El conflicto de WhatsApp y la justicia brasile?a, problema del mundo entero
La tensi¨®n que ha dejado a los brasile?os sin mensajer¨ªa tres veces en menos de un a?o no es s¨®lo cuesti¨®n de leyes locales sino de privacidad global
El eje en el que se tocan las empresas de tecnolog¨ªa, la privacidad de las personas y las investigaciones policiales forma una zona conflictiva en todo el mundo. No es raro que aqu¨ª en Brasil, como en otros lugares del mundo, los jueces demanden el acceso a los datos que se intercambian usuarios a trav¨¦s de aplicaciones de mensajer¨ªa. Lo que s¨ª es raro, en opini¨®n de varios expertos que han hablado con EL PA?S, es la forma recurrente con la que los jueces de primera instancia han conseguido bloquear herramientas de comunicaci¨®n, especialmente WhatsApp. La ¨²ltima vez, el pasado martes 19 de julio, provocada por una juez de R¨ªo de Janeiro y frenada por el presidente de Tribunal Supremo brasile?o (STF en adelante seg¨²n sus siglas en portugu¨¦s), dej¨® sin WhatsApp a un pa¨ªs donde cien millones de personas lo usan durante cuatro horas. Era la tercera en menos en un a?o que ocurr¨ªa.
"Lo que est¨¢ ocurriendo en Brasil no es normal; ese tipo de injerencia en una red genera preocupaci¨®n. Teniendo en cuenta que Brasil tiene m¨¢s de 15.000 jueces, esto puede convertirse en una epidemia¡±, lamenta Ronaldo Lemos, director del think tank Instituto de Tecnolog¨ªa y Sociedad de R¨ªo de Janeiro (ITS-RJ). Para ¨¦l, este bloqueo atenta contra el Marco Civil de Internet, ley que regula el uso de la Red en Brasil. ¡°Se pueden hacer intervenir en el contenido: borrar publicaciones de odio en redes sociales. Pero no bloquear un servicio. M¨¢s a¨²n teniendo en cuenta que, a d¨ªa de hoy, WhatsApp forma parte de la infraestructura del pa¨ªs, al igual que la red de energ¨ªa o telefon¨ªa¡±, apunta.
¡°WhatsApp forma parte de la infraestructura del pa¨ªs, al igual que la red de energ¨ªa o telefon¨ªa¡±
El quid de la cuesti¨®n es la confidencialidad y la privacidad de los usuarios. Justo despu¨¦s del atentado de San Bernardino, en Estados Unidos, en el que un hombre mat¨® a m¨¢s de una decena de personas, el FBI exigi¨® a Apple el acceso al m¨®vil del criminal. La empresa se neg¨® y su? decisi¨®n fue aplaudida por otros gigantes de la tecnolog¨ªa, como Google y Microsoft. Su argumento era que, si dec¨ªa a los investigadores federales, estar¨ªa debilitando la seguridad de los m¨®viles de los dem¨¢s usuarios. En ese caso, ning¨²n juez intervino de bloquear todos los servicios de Apple en EE UU, pero eso no significa que el episodio sea diferente al de WhatsApp en Brasil. La palabra clave para entenderlo es encriptaci¨®n.
Para Lemos, hasta el caso de Edward Snowden -el analista de sistemas que public¨® los abusos del sistema de vigilancia global de Estados Unidos- orbita alrededor de la falta de privacidad en internet. ¡°Despu¨¦s de ¨¦l, las empresas empezaron a preocuparse por el que nuestra informaci¨®n est¨¦ al alcance de la mano de cualquier corporaci¨®n o persona que pretenda acceder a ella. La encriptaci¨®n nos protege incluso de los propios gigantes de la tecnolog¨ªa¡±, asegura.
WhatsApp siempre ha alegado que ni guardaba ni hac¨ªa registros de los mensajes que se env¨ªan mediante la aplicaci¨®n, pero en abril pas¨® a adoptar un sistema de encriptaci¨®n que permite que solo las personas que participen en la conversaci¨®n puedan acceder al contenido. Por eso su leit motif es que ni siquiera puede facilitar la informaci¨®n que la Justicia le solicita. No s¨®lo ha esgrimido este argumento en Brasil: otros pa¨ªses como Reino Unido, Ir¨¢n o Arabita Saudita ya han criticado su mecanismo, como en el Reino Unido, Ir¨¢n y Arabia Saud¨ª.
