Egipto, refugio limitado para el exilio sirio
El Gobierno impuso visado a los sirios tras el golpe pero da sanidad y educaci¨®n a los que entran ilegalmente
Como miles de sus compatriotas, Bassam al-Labbad, tuvo que dejar atr¨¢s su confortable vida en Damasco como gerente de una multinacional kuwait¨ª para buscar refugio en las bulliciosas calles de El Cairo. ¡°No estoy acostumbrado a pedir dinero a la gente. Vengo de una familia acomodada en Siria, pero si no fuera por las donaciones de gente bondadosa y de mi hija en Arabia Saud¨ª, no podr¨ªamos sobrevivir¡±, comenta apesadumbrado en su humilde apartamento de Seis de Octubre, un suburbio de la capital egipcia con una alta concentraci¨®n de sirios. Repleto de restaurantes y pasteler¨ªas tradicionales, se ha convertido en una especie de ¡°peque?o Damasco¡±.
De acuerdo con el ¨²ltimo recuento de ACNUR, la agencia de la ONU para los refugiados, en Egipto se hallan registrados 114.911 nacionales sirios bajo este estatus. Sin embargo, el Gobierno egipcio estima que el pa¨ªs acoge a muchos m¨¢s: unos 350.000, una cifra considerable, pero sensiblemente menor a la de aquellos pa¨ªses que comparten frontera con frontera con Siria, como L¨ªbano o Turqu¨ªa. No en vano, despu¨¦s de m¨¢s de cinco a?os de guerra civil, el ¨¦xodo sirio se cuantifica en cerca de cinco millones de personas, el m¨¢s populoso desde la II Guerra Mundial. ¡°Muchos sirios ya viv¨ªan en Egipto antes de la crisis, mientras otros no quieren registrarse como refugiados porque eso limitar¨ªa su libertad de movimientos fuera del pa¨ªs de asilo¡±, explica Tarik Argaz, portavoz de ACNUR en Egipto.
La llegada de sirios a Egipto se ralentiz¨® considerablemente a partir de julio de 2013, pues las autoridades que reemplazaron al derrocado presidente islamista Mohamed Morsi cambiaron su pol¨ªtica de puertas abiertas. Los sirios necesitan ahora un visado, que raramente les conceden. En consecuencia, la mayor¨ªa de los 7.818 registrados en las oficinas de ACNUR en 2015 entraron ilegalmente al pa¨ªs a trav¨¦s de la frontera sudanesa. Ahora bien, el r¨¦gimen de Abdelfat¨¢ al Sisi s¨ª se ha mantenido la pol¨ªtica de acceso gratuito a la educaci¨®n y a la sanidad p¨²blicas.
¡°Tras el golpe, hubo una ola anti-siria incitada por los medios de comunicaci¨®n, que nos acusaban de apoyar a la Hermandad en sus manifestaciones, lo que era falso. Por ejemplo, mi casero me ech¨® del apartamento s¨®lo por mi nacionalidad¡±, recuerda un exiliado sirio que prefiere guardar el anonimato. ¡°Ahora, ya no necesitan crear un enemigo y la situaci¨®n ha mejorado¡±, a?ade. Al-Labbad, un anciano de 63 a?os que se exili¨® con su esposa y su hijo hace tres a?os, confirma la distensi¨®n: ