Los ni?os africanos que se quedan en el camino
En Marruecos cientos de menores subsaharianos aguardan a la intemperie su oportunidad para llegar a Europa
El guineano Ousmane Daouda Soumach sue?a con que alg¨²n d¨ªa todo el mundo conozca su nombre. Dorm¨ªa hasta esta semana en las calles de Rabat. Tiene 14 a?os y dej¨® su Conakry natal con 11. Comenta que cuando su padre muri¨®, su madre se cas¨® con su t¨ªo y ¨¦l no se lo perdon¨® a la madre. Decidi¨® perseguir su sue?o de jugar en el Real Madrid y parecerse alg¨²n d¨ªa a Ronaldo, de quien resalta que hace 3.000 abdominales al d¨ªa. Ousmane meti¨® en una bolsa de pl¨¢stico tres mudas de ropa y unas botas de f¨²tbol y viaj¨® primero a Senegal. De all¨ª a Mali. Y en la frontera de Mali con Argelia, asegura que lo detuvieron unas milicias yihadistas que lo obligaron a trabajar durante 11 d¨ªas hasta que consigui¨® escapar, dejando atr¨¢s su pasaporte.
Cuenta que recorri¨® unos 150 kil¨®metros en el desierto, sin agua y sin saber hacia d¨®nde iba, que finalmente logr¨® llegar a una ciudad argelina, que pidiendo por aqu¨ª y por all¨¢ recorri¨® las principales ciudades de Argelia, que enferm¨® durante algunos d¨ªas y lo ingresaron en un hospital, que lleg¨® hasta la frontera con Marruecos a trav¨¦s de un t¨²nel profundo al que baj¨® con una cuerda. Cu¨¢nto de verdad hay en su historia puede que ni ¨¦l lo sepa. Lo cierto es que ahora es un ni?o que deambula solo por las calles de Rabat, uno entre cientos que esperan su oportunidad para llegar a Europa.
El senegal¨¦s Diop Mountaga, presidente de la Asociaci¨®n Kirikou, que atiende a ni?os subsaharianos y marroqu¨ªes, confiesa que el caso de los ni?os solos es el que m¨¢s frustraci¨®n le provoca. ¡°La pol¨ªtica de inmigraci¨®n en Marruecos ha mejorado mucho desde hace un par de a?os. Cada mes nos reunimos unas 15 asociaciones subsaharianas con el ministro de Inmigraci¨®n y les comentamos nuestros problemas. Nos escuchan y nos ayudan. Pero el caso de los ni?os de la calle sigue siendo un gran problema, tanto para los ni?os marroqu¨ªes como para los subsaharianos¡±.
La asociaci¨®n Kirikou dispone de una guarder¨ªa en Rabat para ni?os de entre 2 y 6 a?os. ¡°Con los ni?os que tienen familia estamos haciendo un gran trabajo¡±, explica Mountaga. ¡°Pero con los de la calle nos vemos incapaces. Solo en Rabat hemos localizado a unos 25. Y en la regi¨®n, a unos 100. En el pa¨ªs hay muchos m¨¢s. Pero cuando los traes a la guarder¨ªa, les das alimento, les compras ropa y le dices que vengan al d¨ªa siguiente a las diez de la ma?ana, ya no los vuelves a ver. Para ellos Rabat es solo una zona de paso hacia el norte. Y desde el norte quieren llegar como sea a Europa¡±.
Ousmane Daouda Soumach dice que no descansar¨¢ hasta llegar a Madrid. El dinero que gana mendigando en la calle se lo gasta a veces en caf¨¦s donde le dejan ver los partidos de f¨²tbol. El viernes la asociaci¨®n Kirikou le encontr¨® una habitaci¨®n por unos 130 euros al mes para que al menos tenga donde dormir.
Las hermanas Divine y Gloria Kisaka, de 11 y 14 a?os tambi¨¦n tienen donde dormir. Hu¨¦rfanas de padre, llegaron desde Mali a Marruecos con su madre hace tres a?os. La madre cay¨® enferma en Rabat y muri¨® el 18 de abril. Desde la asociaci¨®n Kirikou llamaron a una hermana de 23 a?os que lleg¨® a Rabat en mayo. Ahora viven las tres en una habitaci¨®n dentro de una casa compartida por tres familias, en el barrio de Quas. ¡°Aqu¨ª hay peleas todas las noches con machetes y mucho racismo tambi¨¦n¡±, explica Lolitha, la hermana mayor. ¡°Si no fuera por Caritas, que nos paga la mitad del alquiler, y por Kirikou, no tendr¨ªamos adonde ir¡±. Y como tanta gente en su situaci¨®n, solo aspiran a llegar alg¨²n d¨ªa a Europa.
