Alemania ¡®caza¡¯ a otros ocho presuntos criminales nazis
Son cuatro mujeres y cuatro hombres empleados en el campo de concentraci¨®n de Stutthof
El Centro de Investigaciones de Cr¨ªmenes Nazis, una organizaci¨®n creada en 1958 y que tiene la misi¨®n de detectar y, en lo posible, llevar ante la justicia a los antiguos criminales nazis, anunci¨® este martes que ha identificado a ocho nuevos presuntos asesinos del r¨¦gimen nazi del campo de concentraci¨®n de Stutthof, en las cercan¨ªas de Gdansk (Polonia) contra los cuales ya se han abierto investigaciones por complicidad en el asesinato de miles de personas.
¡°Se trata de cuatro hombres y cuatro mujeres que prestaron servicios en el campo de concentraci¨®n de Stutthof¡±, se?al¨® el director del Centro, Jens Rommel. Seg¨²n las pesquisas llevadas a cabo por el Centro, que tiene su sede en Ludswigsburg, los hombres habr¨ªan trabajado como guardias y las mujeres como mecan¨®grafas, telefonistas u operadoras telef¨®nicas
El hallazgo del centro fue comunicado a los fiscales que ahora tienen la misi¨®n de llevar ante un juez a los presuntos criminales, una tarea que puede verse alterada por la edad: las ocho personas nacieron entre los a?os 1918 y 1927.
Pero si el estado de salud lo permite, es posible que los ocho presuntos criminales sean condenados a penas de c¨¢rcel gracias a un veredicto famoso dictado en 2011 y que sent¨® jurisprudencia en el pa¨ªs. Hasta ese a?o, la justicia germana, para poder llevar ante un juez a todos los que participaron en el exterminio en los campos, deb¨ªa tener pruebas fehacientes de que los acusados hab¨ªan dado ¨®rdenes personales para enviar a sus v¨ªctimas a las c¨¢maras de gas.
De los aproximadamente 6.500 miembros de las SS que estuvieron en Auschwitz y que lograron sobrevivir a la guerra, solo 29 fueron llevados ante un juez y condenados a penas de c¨¢rcel en la Rep¨²blica Federal de Alemania y 20 en la RDA.
En noviembre de 2011, un juez de M¨²nich conden¨® a cinco a?os de c¨¢rcel a John Demjanjuk, un anciano de 91 a?os de origen ucranio, despu¨¦s de ser encontrado culpable de haber sido c¨®mplice en el exterminio de unos 28.000 jud¨ªos en el campo de concentraci¨®n de Sobibor. Los fiscales nunca pudieron aportar datos concretos sobre la actuaci¨®n de Demjanjuk, pero el juez consider¨® que la presencia del acusado en el campo y las sospechas sobre su trabajo eran suficientes para condenarlo. La sentencia sent¨® jurisprudencia y desat¨® en el pa¨ªs una nueva cacer¨ªa contra los ¨²ltimos supervivientes que sirvieron en los campos de concentraci¨®n.
La sentencia contra Demjanjuk ayud¨® a condenar en 2015 a cuatro a?os de c¨¢rcel a Oskar Gr?ning, un anciano de 94 a?os que fue acusado de haber sido c¨®mplice en la muerte de 300.000 personas en Auschwitz. El juez que conden¨® a Gr?ning consider¨® que el acusado hab¨ªa sido un engranaje peque?o pero efectivo de una ¡°maquinaria asesina¡±, que pudo funcionar gracias a los cientos de engranajes que funcionaban con la precisi¨®n de un reloj.
Este mismo argumento fue utilizado por una juez de Deltomon para condenar, en el mes de junio pasado, a una pena de cinco a?os der c¨¢rcel a Reinhold Henning un exsargento de las SS que trabajo durante dos a?os y medio como guardia en Auschwitz. El anciano de 94 a?os fue condenado como c¨®mplice en la muerte de 170.000 prisioneros.
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