellas acaba de ganar las elecciones municipales en Roma.
Estas formaciones ponen en duda las posturas de la clase dirigente sobre c¨®mo se debe de gobernar
Estas formaciones se apoyan en las transformaciones en el clima pol¨ªtico. La pol¨ªtica exterior en particular ya no es un juego de ¨¦lites, dirigido en la sombra por peque?as camarillas de pol¨ªticos y diplom¨¢ticos. En la campa?a previa al refer¨¦ndum sobre la permanencia en la UE de Gran Breta?a, los discursos de David Cameron y Tony Blair sobre los riesgos para la seguridad brit¨¢nica y el impacto global que supondr¨ªa dejar la Uni¨®n cayeron en o¨ªdos sordos. A la gente le importa poco tener un asiento en la mesa internacional si las consecuencias a un nivel local y nacional no se explican claramente. Al mismo tiempo, el desarrollo de las redes digitales facilita que el p¨²blico exija a los pol¨ªticos una rendici¨®n de cuentas respecto a tratados de alto nivel como la Asociaci¨®n Transatl¨¢ntica de Comercio e Inversi¨®n (TTIP) ¡ªacuerdo comercial entre la UE y EE UU¡ª o el pacto entre la UE y Turqu¨ªa para gestionar el tr¨¢nsito de refugiados. Este informe sobre los partidos insurgentes se basa en entrevistas con esas formaciones pol¨ªticas y en el an¨¢lisis de nuestra red de investigadores en los 28 Estados miembros de la UE con el objetivo de conocer las implicaciones para la toma de decisiones europeas a lo largo de los pr¨®ximos a?os.
?Qui¨¦nes son las voces 'anti-establishment'?
Este estudio analiza voces ajenas al establishment pol¨ªtico convencional que est¨¢n influyendo y dando forma a las actuales pol¨ªticas exteriores en la UE. En cada Estado miembro se han seleccionado los grupos no convencionales m¨¢s influyentes; en algunos pa¨ªses como Eslovaquia o la Rep¨²blica Checa, donde existen muchos partidos de esta ¨ªndole, se ha hecho una criba. El ¨²nico Estado miembro donde no se ha hallado un partido relevante de esta naturaleza es Luxemburgo.
Las formaciones incluidas pertenecen a izquierda y derecha; el rango va desde el Partido Comunista Franc¨¦s (PFC) y el socialista Die Linke (La Izquierda) en Alemania hasta los grupos de extrema derecha como Aurora Dorada en Grecia, la Liga Norte en Italia y el Movimiento por una Hungr¨ªa Mejor (Jobbik). Algunos desaf¨ªan a la clase dirigente desde la barrera y otros ¡ªcomo Ley y Justicia en Polonia, o Syriza y los Griegos Independientes en Grecia¡ª forman parte de Gobiernos de coalici¨®n. Aunque por lo general todos los partidos insurgentes se muestran esc¨¦pticos ante la UE en su estado actual, sus posturas var¨ªan mucho: desde el Frente Nacional franc¨¦s o el UKIP brit¨¢nico ¡ªque fue fundado con el objetivo de sacar al Reino Unido de la UE¡ª hasta el Bloque de Izquierda portugu¨¦s y el espa?ol Podemos, que abogan por reformas dentro de la UE.
Existe una sensaci¨®n, com¨²n a casi todas estas formaciones, sobre la necesidad de ¡°redemocratizar¡± el proceso legislativo a nivel nacional y europeo, y a menudo se pone a Suiza como ejemplo. Todos consideran que su papel es decir la verdad y cuestionar a las ¨¦lites en nombre del pueblo. La formaci¨®n m¨¢s reciente, la Alianza para el Progreso y el Resurgir (ALFA), se cre¨® en Alemania en julio de 2015 como una escisi¨®n del partido antiinmigraci¨®n Alternativa para Alemania (AfD), mientras que el m¨¢s antiguo, el Sinn F¨¦in irland¨¦s, se fund¨® en 1905.
