Mauricio Macri salda deudas con provincias y sindicatos a cambio de gobernabilidad

El presidente Mauricio Macri ha iniciado un arduo y costoso, en t¨¦rminos monetarios, trabajo de seducci¨®n pol¨ªtica. Sabe que enfrenta un mes de agosto complicado. El pr¨®ximo d¨ªa 22, la Confederaci¨®n General del Trabajo (CGT) votar¨¢ su reunificaci¨®n y dos d¨ªas despu¨¦s participar¨¢ de una marcha de protesta a Plaza de Mayo contra que promete ser masiva. En ese escenario de creciente conflictividad y apurado por una econom¨ªa que no despega, ha decidido tomar la iniciativa. Macri ha ordenado el pago de 30.000 millones de pesos (2.000 millones de d¨®lares) que el Estado adeuda al sistema de salud que depende de los sindicatos. Al mismo tiempo, ha logrado el apoyo de los gobernadores con la devoluci¨®n del 15% del dinero que el gobierno central reparte entre las provincias y que la Casa Rosada reten¨ªa desde 1992 para uso de la seguridad social.

La pol¨ªtica se nutre de gestos pol¨ªticos y fotos de alto impacto. Macri tuvo las suyas, dos en la misma jornada y con horas de diferencia. La imagen de buena parte de los gobernadores, incluso kirchneristas, en la residencia presidencial y, m¨¢s tarde, la que mostr¨® al presidente junto a los sindicalistas m¨¢s poderosos del pa¨ªs en la Casa Rosada han transmitido un mensaje de apoyo a la gesti¨®n oficial. Los dos movimientos decididos por Macri fueron respuestas a viejos reclamos sindicales y provinciales que N¨¦stor y Cristina Kirchner se negaron a atender. La oposici¨®n de ese momento denunci¨® que el uso discrecional del dinero sirvi¨® al anterior Gobierno para disciplinarlos. Macri ha prometido ahora di¨¢logo y m¨¢s recursos.

El primer objetivo ha sido el sindicalismo peronista, dividido hoy en tres centrales pero en proceso de unificaci¨®n. El dinero prometido, que llegar¨¢ parte en efectivo y parte en bonos, ser¨¢ un salvavidas para las obras sociales que prestan servicios de salud a 24 millones de personas. La novedad ha sido que unos 8.000 millones (533 millones de d¨®lares) de la deuda ser¨¢n para financiar un sistema de salud universal gratuito destinado a otros 15 millones de personas. El sistema sanitario argentino se sustenta sobre tres patas: el 55,5 % de la poblaci¨®n se atiende en el sistema sindical, financiado con el aporte de los trabajadores en blanco, el 30%, unos 12,5 millones de personas, utiliza el sistema p¨²blico de hospitales gratuitos, el 10% acude al PAMI (la obra social de los jubilados) y el resto, el 4,5%, financia de su bolsillo un servicio privado de salud. Macri ha decidido fortalecer al sistema sindical, principal fuente de ingreso monetario de las agrupaciones de trabajadores.

"Somos un mismo barco (...) si un sector pide que se le contemplen situaciones (particulares), eso reduce las posibilidades de crecimiento del resto. A la verdad hay que sumarle la solidaridad", dijo Macri durante el anuncio en Casa Rosada del acuerdo con los gremios. No lo dijo directamente, pero el presidente critic¨® la decisi¨®n sindical de marchar el d¨ªa 22 en contra del aumento de las tarifas, el desempleo y la inflaci¨®n desbocada. El escenario no pod¨ªa ser mejor. El Gobierno logr¨® que del acto participaran tambi¨¦n buena parte de los gobernadores que controlan los 23 distritos del pa¨ªs y que tiempo antes se encontraron en Olivos con el ministro de Interior, Rogelio Frigerio, a cargo de la relaci¨®n del gobierno central con las provincias.

Tras el acuerdo, Buenos Aires se comprometi¨® a girar este a?o la Naci¨®n girar¨¢ este a?o 37.000 millones de pesos (2.466 millones de d¨®lares) a las alica¨ªdas econom¨ªas del interior, lastradas por d¨¦ficit fiscal que alcanza los 95.000 millones de pesos (5.600 millones de d¨®lares). A cambio, Macri podr¨¢ esperar que los gobernadores no entorpezcan los proyectos del Ejecutivo en el Senado, donde est¨¢n representadas las provincias a raz¨®n de tres senadores cada una. Los gobernadores firmaron adem¨¢s el compromiso de alcanzar el equilibrio fiscal en 2019. La foto en la Casa Rosada no fue una m¨¢s: evidencia de una tregua, Macri conf¨ªa en que pasar¨¢ agosto sin demasiados sobresaltos.