La ¡®dama de hierro¡¯ india abandona su huelga de hambre 16 a?os despu¨¦s
Irom Sharmila comenz¨® su ayuno como protesta contra los poderes extrajudiciales de las fuerzas armadas
La activista india Irom Sharmila rompi¨® este martes una huelga de hambre que duraba 16 a?os en protesta por una estricta ley antiterrorista de las autoridades de su pa¨ªs. La conocida como la Dama de Hierro por su persistencia, alimentada a la fuerza durante todo este tiempo mediante una sonda en la nariz, dijo desistir de su ayuno por los deseos de estar con su pareja, un brit¨¢nico, y de presentarse como candidata a las elecciones de su estado, Manipur.
Sharmila, de 44 a?os, rompi¨® el ayuno con un dulce ba?ado en miel. Ten¨ªa 28 a?os cuando dej¨® de comer, en protesta por la Ley de Facultades Especiales de las Fuerzas Armadas (AFSPA, por sus siglas en ingl¨¦s), que otorga poderes extrajudiciales a las fuerzas de seguridad en zonas en conflicto, en los que est¨¢n considerados Estados del noreste de India y Cachemira.
Estos a?os ha estado en el hospital de una prisi¨®n acusada de ¡°intento de suicidio¡± por su ayuno, considerado un crimen. Ahora Sharmila tiene dos razones para comenzar a alimentarse por ella misma: la pol¨ªtica y el amor.
Frente a las c¨¢maras explic¨®: ¡°He estado en ayuno por 16 a?os y no he obtenido nada de ello. Ahora quiero intentar una forma diferente de movilizaci¨®n. Voy a contender contra el jefe de gobierno del Estado¡±. Su otra raz¨®n, es que se casar¨¢ con Desmond Coutinho, su novio brit¨¢nico que vive en Goa, al sur de la India, con el que se ha comunicado por carta durante los ¨²ltimos a?os. El amor es una cosa personal y natural, asegur¨®. ¡°Todo mundo me ha visto como alguien extra?o. ?Por qu¨¦ no pueden ver que soy una persona normal?¡±.
Su protesta comenz¨® en noviembre de 2000, tras la Masacre de Malom, una aldea cerca de Imphal, la capital de Manipur: 10 personas fueron asesinadas supuestamente por Los Rifles de Assam, una fuerza paramilitar. Desde entonces dijo que luchar¨ªa para que se quitara la ley que les da impunidad a las fuerzas de seguridad. Su manera de protesta pac¨ªfica inclu¨ªa tambi¨¦n no volver a su casa y no peinar sus cabellos.
Tras su anuncio de este martes la sociedad en Manipur est¨¢ dividida, al igual que sus seguidores. En ese Estado su ayuno era sin¨®nimo de la resistencia. No se sabe si quiera si su madre, Shakhi Devi la apoya en su decisi¨®n. La mujer de 84 a?os no asisti¨® al tribunal, lo que se interpret¨® como que no est¨¢ completamente de acuerdo. Algunos medios locales dicen que Devi dijo que no ver¨¢ a su hija hasta que logre quitar la ley AFSPA.
Esta ley de 1958 ha sido debatida en India el ¨²ltimo mes, cuando el tribunal supremo orden¨® a los cuerpos de seguridad que no usen la fuerza excesiva y que m¨¢s de 1.500 muertes de civiles en Manipur en los ¨²ltimos 20 a?os deben ser investigadas. Los activistas tambi¨¦n denuncian que en Cachemira, otra zona de conflicto, esta ley tambi¨¦n da impunidad a las fuerzas de seguridad para torturar, matar o violar. Manipur y otros seis Estados del noreste, conocidos como "las siete hermanas", est¨¢n unidos al resto de la India por un estrecho corredor entre Bangladesh y But¨¢n, lo que acent¨²a las diferencias socioculturales de esta regi¨®n y la proliferaci¨®n de grupos secesionistas.
Seg¨²n el peri¨®dico The Indian Express, las Meira Paibis, sus seguidoras m¨¢s cercanas y el brazo fuerte de su movimiento, se han distanciado de ella desde su relaci¨®n con Coutinho. Soibom Mamon Laima, una de las l¨ªderes de ese grupo de las 4.000 mujeres lament¨® que, a pesar del apoyo que le han dado a Sharmila durante los a?os de ayuno, ella no las consult¨® antes de dar el paso. ¡°Por supuesto que se puede casar, pero no hasta que se quite la AFSPA. Ella sabe que es la dama de hierro de Manipur¡±. Dos grupos insurgentes han amenazado con matarla si se casa o hace pol¨ªtica. Por ahora Sharmila pag¨® la fianza por 10.000 rupias, lo equivalente a 132 euros y ha demostrado que empezar¨¢ a alimentarse por si misma, as¨ª que quedar¨¢ en libertad en cuanto terminen los papeleos. Sin embargo, nadie tiene idea de c¨®mo ser¨¢ la vida ¡°normal¡± de la dama de hierro.
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