¡°Desconozco el sistema de cifrado de la aplicaci¨®n pero, si es eficaz, simplemente no hay forma de que accedan al contenido. La ¨²nica soluci¨®n ser¨ªa prohibir la encriptaci¨®n en Brasil y, de hecho, esto es lo que se est¨¢ discutiendo en algunos sitios, como en Inglaterra, pero esto supone violar la privacidad de los usuarios. No podr¨ªa resolverse a partir de una mera resoluci¨®n judicial¡±, opina Carlos Afonso, que form¨® parte de la creaci¨®n del Comit¨¦ Gestor de Internet, entidad multisectorial creada en 1995 para tratar asuntos relativos a internet. Cuando el atentado de San Bernardino, las empresas de tecnolog¨ªa reconocieron la posibilidad de debatir la cuesti¨®n. Pero a la vez, alertaron que la decisi¨®n s¨®lo podr¨ªa surgir de un debate p¨²blico.
Por qu¨¦ en Brasil un solo juez puede bloquear el WhatsApp de todo el pa¨ªs
Ya van varias veces que los usuarios brasile?os se llevan las manos a la cabeza cuando un juez de primera instancia, el nivel m¨¢s bajo de la justicia brasile?a, les deja sin WhatsApp. Sobre todo porque estas decisiones las toman tribunales de peque?os pueblos rurales y afectan a todo un pa¨ªs con 17 veces el tama?o de Espa?a. Sin embargo, los jueces tienen pleno derecho a tomar estas decisiones: les viene de la Constituci¨®n Federal de 1988, seg¨²n la cual pueden interpretar la ley sin que se les castigue por ello. Si en su opini¨®n WhatsApp o su empresa madre, Facebook, viol¨® el Marco Civil de Internet, a los usuarios s¨®lo les queda apelar a cortes superiores.
¡°Lo que veo en la actualidad es que la gente apoya completamente el cifrado, a¨²n sin conocerlo a fondo. Al fin y al cabo, en WhatsApp enviamos hasta n¨²meros de documentos de identidad o de cuentas corrientes. La violaci¨®n del cifrado significa que esa informaci¨®n privada podr¨ªa volverse accesible¡±, alerta Lemos. Afonso tambi¨¦n opina que las empresas no pueden responsabilizarse de sus usuarios. ¡°Supongamos que a las corporaciones de tecnolog¨ªa les prohibieran emplear el cifrado en los servicios que ofrecen. Esto no impedir¨ªa que dos personas envi¨¢ndose correos electr¨®nicos cifrasen sus mensajes. En ese caso, ?a qui¨¦n recurrir¨ªa la Justicia? Est¨¢ claro que no podr¨ªa responsabilizar a la empresa del comportamiento de sus clientes, como viene haci¨¦ndolo¡±, argumenta Afonso.
El ministro de Justicia del Gobierno interino de Brasil, asegur¨® estar trabajando para allanar este conflicto. Pero ello, ha asegurado, es necesario que las empresas que trabajen con intercambio de datos entre usuarios tengan sede en Brasil y que proporcionen, cuando sea necesario, los datos que soliciten las autoridades policiales. En el caso de WhatsApp, al no tener sede en Brasil, se rige por la legislaci¨®n americana. Tambi¨¦n Google se ha negado a facilitarle informaci¨®n a la Justicia brasile?a afirmando que los datos del servicio de Gmail, por ejemplo, est¨¢n almacenados en EE.UU.
Para Lemos, traer la sede a cada pa¨ªs s¨®lo complicara las cosas. ¡°Por lo que entiendo, la ley aumentar¨ªa los requisitos para que las empresas de tecnolog¨ªa se instalen en Brasil m¨¢s de lo que se exige en otros pa¨ªses. Esto har¨ªa que esas empresas simplemente se fuesen de Brasil¡±, comenta. Esto, adem¨¢s, crear¨ªa un ambiente negativo para el pa¨ªs en el ¨¢rea de innovaci¨®n.
Este mi¨¦rcoles del Supremo brasile?o calific¨® la medida del bloqueo de desproporcionada, puesto que WhatsApp se utiliza ampliamente como un medio de comunicaci¨®n. Se puede interpretar como una se?al de que las cosas pueden cambiar y se puede dejar de penalizar a los millones de usuarios. Para Lemos, lo que hace falta para que los bloqueos dejen de producirse es que esto se convierta en una jurisdicci¨®n. ¡°Ya es una violaci¨®n del Marco Civil, del art¨ªculo 13 de la Convenci¨®n Americana sobre Derechos Humanos y de una resoluci¨®n reciente del Consejo de Derechos Humanos da ONU que condena la pr¨¢ctica de bloqueos de sitios web", critica. "Pero, con una resoluci¨®n definitiva del STF, los jueces de primera instancia ya no podr¨¢n interferir en la forma en c¨®mo 100 millones de usuarios se comunican en Brasil¡±,.
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