El Ej¨¦rcito busca instalarse en el poder en Tailandia

Los tailandeses votan este domingo en refer¨¦ndum el borrador de su vig¨¦sima Constituci¨®n desde la abolici¨®n de la monarqu¨ªa absoluta hace 84 a?os, un proyecto respaldado por la Junta militar que se hizo con el poder en mayo de 2014 tras un golpe de Estado y que es rechazado por la clase pol¨ªtica. La consulta es clave para la Junta, que ha expresado su voluntad de poner fin a una d¨¦cada de turbulencias pol¨ªticas, y decidir¨¢ su influencia en el pa¨ªs en las pr¨®ximas elecciones.

Tras una campa?a marcada por la detenci¨®n de opositores y el veto a todo debate previo, la nueva Constituci¨®n, de aprobarse, consolidar¨ªa la hegemon¨ªa de los militares en la vida pol¨ªtica del pa¨ªs. El borrador ha sido redactado por un comit¨¦ de 21 miembros seleccionado por la Junta militar. Uno de los puntos m¨¢s controvertidos del borrador es permitir a la Junta la elecci¨®n de todos los asientos del Senado durante los pr¨®ximos cinco a?os.

El Gobierno, encabezado por el general golpista Prayut Chan-ocha, sit¨²a la aprobaci¨®n de la nueva Ley Fundamental como paso previo al restablecimiento de la democracia mediante unas elecciones que deber¨ªan celebrarse en 2017. Pero si es rechazada, ha dado a entender que se dictar¨¢ de forma unilateral otra.

Si la Carta logra la aprobaci¨®n popular, lejos de ser un paso decisivo en lo que los militares han denominado ¡°democracia plena y sostenible¡±, podr¨ªa generar a¨²n m¨¢s inestabilidad pol¨ªtica al conceder mayores poderes a las instituciones no democr¨¢ticas elegidas por los uniformados, consolidando todav¨ªa m¨¢s su autoridad.

El rechazo del texto mantendr¨ªa a los militares en el poder de todos modos, por un periodo indefinido, y adem¨¢s podr¨ªa retrasar la hoja de ruta para la celebraci¨®n de las elecciones, seg¨²n ha denunciado la Federaci¨®n Internacional para los Derechos Humanos (FIDH).

En los meses previos a la consulta, los militares han ignorado las peticiones concertadas de Naciones Unidas y algunos Gobiernos extranjeros para que se respete el derecho de los ciudadanos a expresar libremente su opini¨®n sobre el proyecto de Constituci¨®n.

¡°Los militares se han negado a permitir la mayor¨ªa de seminarios, conferencias y otros eventos p¨²blicos que fomenten el debate cr¨ªtico¡±, explica Sunai Phasuk, de la ONG Human Rights Watch (HRW). Del 27 de abril al 24 de julio las autoridades detuvieron al menos a 41 personas de forma arbitraria por criticar o hacer campa?a en contra del borrador.

La sociedad tailandesa se ha polarizado en la ¨²ltima d¨¦cada al hilo de la crisis pol¨ªtica, que enfrenta a dos grupos. Por un lado los camisas rojas, en su mayor¨ªa agricultores pobres de las zonas rurales del norte y noreste del pa¨ªs; por otro, el Partido Dem¨®crata, el m¨¢s antiguo de Tailandia, y los camisas amarillas, representantes de la clase media de Bangkok y de las provincias del sur del pa¨ªs.

Mientras los camisas rojas son partidarios del ex primer ministro Thaksin Shinawatra, depuesto por un golpe militar en septiembre de 2006 tras ganar dos elecciones seguidas con sus pol¨ªticas sociales, los camisas amarillas y el Partido Dem¨®crata, seguidores del rey, ven a Thaksin y sus asociados como una amenaza para el orden tradicional.

La consulta se celebrar¨¢ adem¨¢s en medio de la preocupaci¨®n por la salud del rey Bhumibol Adulyadej, que con 88 a?os lleva 70 en el trono y m¨¢s de doce meses en un hospital. El pr¨ªncipe heredero Maha Vajiralongkorn no ha heredado la misma popularidad de la que goza su padre, considerado como un semidi¨®s en el pa¨ªs.