Pol¨ªtica Exterior
Existe un escepticismo generalizado sobre el intervencionismo europeo y estadounidense
A trav¨¦s de las entrevistas con representantes de los partidos que accedieron a participar ¡ª41 de los 45 que estudiamos¡ª y de un an¨¢lisis de sus declaraciones p¨²blicas, se han examinado las posiciones que mantienen sobre los principales retos en la pol¨ªtica exterior de la UE. Entre ellos se incluye la crisis de los refugiados, la seguridad y las amenazas terroristas a Europa; la crisis de Ucrania y la relaci¨®n de la UE con Rusia, EE UU y Turqu¨ªa; los acuerdos comerciales y el refer¨¦ndum del Brexit.
La mayor¨ªa de los partidos se centran fundamentalmente en asuntos dom¨¦sticos y algunos carecen de directrices en pol¨ªtica exterior; por ejemplo, diferentes representantes del AfD alem¨¢n ofrecieron distintas respuestas sobre asuntos internacionales y otros representantes del partido declararon que s¨®lo pod¨ªan contestar a t¨ªtulo personal. Pero incluso las formaciones m¨¢s j¨®venes, que han tenido menos tiempo para desarrollar un programa m¨¢s all¨¢ de sus propuestas fundacionales, est¨¢n definiendo r¨¢pidamente sus posiciones sobre asuntos de pol¨ªtica exterior. Se ven obligados a ello por el impacto que est¨¢ causando la crisis de los refugiados en toda la UE, y por la estrecha relaci¨®n entre sus consecuencias internacionales y dom¨¦sticas.
Hay un sorprendente consenso sobre los peligros existenciales a los que se enfrenta la UE. Para 34 de los 45 partidos examinados, la crisis de los refugiados y la amenaza del terrorismo y el islamismo radical (estos problemas estaban inextricablemente entrelazados en la mayor¨ªa de sus respuestas) se encuentran entre las dos mayores amenazas para la UE. Esta reacci¨®n no es patrimonio exclusivo de la derecha: la comparten Die Linke (La Izquierda) en Alemania, el Partido Comunista Franc¨¦s, Podemos en Espa?a y el Partido Laborista lituano. Respecto a la llegada masiva de refugiados, la pol¨ªtica de acogida de Angela Merkel no recibe la cr¨ªtica que podr¨ªa esperarse: ¨²nicamente siete partidos la mencionan entre las causas de la crisis. La estrategia de EE UU en Oriente Pr¨®ximo es la respuesta m¨¢s popular, con la violencia del r¨¦gimen del presidente Bachar el Asad en Siria en segundo lugar.
Existe un escepticismo generalizado ante el intervencionismo europeo o estadounidense, particularmente en Oriente Pr¨®ximo. Este sentimiento encontr¨® expresi¨®n en partidos tan diversos como el Sinn F¨¦in en Irlanda, el UKIP en el Reino Unido, el Frente Nacional y el Partido Comunista Franc¨¦s, AfD y Die Linke en Alemania, Jobbik en Hungr¨ªa y el Movimiento 5 Estrellas en Italia. Sobre la posibilidad de una intervenci¨®n conjunta de Europa en Siria, 32 partidos respondieron que esta opci¨®n no deb¨ªa siquiera ponerse sobre la mesa.
Esta postura est¨¢ relacionada con un antiamericanismo general y con un rechazo a que la UE siga la l¨ªnea marcada por la pol¨ªtica estadounidense, especialmente en relaci¨®n a Oriente Pr¨®ximo. Tal como declar¨® el Frente Nacional a nuestro investigador: ¡°Se puede encontrar la ra¨ªz de todos los conflictos importantes de Europa y sus vecinos en las acciones de Washington como potencia hegem¨®nica¡±. Para muchas formaciones insurgentes, este rechazo de la relaci¨®n transatl¨¢ntica est¨¢ tambi¨¦n unido a la intensa desconfianza respecto al impacto del TTIP, con 27 de los partidos entrevistados declarando que la UE no deber¨ªa firmar ese tratado con EE UU.
