La doble lucha de las mujeres en Colombia
Una reforma agraria que incluya la participaci¨®n femenina y el rechazo a la violencia sexual, claves en el acuerdo para la paz que incluye aspectos de g¨¦nero
El pasado 24 de julio, el Gobierno de Colombia y las FARC acordaban incluir la perspectiva de g¨¦nero en la Mesa de Conversaciones de Paz de La Habana (Cuba). ¡°Hay evidencias cuantitativas en otros pa¨ªses de que cuando se introduce el concepto de g¨¦nero en una situaci¨®n de postconflicto, las probabilidades de que los acuerdos sean sostenibles en el tiempo se multiplican¡±, afirma la espa?ola Bel¨¦n Sanz, directora de ONU Mujeres en Colombia y testigo presencial de estos cuatro a?os de negociaciones.
Hablar de las mujeres en la construcci¨®n de la paz significa visibilizar el impacto diferenciado que tiene la guerra entre unos y otros, explica la representante de Naciones Unidas. Sanz lo ilustra con un ejemplo claro: ¡°El 52% de los 6,5 millones de desplazados por el conflicto son mujeres. Mujeres sin sus esposos, que est¨¢n muertos o desaparecidos; pobres; con hijos en alguno de los bandos o incluso en bandos contrarios; con hijas violadas por los actores armados¡¡±. Y contin¨²a: ¡°Mujeres que sostienen a sus familias y han sufrido hasta dos y tres desplazamientos y que en los lugares donde se asientan viven en el permanente riesgo de sufrir nuevamente violencia f¨ªsica y econ¨®mica. Sus narrativas no tienen nada que ver con la de los hombres y no verlo es no entender la guerra que ha sufrido el pa¨ªs¡±. Pero bajo la perspectiva de g¨¦nero, las mujeres ¡ªtanto las presentes en las negociaciones de la capital cubana (en uno y otro bando), como las v¨ªctimas que han narrado los horrores que han vivido y las organizaciones feministas que llevan a?os trabajando incansablemente por una sociedad m¨¢s equitativa y justa¡ª, ven en los acuerdos de paz una oportunidad hist¨®rica para transformar el pa¨ªs.
Seg¨²n el comunicado conjunto que emitieron el Ejecutivo colombiano y las FARC, el compromiso de incluir asuntos de g¨¦nero se basa en ocho puntos que cambian por completo el sistema actual. Entre ellos destacan el acceso igualitario a la propiedad rural; la b¨²squeda de un modelo que garantice los derechos econ¨®micos, sociales y culturales de las mujeres y personas con identidad sexual diversa; la erradicaci¨®n de los cultivos il¨ªcitos y la promoci¨®n de la participaci¨®n femenina en espacios de representaci¨®n, toma de decisiones y resoluci¨®n de conflictos.
El grupo de especialistas en g¨¦nero presente en Cuba ha tratado tambi¨¦n un asunto silenciado hasta hace poco en la sociedad colombiana: la violencia sexual y la utilizaci¨®n de las mujeres como bot¨ªn de guerra. En este sentido, tambi¨¦n consta la toma de medidas de prevenci¨®n y protecci¨®n que atiendan los riesgos espec¨ªficos de las mujeres; el acceso a la verdad, justicia y garant¨ªas de no repetici¨®n, y el reconocimiento p¨²blico y difusi¨®n de la labor realizada por mujeres como sujetos pol¨ªticos.
Igualdad sustantiva
¡°Hemos presenciado la culminaci¨®n de una fase cr¨ªtica del trabajo de la subcomisi¨®n de g¨¦nero, que es un mecanismo ¨²nico en la historia de la resoluci¨®n de conflictos¡±, apunta el comunicado de la ONU sobre la firma. ¡°La aplicaci¨®n de este compromiso ser¨¢ la prueba clave de una paz duradera, y satisfar¨¢ las aspiraciones m¨¢s elevadas de las colombianas y los colombianos respecto a contar con una sociedad justa, equitativa, inclusiva y democr¨¢tica¡±, remarca.
Ahora queda la formalizaci¨®n y materializaci¨®n del pacto, ya que desde hace d¨¦cadas existen leyes en Colombia sobre la participaci¨®n de las mujeres en la pol¨ªtica, la devoluci¨®n de tierras a los campesinos y la violencia sexual y el feminicidio. Tampoco es nueva la resoluci¨®n 1325 de Naciones Unidas, que ha cumplido ya 15 a?os, y que habla de la importancia del papel de las mujeres en la construcci¨®n de la paz. ¡°No solo es el fin del conflicto. Hay que trabajar ahora para que la igualdad no solo sea formal, sino sustantiva. Hay que hacer que las leyes se cumplan y entender que los procesos de paz son momentos de transici¨®n donde se pueden remover y acelerar los cambios¡±, zanja Bel¨¦n Sanz.
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