Trump intenta conectar con el ala derecha del partido republicano
El empresario confirma al ultraconservador Pence como candidato a la vicepresidenia
Donald Trump tiende un puente entre su figura, una convulsi¨®n en la historia del Partido Republicano, y las bases m¨¢s conservadoras. El empresario confirm¨® este viernes que ha optado por el gobernador de Indiana, Mike Pence, como compa?ero de candidatura en las elecciones estadounidenses y, tambi¨¦n, como contrapeso a s¨ª mismo. Pence, del ala m¨¢s derechista y religiosa de la formaci¨®n, ser¨¢ vicepresidente de Estados Unidos si Trump gana las presidenciales. La designaci¨®n de este n¨²mero dos busca calmar las aguas a tres d¨ªas de la convenci¨®n republicana.
En uno de los debates de las primarias republicanas, en enero, el aspirante derechista Ted Cruz, atac¨® a su rival Donald Trump reproch¨¢ndole sus ¡°valores de Nueva York¡±. Se refer¨ªa al esp¨ªritu progresista de la ciudad de la que Trump procede, favorable al matrimonio gay o el aborto, y tambi¨¦n a su ADN capitalista, centrado ¡°en el dinero y los medios¡±, dijo. La cr¨ªtica, de la que tuvo que retractarse, encerraba en el fondo una de las grandes reticencias que los republicanos a¨²n sienten hacia el hombre que se ha erigido en su candidato a la Casa Blanca y es que Trump no deja de ser un magnate de Manhattan ajeno a los valores conservadores estadounidenses.
El gobernador de Indiana, de 57 a?os, est¨¢ en el extremo opuesto de esos valores neoyorquinos que el senador de Texas cre¨ªa ver en Trump. De hecho, era Cruz, ultraconservador, el precandidato al que Mike Pence hab¨ªa apoyado en un principio durante las primarias, aunque pas¨® a respaldar a Trump despu¨¦s de la retirada del texano. Cristiano evang¨¦lico, casado y con tres hijos, es un hombre del gusto de antiabortistas, contrarios al matrimonio homosexual y duros con la inmigraci¨®n.
Con la elecci¨®n de Pence, al mismo, Trump pierde la oportunidad lanza un gui?o a las mujeres y las minor¨ªas, cuando su campa?a ha ca¨ªdo varias veces en los mis¨®gibo y lo racista. El pasado marzo el gobernador firm¨® un proyecto de ley que a?ad¨ªa nuevas restricciones para las mujeres que quieren interrumpir el embarazo, prohibiendo los abortos que est¨¢n motivados por la malformaci¨®n del feto, e imponiendo nuevos l¨ªmites a los m¨¦dicos. En 2015 fue sonada la norma que firm¨® sobre libertad religiosa, que amparaba a aquellas empresas que rechazan prestar sus servicios a parejas homosexuales. Result¨® tan pol¨¦mica que tuvo que modificarse.
Pence fue adem¨¢s uno de los gobernadores que se uni¨® en la batalla legal contra las medidas migratorias que el presidente, Barack Obama, aprob¨® en 2014 para frenar la deportaci¨®n de casi cinco millones de indocumentados, sobre todo j¨®venes y padres con hijos estadounidenses.
Criado en una familia trabajadora de Columbus (Indiana), cuyo padre era el encargado de una gasolinera, logr¨® entrar en la C¨¢mara de Representantes al tercer intento y de esa ¨¦poca saca pecho por propuestas que buscaban reducir el papel del Estado. Se le considera muy cercano al movimiento derechista del Tea Party del partido, pero, al mismo tiempo, se entiende bien con el establishment de la formaci¨®n. Tiene, para empezar, buena imagen seg¨²n Paul Ryan, presidente de la C¨¢mara y figura ascendente de los republicanos. Pence guarda, adem¨¢s, unas formas m¨¢s convencionales que Trump, cuya campa?a sigue a lomos de las salidas de tono y los mensajes racistas.
El empresario neoyorquino y showman ha optado, en fin, por un n¨²mero dos que le puede reconciliar con un partido a¨²n presa del estupor por la victoria de un outsider de car¨¢cter imprevisible. Hay llamativas contradicciones entre Trump y su candidato a vicepresidente. Pence, un hombre que se define a s¨ª mismo como ¡°cristiano, conservador y republicano, en ese orden¡±, discrepa del que va a ser su jefe en varios ¨¢mbitos que lo acercan m¨¢s al coraz¨®n del partido, como su postura aperturista en los tratados de libre comercio.
Mientras Trump los ha se?alado como responsables de buena parte de la destrucci¨®n de empleo industrial y p¨¦rdida de calidad de vida en las familias trabajadoras estadounidenses, el gobernador de Indiana los defiende como generadores de empleo. En Indiana, el Estado de Pence, est¨¢ curiosamente la f¨¢brica de la que Trump suele hablar cuando brama contra la deslocalizaci¨®n fabril. Y cuando el empresario llam¨® a prohibir la entrada de musulmanes en Estados Unidos, en respuesta a un atentado yihadista, Pence lo critic¨® en Twitter.
Una peculiar lista de oradores en la convenci¨®n republicana
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