Sobre la relaci¨®n con los pa¨ªses vecinos de Europa, existe un consenso generalizado entre los partidos insurgentes de que otra ampliaci¨®n de la Uni¨®n es una mala idea, que la UE ya es lo bastante grande y que, si acaso, deber¨ªa disolverse gradualmente. Sin embargo, est¨¢n m¨¢s abiertos a la inclusi¨®n de pa¨ªses hacia el este (en especial, Ucrania) que hacia el sur (particularmente Turqu¨ªa, con la expresi¨®n de un fuerte temor ante la posibilidad de la adhesi¨®n de Ankara). Aun as¨ª, solo 10 partidos respondieron inequ¨ªvocamente que apoyaban un plan para la adhesi¨®n de Ucrania.
En cambio, existe una fuerte desconfianza respecto a la cooperaci¨®n con Turqu¨ªa en la crisis de los refugiados. Veintisiete partidos se opon¨ªan y muchos m¨¢s expresaron la preocupaci¨®n de que pavimentaba el camino para una cooperaci¨®n m¨¢s estrecha entre Turqu¨ªa y la UE. Vientid¨®s partidos se opusieron a la cooperaci¨®n con Turqu¨ªa en el conflicto sirio, y el mismo n¨²mero se mostr¨® en contra de la cooperaci¨®n con Ankara en materia antiterrorista.
Sobre la relaci¨®n de Europa con potencias m¨¢s alejadas, en particular con China, pocos partidos hab¨ªan desarrollado un criterio, y menos incluso respecto a cuestiones del tipo de si a China se le deber¨ªa conceder la condici¨®n de econom¨ªa de mercado seg¨²n las normas de la Organizaci¨®n Mundial del Comercio. No existe evidencia de que las posiciones respecto a China var¨ªen entre la izquierda y la derecha: 15 partidos carec¨ªan, sencillamente, de postura oficial. Los partidos comunistas europeos a menudo confesaban tener un escaso conocimiento de la China actual o de c¨®mo trabajar con ella, aunque algunos manten¨ªan contactos hist¨®ricos con el Partido Comunista chino.
Quiz¨¢ el problema m¨¢s significativo que divide a las formaciones aspirantes es c¨®mo relacionarse con Rusia. Existe una afinidad general hacia la pol¨ªtica exterior rusa (30 partidos expresaron su apoyo a algunas decisiones rusas recientes, en particular a su intervenci¨®n en Siria, ante la inacci¨®n de otros actores y la ausencia de criterios sobre el conflicto) y una sensaci¨®n de que la pol¨ªtica de la UE en su entorno cercano no deber¨ªa oponerse a la de Rusia. Sin embargo, cuando se trata de medidas espec¨ªficas como las sanciones a Rusia, las opiniones son mucho m¨¢s variadas. Veinticuatro partidos argumentan que las sanciones no deber¨ªan prolongarse m¨¢s all¨¢ de julio ¡ªformaciones tan dispares como el Partido Comunista Franc¨¦s, AKEL en Chipre, la Coalici¨®n Nacional y otros partidos checos, adem¨¢s de Syriza y los Griegos Independientes¡ª, consider¨¢ndolas un obst¨¢culo para el di¨¢logo con Rusia y perjudiciales para las econom¨ªas de la UE.
El acuerdo entre Turqu¨ªa y la UE comienza a ser discutido por varios Estados importantes de la Uni¨®n
Estas opiniones sobre la pol¨ªtica rusa no se distribuyen de forma natural en las l¨ªneas de izquierda y derecha, sino que tienden m¨¢s a las perspectivas nacionales. Por ejemplo, en Alemania tanto Die Linke como AfD creen que deber¨ªan levantarse las sanciones a Rusia y, en Grecia, Syriza y Aurora Dorada est¨¢n de acuerdo. En lo que se refiere a la adhesi¨®n de Ucrania, sin embargo, la divisi¨®n entre izquierda y derecha es m¨¢s evidente: los partidos de izquierda se muestran, por lo general, m¨¢s a favor de una incorporaci¨®n de Ucrania a la UE.
Sin embargo, en pa¨ªses donde la amenaza de Rusia se ha sentido m¨¢s intensamente ¡ªlas naciones b¨¢lticas, Finlandia, Suecia, o los pa¨ªses de la antigua ¨®rbita sovi¨¦tica, como Polonia o Hungr¨ªa)¡ª los partidos se mostraban favorables a mantener las sanciones sin abandonar el di¨¢logo. Hay una divisi¨®n bastante empatada sobre si hay que cooperar con Rusia en las actuales crisis de la UE (refugiados, terrorismo, Ucrania y Siria). Pero sobre la crisis de la eurozona, se mantiene la opini¨®n generalizada de que no es necesario involucrar a Rusia, ni a ning¨²n otro actor fuera de la UE.
