La polic¨ªa, el nuevo Ej¨¦rcito de Erdogan
El Gobierno del AKP ha fortalecido paulatinamente el cuerpo policial para que ejerciera de contrapeso a las fuerzas armadas. Su acci¨®n ha sido crucial para desbaratar el golpe
Desde su llegada al poder a inicios de la pasada d¨¦cada, el islamista Recep Tayyip Erdogan ha intentado someter a los militares a la autoridad civil y reducir su poder. Para ello, ha desvinculado del Estado Mayor varios cuerpos anteriormente castrenses y ha fortalecido a la Polic¨ªa, introduciendo en ella a seguidores de probada lealtad. La estrategia se ha revelado acertada, ya que el papel de la polic¨ªa, los servicios secretos y otros cuerpos controlados por el Gobierno fue crucial a la hora de desbaratar el golpe de Estado.
¡°Si los rusos tienen RPG (lanzagranadas) nosotros tenemos RTE (Recep Tayyip Erdogan)¡±. Esta pintada, junto a la que el pasado febrero se fotografi¨® un polic¨ªa de la unidad de Operaciones Especiales, dio la vuelta a las redes sociales en Turqu¨ªa. Tambi¨¦n otra, en la que un agente del mismo cuerpo certificaban su lealtad al l¨ªder turco posando junto al eslogan: ¡°Caminamos contigo, hombre largo (uno de los apelativos con los que se conoce a Erdogan)¡±.
¡°El AKP (Partido de la Justicia y el Desarrollo), como todo gobierno, sabe que el que controla a un cuerpo armado leal es el que tiene la ¨²ltima palabra¡±, escrib¨ªa, ya en 2011, el periodista Ahmet Sik en el libro El Ej¨¦rcito del Im¨¢n, que jam¨¢s lleg¨® a las librer¨ªas porque un fiscal vinculado a la cofrad¨ªa de Fetullah G¨¹len orden¨® su prohibici¨®n. En el borrador que se distribuy¨® a trav¨¦s de internet se lee un an¨¢lisis sobre c¨®mo los seguidores de G¨¹len ¡ªentonces firmes aliados de Erdogan¡ª se infiltraron en las fuerzas de seguridad del Ministerio del Interior y se inici¨® un programa de compra de armamento pesado para convertir a la Polic¨ªa en un cuerpo leal al Gobierno islamista que pudiese hacer frente a un eventual golpe militar.
En 2002, cuando el AKP venci¨® las elecciones, el gasto de la Polic¨ªa equival¨ªa a un tercio del de las Fuerzas Armadas. Actualmente, esa diferencia se ha reducido al m¨ªnimo: el gasto policial se ha multiplicado por 8,5 en 14 a?os. Es m¨¢s, si se suma a la Polic¨ªa el presupuesto de seguridad del Ministerio del Interior y el de la Organizaci¨®n Nacional de Inteligencia (MIT), su gasto supera en 2016, por primera vez en la historia, el del anta?o poderoso Ej¨¦rcito turco, una instituci¨®n con casi medio mill¨®n de efectivos (la inmensa mayor¨ªa reclutas). Adem¨¢s, la Direcci¨®n General de Seguridad ha doblado el n¨²mero de efectivos desde el inicio de siglo hasta superar los 300.000 agentes, y eso a pesar de que desde la pasada d¨¦cada muchas de las funciones anteriormente policiales las ha asumido la seguridad privada. Turqu¨ªa es ya el segundo pa¨ªs europeo con m¨¢s polic¨ªas por habitante, s¨®lo despu¨¦s de Rusia, lo que ha llevado a los opositores al Gobierno a denunciar que el plan de Erdogan es sustituir el ¡°estado militar¡± por un ¡°estado policial¡±.
En 2011 se aprob¨® una reforma legal para permitir a la Polic¨ªa importar y adquirir "armamento b¨¦lico pesado" y en los ¨²ltimos a?os ha recibido m¨¢s de un millar de veh¨ªculos blindados, dos docenas de helic¨®pteros militares (incluidos 4 Sikorsky S-70i) y ha encargado la construcci¨®n de blindados todoterreno armados. Este equipamiento ha ido en su mayor¨ªa al departamento de Operaciones Especiales, un cuerpo que fue fundamental a la hora de enfrentarse a los militares rebeldes. El n¨²mero de agentes especiales se ha incrementado en la ¨²ltima d¨¦cada hasta los 13.500, pero hacia final de 2017 se pretende que su n¨²mero alcance los 20.000.