La ONG espa?ola Alianza por la Solidaridad ha publicado este mes un informe que pretende combatir la ¡°invisibilidad¡± que padecen los menores migrantes de Marruecos. En la investigaci¨®n sobre el terreno los autores se encontraron casos como el de Khadiya, una adolescente de 16 a?os que lleg¨® a un hospital marroqu¨ª sin zapatos, porque los perdi¨® durante la violaci¨®n. Explic¨® al m¨¦dico de urgencias que fue sodomizada por cinco hombres, todos ellos marroqu¨ªes.
¡°Estuvo 12 horas desde su agresi¨®n hasta su salida de la comisar¨ªa, sin entender el idioma, ni la administraci¨®n y sinti¨¦ndose sucia. Khadiya quer¨ªa sobre todo lavarse y que un m¨¦dico la atendiese¡±, relata el informe. ¡°Ella no es virgen, ya sabe lo que es el matrimonio porque fue casada con ritos tradicionales a los trece a?os con su primo, que vive en Europa. Fue su familia la que decidi¨® enviarla por esta ruta para encontrarse con su marido. Tampoco sabe Khadiya lo que es el placer, porque sufri¨® mutilaci¨®n genital a los seis a?os. Siempre ha sentido dolor al tener relaciones sexuales, pero el horror que vivi¨® la noche en la que fue forzada dice que se parece mucho a lo que tiene que ser el infierno¡±, concluye el informe.
Los investigadores de Alianza por la Solidaridad se encontraron con subsaharianos como Joao, que qued¨® hu¨¦rfano a los nueve a?os y sali¨® de su pueblo a esa edad. Su primera escala fue Senegal. Quer¨ªa, como tantos otros, jugar en el Bar?a. Ni siquiera acert¨® a explicar c¨®mo consigui¨® recorrer miles de kil¨®metros hasta llegar a Marruecos. Pero explic¨® que cuando en el camino se encuentran gente de la misma etnia, a los ni?os les ayudan mucho. Algunos adultos se aprovechan, seg¨²n Joao, pero muchos ayudan porque en ?frica los adultos se convierten f¨¢cilmente en responsables de los m¨¢s peque?os.
Helena Maleno, autora del informe, asegura que es imposible saber cu¨¢ntos ni?os subsaharianos hay en Marruecos. ¡°Lo que s¨ª hemos detectado es que ahora mismo la mayor¨ªa de los menores vienen de Guinea. Tal vez la crisis del ?bola, que dej¨® a tantos hu¨¦rfanos en ?frica Occidental sea la causa. Muchos de ellos han sufrido violencia sexual en los bosques de Marruecos¡±.
En cuanto a las menores, la mayor¨ªa llegan desde Nigeria, seg¨²n Maleno. ¡°Tienen entre 15 y 17 a?os y su destino en muchos casos es la explotaci¨®n sexual. Cada vez emprenden el viaje con menos edad, porque el mercado europeo las quiere m¨¢s j¨®venes. Nos hemos encontrando ni?as a partir de 13 a?os. Suelen ser adolescentes que a menudo se quedan embarazadas. Y desde ese momento, ellas se consideran mujeres y las redes las tratan como mujeres. Cuando cruzan en patera y son interceptadas en Espa?a ellas se declaran mayores de edad porque las redes no quieren que se vayan a los centros de protecci¨®n, sino a la calle, para explotarlas lo antes posible. El problema es que cuando se declaran mayores de edad el sistema jur¨ªdico y administrativo no se activa para descubrir si son menores de edad y protegerlas¡±.
La autora del informe se ha encontrado con muchas ni?as de Camer¨²n que son explotadas sexualmente durante el camino. ¡°Hacen streaptease en los locales clandestinos de Argelia y comienzan a prostituirse en los bosques, donde se esconden los migrantes en Marruecos¡±.
Muchas de las menores que llegan a Marruecos optan finalmente por probar suerte en Libia. Entre los 117 cad¨¢veres rescatados el viernes 3 de junio frente a la ciudad libia de Zuara se encontraban los cuerpos de varias ni?as nigerianas, seg¨²n Helena Maleno. ¡°Eran ni?as que viajaron de Marruecos a Libia para ser explotadas sexualmente en Europa. Nos llam¨® un chico congole?o que ahora estaba en T¨¢nger y ahora est¨¢ en Tr¨ªpoli y nos cont¨® que en ese barco iban muchas chicas nigerianas¡±.
El triste final de tanta gente que nunca llegar¨¢ a Europa no parece desalentar a cientos de ni?os que esperan su oportunidad escondidos en el monte o en las estaciones de autob¨²s.
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