Los partidos estaban tambi¨¦n divididos sobre cuestiones de seguridad: siete respondieron que la OTAN deber¨ªa armarse militarmente contra la amenaza rusa; ocho argumentaron que la OTAN deber¨ªa aceptar m¨¢s miembros del vecindario europeo; y otros siete se?alaron que sus pa¨ªses deber¨ªan retirarse totalmente de la alianza. Muchos partidos estaban indecisos o ten¨ªan la sensaci¨®n de que ninguna de las opciones reflejaba sus opiniones, mientras que otros estaban razonablemente satisfechos con el status quo.
Las implicaciones diplom¨¢ticas
Uno de los asuntos que genera un mayor consenso entre los partidos insurgentes es la restricci¨®n del n¨²mero de refugiados e inmigrantes que llegan a Europa y el n¨²mero de aquellos a los que se concede el estatus de refugiado. Estas formaciones tienen capacidad para ejercer una enorme presi¨®n pol¨ªtica sobre este tema. El acuerdo entre Turqu¨ªa y la UE ya comienza a ser discutido por varios Gobiernos de Estados miembros importantes, incluida Francia, y es probable que el componente de la liberalizaci¨®n de visados se encuentre con una fuerte oposici¨®n en el Parlamento Europeo. La lentitud en la implementaci¨®n del acuerdo est¨¢ agotando la paciencia del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. Gobiernos de toda la UE van a tener que atender las preocupaciones de los partidos insurgentes si quieren que el acuerdo avance, y lo mismo se puede decir de los acuerdos quid pro quo con otros pa¨ªses de tr¨¢nsito vecinos como Libia, con la propuesta italiana de un pacto para la inmigraci¨®n. Si la creciente presi¨®n para convocar referendos y plantear consultas sobre las medidas para afrontar la crisis de los refugiados tiene ¨¦xito, el Consejo Europeo podr¨ªa encontrarse todav¨ªa m¨¢s paralizado a la hora de tratar de buscar soluciones a este problema.
Respecto a Rusia y y respecto a Ucrania (acuerdo de libre comercio y futura adhesi¨®n), la coordinaci¨®n de la pol¨ªtica europea puede verse dificultada por el refer¨¦ndum que Holanda celebr¨® en abril, en el que se rechaz¨® el Acuerdo de Asociaci¨®n con Ucrania. En el resultado influy¨® la agresiva campa?a del PVV de Geert Wilders. El abanico de opiniones de los partidos insurgentes sobre estas cuestiones refleja de alguna manera el amplio rango de opiniones de los Estados miembros. Sin embargo, en algunos lugares como Alemania, Lituania y Polonia (donde Ley y Justicia forma parte del Gobierno), existen partidos insurgentes a favor y en contra de las sanciones contra Rusia, lo que complica todav¨ªa m¨¢s llegar a cualquier tipo de acuerdo.
Los partidos insurgentes no se limitan a cambiar el sistema, sino que el sistema tambi¨¦n puede transformarlos
Muchos de los partidos analizados desean marcar l¨ªmites claros en el apoyo a Ucrania. Para la mayor¨ªa de esas formaciones, el debate de la adhesi¨®n se ha terminado: su visi¨®n consiste en garantizar la seguridad de la UE a trav¨¦s del poder duro, no a base de ayudar a que los vecinos se vayan pareciendo cada vez m¨¢s a la UE y finalmente se unan al club.