Este proceso de reforzamiento de la Polic¨ªa ha corrido en paralelo al debilitamiento de las Fuerzas Armadas. Entre 2007 y 2014 se llevaron a cabo numerosos juicios contra presuntas tramas golpistas dentro del Ej¨¦rcito, lo que diezm¨® su oficialidad y gener¨® mucho malestar en el estamento castrense (es esta una de las varias razones de la reciente sublevaci¨®n). En 2015, adem¨¢s, se retir¨® al Estado Mayor el control sobre la Gendarmer¨ªa y la Guardia Costera, que pasaron a depender del Ministerio de Interior. "Se trata de un proceso destinado a reforzar las instituciones civiles. Gendarmes y guardacostas realizan labores de vigilancia y de ah¨ª que fueran vinculados al ministerio. Adem¨¢s, cuerpos civiles han sustituido a los militares en labores de vigilancia de diversas instituciones como parte de las reformas democr¨¢ticas de la d¨¦cada de 2000", explica una fuente del Ejecutivo.
Otra de las reformas clave fue transferir el mando de Sistemas de Vigilancia Electr¨®nica (GES), antes dependiente del Estado Mayor, a los servicios secretos. Seg¨²n el analista Nevzat ?i?ek, del diario progubernamental Milat, la decisi¨®n se tom¨® para "dificultar los golpes militares" ya que el GES hab¨ªa servido anteriormente a los militares "para realizar escuchas ilegales". Sin embargo, una fuente militar consultada por este diario lament¨® que el cambio provoc¨® que "el MIT obtuviese la infraestructura de espionaje sin tener al personal adecuado para ello, mientras el Ej¨¦rcito, que posee a los analistas especializados, carece de la infraestructura". Algunos han llegado a apuntar que los fallos de seguridad de los ¨²ltimos a?os -incluidos atentados y ataques- se deben a este hecho. Adem¨¢s, la partida "secreta" de que dispone la Presidencia de la Rep¨²blica, se ha doblado hasta los 150 millones de euros desde la llegada de Erdogan al cargo hace dos a?os y seg¨²n los medios turcos se dedica en su mayor¨ªa a cuestiones de seguridad.
No cabe duda de que el que Erdogan haya logrado colocar a sus leales en los puestos clave de la estructura de seguridad del Estado le salv¨® la vida durante la intentona golpista: el pasado viernes, el MIT pudo avisarle con una hora de adelanto del env¨ªo de un grupo de comandos para asesinarle en su retiro vacacional en Marmaris (sudoeste de Turqu¨ªa), lo que le permiti¨® escapar hacia el cercano aeropuerto de Dalaman.
S¨®lo unos meses antes del golpe, un cercano colaborador del presidente turco se vanagloriaba de que el AKP hab¨ªa logrado "controlar lo que hacen las Fuerzas Armadas y la Polic¨ªa, evitar que cada uno vaya por su lado y subordinarlos a la autoridad pol¨ªtica". Sin embargo, la historia real es que la polic¨ªa turca ha sido desde hace d¨¦cadas pasto del faccionalismo. En los setenta, por ejemplo, se divid¨ªa entre agentes obedientes a los partidos de izquierda (en torno a la asociaci¨®n Pol-Der, cuyo lema era "La polic¨ªa del pueblo") y aquellos vinculados a la ultraderecha (Pol-Bir). Tras el golpe de Estado de 1980, los izquierdistas fueron purgados de la instituci¨®n y los ultraderechistas, vinculados al partido MHP, se hicieron fuertes en la polic¨ªa hasta la llegada del AKP, que comenz¨® a sustituirlos por agentes g¨¹lenistas. Desde que el AKP rompi¨® con Fetullah G¨¹len, se han vuelto a producir importantes purgas en la Direcci¨®n de Seguridad y hoy mismo se ha obligado a entregar la placa y la pistola a unos 7.000 agentes. En su lugar, Erdogan ha vuelto a apoyarse en los polic¨ªas ultraderechistas y en agentes a los que, durante los ¨²ltimos meses de operaciones militares en el sudeste kurdo, se ha visto profiriendo consignas de corte salafista. Uno de los motivos por los que Erdogan busca transformar el sistema parlamentario turco en uno presidencialista, escrib¨ªa recientemente el periodista Murat Yetkin, es precisamente "obtener el control total sobre los militares y la inteligencia", sin tener que recurrir al juego cambiante de las facciones en el seno de la polic¨ªa.
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