Si Sandino levantara la cabeza

Una de las im¨¢genes m¨¢s bonitas de Managua, la capital de Nicaragua, es la que muestra a los capitalinos la silueta de Sandino, erguida, poderosa, que infunde respeto, instalada sobre la Loma de Tiscapa. A sus pies, una hermosa laguna de origen volc¨¢nico, encima, un cielo de azul intenso, el despejado cielo tropical nicarag¨¹ense. As¨ª la ide¨® el poeta Ernesto Cardenal, as¨ª fue instalada en esa loma, antiguo coraz¨®n del poder de la dictadura, sitio de tortura del somocismo, que fue convertida en parque nacional con la la silueta de Sandino, negra, enorme, iluminando la Nicaragua sin dictadura, libre y democr¨¢tica.

Y as¨ª estuvo hasta 2013, cuando esa imagen de postal cambi¨® repentinamente. La primera dama de Nicaragua, hoy convertida en compa?era de f¨®rmula del presidente Daniel Ortega de cara a las generales de noviembre, decidi¨® que Sandino no deb¨ªa estar solo y a la par orden¨® construir una inmensa estructura de metal, un ¨¢rbol amarillo decorado con decenas de lucecitas. La bautiz¨® como ¡°?rbol de la Vida¡± y al colocarla a la par de Sandino, pero m¨¢s grande y pesada que su silueta, enviaba un mensaje claro como el azul de ese cielo tropical que los cobija: el nuevo poder en Nicaragua ya no era el sandinismo, si no el modelo familiar impuesto por su esposo y ella, el orteguismo.

Un modelo saqueador de la riqueza de este pa¨ªs sumido en la pobreza, de rapi?a desatada desde las instituciones del Estado, de alianza con el gran capital, autoritario, antidemocr¨¢tico, din¨¢stico, en el que el pa¨ªs ser¨ªa gobernado de nuevo como una hacienda familiar y la soberan¨ªa, por la que muri¨® Sandino, rifada como en una subasta de pueblo al capital internacional, un qui¨¦n da m¨¢s, qui¨¦n da m¨¢s que le abri¨® las puertas a un empresario chino desconocido, al que Ortega entreg¨® la concesi¨®n para construir un Canal Interoce¨¢nico que ser¨ªa -a decir de cient¨ªficos y ambientalistas- un desastre ambiental de proporciones apocal¨ªpticas, que dejar¨ªa a decenas de miles de nicarag¨¹enses sin sus tierras y sin comida y acabar¨ªa con un recurso tan valioso como el Gran Lago de Nicaragua.

Ese lago, hay que decirlo, que se ha convertido esta semana en el cementerio de migrantes africanos que ilegalmente entran por veredas a Nicaragua, en su deseo de llegar a Estados Unidos. Daniel Ortega, autollamado ¡°el pueblo presidente¡±, critica con dureza la pol¨ªtica migratoria de Estados Unidos y Europa, pero cierra con candados las fronteras de Nicaragua para evitar que, primero cubanos y luego africanos y haitianos, pasen por este pa¨ªs en su ruta para lograr el sue?o americano. La hipocres¨ªa de un mandatario megal¨®mano, que se sue?a l¨ªder mundial, pero da un portazo a los m¨¢s desfavorecidos, quienes deben buscar a los llamados coyotes, traficantes de personas, para viajar clandestinos, solos con su pena, solos con la condena de ser los no gratos.

?Por qu¨¦ no los defiende el Comandante? ?Por qu¨¦ ni una sola palabra de la primera dama Rosario Murillo? No existen. Vidas que no cuentan. Muertos bajo el cielo de la ¡°Nicaragua libre, bendita, cristiana y solidaria¡±, a decir del eslogan oficial.

Y tambi¨¦n est¨¢n los pobres, decenas de miles de pobres que luchan por sobrevivir en un pa¨ªs sin oportunidades, disminuidos a una masa que acepta migajas a cambio de votos. Gente que mira en televisi¨®n al viejo guerrillero transportado en lujosos Mercedes Benz blindados, sus hijos convertidos en ricos empresarios vestidos de finos sacos y viendo la hora en car¨ªsimos relojes o -por capricho- trayendo desde Italia a toda el festival Pucciniano, para que el delf¨ªn del r¨¦gimen pueda estrenarse como tenor en el drama de la Turandot.

Sandino mira todo este desde la loma. Su silueta negra, como un hermoso cuervo, observa el pasar de los d¨ªas en este pa¨ªs sumido en los desmanes de un poder autocr¨¢tico. Nadie sabe d¨®nde qued¨® enterrado el gran h¨¦roe nacional tras su asesinato. Por eso est¨¢ ah¨ª esa silueta, para no olvidar su gesta: un pa¨ªs libre, sin familia gobernante, sin intervenci¨®n extranjera, soberano, democr¨¢tico, igualitario.

Si Sandino levantara cabeza¡­