La visi¨®n de los partidos insurgentes de una Europa que usa el palo en lugar de la zanahoria podr¨ªa ayudar al desarrollo de una capacidad defensiva europea que la convirtiera en una figura m¨¢s independiente en materia de seguridad. Muchos de los partidos est¨¢n presionando para que aumente la inversi¨®n en ese sector. El Frente Nacional franc¨¦s, Vlaams Belang en B¨¦lgica o grupos de Estados miembros m¨¢s recientes que se encuentran geogr¨¢ficamente m¨¢s pr¨®ximos a Rusia, tal como el Partido de los Conservadores de Estonia tienen la visi¨®n de una Europa militarmente poderosa, que invierte m¨¢s en su propia seguridad ¡ªfundamentalmente a nivel nacional¡ª y de forma independiente de EE UU. Es probable que estos partidos expresen opiniones taxativas y ejerzan influencia en sus Gobiernos nacionales respecto a c¨®mo relacionarse con la nueva Administraci¨®n estadounidense. El argumento del candidato republicano Donald Trump de que los europeos y otros tienen que pagar por su ingreso en la OTAN a cambio de una garant¨ªa de seguridad est¨¢ teniendo buena acogida entre algunos de los partidos insurgentes.
Sin embargo, para ellos la inversi¨®n en seguridad y defensa no deber¨ªa interpretarse necesariamente como el primer paso hacia un creciente intervencionismo. Como se mencion¨® anteriormente, muchos de los partidos son reacios a involucrarse en Oriente Pr¨®ximo u otros lugares, y critican las intervenciones pasadas. Al tratarse de una fuerza cada vez mayor, es probable que en los pr¨®ximos a?os estos partidos apuntalen la sensaci¨®n de una fatiga intervencionista en la pol¨ªtica exterior de la UE, haciendo que sea todav¨ªa m¨¢s dif¨ªcil para los Gobiernos nacionales vender a sus poblaciones futuros despliegues militares.
Los partidos insurgentes por lo general consideran importante el incremento en la capacidad militar para hacer que la amenaza de una intervenci¨®n o respuesta europea sea real, pero en la mayor¨ªa de las circunstancias son esc¨¦pticos frente a los argumentos para que se utilice.
Sorprendentemente, la mayor¨ªa de los partidos considera que las soluciones europeas son m¨¢s adecuadas que las soluciones nacionales a la hora de enfrentarse a las crisis que actualmente existen en la UE. Esta postura se acent¨²a con el terrorismo, respecto al cual 34 optan por soluciones a nivel europeo (en comparaci¨®n con 29 para el conflicto sirio, 28 para Ucrania y 24 para la crisis de los refugiados). En una UE post-Brexit que probablemente se enfrente a una mayor presi¨®n para llevar a cabo reformas, simplificar sus estructuras y aumentar las decisiones a nivel nacional, estos resultados indican que puede haber, en cambio, m¨¢s flexibilidad en pol¨ªtica exterior y seguridad, y que incluso los partidos insurgentes est¨¢n dispuestos a que estas competencias se mantengan en el ¨¢mbito de la Uni¨®n.
?Cu¨¢nto influyen los partidos insurgentes?
Con la excepci¨®n de Imperium Europa en Malta, los 45 partidos encuestados tienen al menos un esca?o en sus Parlamentos nacionales o en el Parlamento Europeo. Sin embargo, para muchos de estos grupos, las mayores palancas de influencia son su habilidad para generar debate en los medios y desafiar al sistema en lugar de trabajar desde su interior.Por ejemplo, a pesar de que el brit¨¢nico UKIP ha tenido ¨¦xito en las elecciones al Parlamento Europeo ¡ªes el partido brit¨¢nico m¨¢s numeroso, con 22 parlamentarios¡ª y a nivel local ¡ªcon 488 concejales¡ª tan solo tiene un esca?o en la C¨¢mara de los Comunes. Su mayor ¨¦xito fue provocar el debate sobre la permanencia del Reino Unido en la UE hasta tal punto que fractur¨® al Partido Conservador en el poder y oblig¨® a David Cameron, hasta esta semana primer ministro, a convocar una consulta a nivel nacional.
El refer¨¦ndum es una herramienta muy atractiva para los partidos aspirantes y refuerza su deseo de ¡°redemocratizar¡± la toma de decisiones. La consulta holandesa de 2016 sobre el Acuerdo de Asociaci¨®n con Ucrania tuvo un fuerte respaldo del PVV, y el voto del Brexit brit¨¢nico es indudablemente un ¨¦xito para UKIP. Muchos de los partidos que entrevistamos ven la creciente inercia de los referendos como una oportunidad.
