La hora de PPK
Entre sociedad y Estado hay un enorme foso que la continuidad democr¨¢tica no resolvi¨®
Jurament¨® como presidente Pedro Pablo Kuczynski (PPK) con el anuncio de una ¡°revoluci¨®n social¡± que afronte las exigencias ciudadanas frente a la inseguridad y la corrupci¨®n as¨ª como en agua y saneamiento, educaci¨®n de calidad, formalizaci¨®n de la econom¨ªa e inversi¨®n en infraestructura.
Luego de un muy ajustado triunfo sobre Keiko Fujimori el mes pasado y con un Congreso en el que el fujimorismo tiene el 56% de las curules, se instal¨® ayer un nuevo Gobierno de origen democr¨¢tico en el Per¨². Primero lo primero: en el Per¨² se est¨¢ afirmando la continuidad democr¨¢tica. En una historia republicana jalonada de golpes de Estado y de inestabilidad, por cuarta vez consecutiva sucede un Gobierno democr¨¢ticamente elegido a otro de igual origen.
El curso de las cosas ¡ªy la propia continuidad democr¨¢tica¡ª depender¨¢ de muchos factores. En particular de lo que haga el Gobierno con su ambiciosa agenda, de c¨®mo se maneje la oposici¨®n parlamentaria y, en particular, de la relaci¨®n que establezca el Gobierno de PPK con el movimiento social y los demandantes gobiernos locales y regionales. Destacan, en esto, dos asuntos.En primer lugar, las interrogantes sobre la futura estabilidad-inestabilidad pol¨ªtica.
M¨¢s all¨¢ del uso de los indispensables criterios gerenciales de gesti¨®n, la clave residir¨¢ en un ejercicio diferente del poder gubernamental
Entre la sociedad y el Estado existe un enorme foso que la continuidad democr¨¢tica no ha resuelto. Un Estado que funciona mal y, por otro lado, una sociedad cr¨®nicamente desconfiada del poder oficial. A los pocos meses de la asunci¨®n de Toledo, Garc¨ªa o Humala, por ejemplo, su popularidad se hab¨ªa reducido a la mitad.
De c¨®mo PPK logre construir una din¨¢mica interacci¨®n con el amplio y demandante tejido social e institucional depender¨¢ tanto el ¨¦xito de su Gobierno como la estabilidad pol¨ªtica. Es, por eso, importante el compromiso de PPK de enfrentar los conflictos con el di¨¢logo. Alto precio pagaron Humala y sus predecesores con la cr¨®nica prescindencia como interlocutores v¨¢lidos en el ejercicio del poder de los gobiernos regionales y del movimiento social. El mensaje de PPK anunciar¨ªa que el Gobierno no puede desconectarse del complejo tejido institucional y social del Per¨² profundoy eso es relevante cuando se heredan 200 conflictos sociales sin resolver.
Est¨¢n, adem¨¢s, las interrogantes a partir del dato de un Congreso controlado por la oposici¨®n. El mensaje de la historia es que en todos los casos en los que la oposici¨®n controlaba el Congreso eso acab¨® en golpe de Estado. Ese ciclo no tiene por qu¨¦ repetirse pero eso depender¨¢ en mucho de la oposici¨®n. Bueno, por ello, que la presidenta del Congreso haya anunciado que el legislativo no ser¨¢ obstruccionista; al propio fujimorismo le convendr¨ªa para no dinamitar sus propias posibilidades electorales futuras.
Por otro lado, la amplia y ambiciosa agenda sustantiva del Gobierno hasta el 2021 es, por s¨ª misma, un reto enorme. La ¡°revoluci¨®n social¡± que plante¨® PPK para el quinquenio contiene un abanico amplio y variado de retos. Como es evidente, peso medular tendr¨¢n en la din¨¢mica de los hechos los dos asuntos priorizados por la opini¨®n p¨²blica: la seguridad ciudadana y el enfrentamiento a la corrupci¨®n. En ninguno de los dos temas PPK hereda una pol¨ªtica gubernamental que podr¨ªa merecer ¡°continuidad¡±.
El Gobierno de Humala, con sus siete ministros del Interior en cinco a?os, no destaca precisamente por logros particulares en la seguridad ciudadana. En el enfrentamiento o prevenci¨®n contra la corrupci¨®n la conducci¨®n gubernamental fue, por decir lo menos, d¨¦bil. Hay indicios de que en el Gobierno de PPK se avanzar¨ªa por cambios sustantivos de pol¨ªtica.
En todo esto un factor fundamental ser¨¢ el liderazgo que pueda ejercer PPK para inyectar una din¨¢mica distinta al aletargado y complaciente aparato estatal. M¨¢s all¨¢ del uso de los indispensables criterios gerenciales de gesti¨®n, la clave residir¨¢ en un ejercicio diferente del poder gubernamental tal como ya lo insinu¨® PPK: en di¨¢logo e interacci¨®n constante con una sociedad que se percibe a s¨ª misma con derechos a ser respetados por el poder y con gobiernos regionales tambi¨¦n demandantes y con poder.
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