Sin embargo, los partidos insurgentes tambi¨¦n trabajan con los Gobiernos: en Bulgaria, el Frente Patri¨®tico apoya la coalici¨®n gubernamental; en Finlandia, los Verdaderos Finlandeses participan en la alianza actualmente en el poder y su l¨ªder, Timo Soini, ocupa la cartera de Exteriores; en Grecia, Syriza y los Griegos Independientes forman parte del Gobierno; en Hungr¨ªa, Fidesz es el partido principal en la coalici¨®n gubernamental. Tambi¨¦n en Letonia, la Alianza Nacional tiene varios cargos importantes, incluyendo el Ministerio de Justicia; en Lituania tanto el partido Orden y Justicia como el Partido Laborista est¨¢n en el Gobierno; Ley y Justicia ostenta el poder en Polonia; y Direcci¨®n-Socialdemocracia (SMER-SD) y el Partido Nacional Eslovaco (SNS) son dos de las cuatro formaciones que gobiernan Eslovaquia en coalici¨®n. Es probable que Marine Le Pen, del Frente Nacional, pase a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas de 2017.
Tal y como demuestra este estudio, los partidos no est¨¢n de acuerdo en cuestiones clave de la pol¨ªtica exterior. Sin embargo, en algunos asuntos m¨¢s amplios ser¨ªa posible que las coaliciones de ¡°Gobiernos insurgentes¡± funcionasen en el seno del Consejo de Asuntos Exteriores. Por ejemplo, todos los partidos insurgentes que actualmente desempe?an un papel en sus Gobiernos nacionales contestaron ¡°s¨ª¡± o ¡°quiz¨¢¡± a la pregunta de si quer¨ªan normalizar la relaci¨®n con Rusia. De forma parecida, compart¨ªan a grandes rasgos los mismos an¨¢lisis de las causas de la crisis de los refugiados. Tras el refer¨¦ndum del Reino Unido, este conjunto de partidos podr¨ªa tambi¨¦n generar una importante fuerza motriz para iniciar un proceso de reformas en la UE. El potencial para las coaliciones en asuntos exteriores ser¨ªa mayor si estas incluyeran Estados m¨¢s grandes con Gobiernos que se encuentren bajo la intensa presi¨®n de partidos insurgentes, como en los casos de Francia y Espa?a.
Sin embargo, nuestra investigaci¨®n tambi¨¦n muestra que los partidos insurgentes no se limitan a cambiar el sistema, sino que el sistema tambi¨¦n puede cambiarlos. Por ejemplo, la experiencia de Syriza en el Gobierno ha suavizado considerablemente sus promesas previas de una reconciliaci¨®n con Rusia, y el partido Verdaderos Finlandeses ha seguido m¨¢s o menos la l¨ªnea marcada por su Ejecutivo en lo que se refiere a la UE desde que se uni¨® a la coalici¨®n.?
El Frente Patri¨®tico de Bulgaria ha moderado su ret¨®rica nacionalista y ha aumentado de hecho su popularidad tras apoyar al Gobierno de coalici¨®n.Finalmente, resulta claro que, adem¨¢s de una evoluci¨®n en el Consejo Europeo, va a continuar el papel cada vez m¨¢s firme del Parlamento Europeo en pol¨ªtica exterior, tal y como se ha visto recientemente en su abierta discrepancia con algunos elementos del acuerdo entre Turqu¨ªa y la UE sobre los refugiados. La gran mayor¨ªa de la formaciones estudiadas tiene representaci¨®n en el Parlamento, y muchas son m¨¢s fuertes en este nivel que en sus respectivas naciones. All¨¢ donde sus posturas se enfrentan a las de la filosof¨ªa de la clase dirigente de la UE, el papel consultivo del Parlamento respecto a los acuerdos internacionales les ofrece una v¨ªa para condicionar las decisiones. A medida en que aumente la confianza y la influencia de los partidos insurgentes en toda la UE, es de esperar que usen esta herramienta m¨¢s a menudo.
El Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR) es un centro de estudios internacional con 50 investigadores en 20 pa¨ªses, dedicado a analizar los problemas de Europa y su papel en el mundo. Susi Dennison y Dina Pardijs son directora y coordinadora del programa sobre el poder en Europa.
?Traducci¨®n de Germ¨¢n Ponte
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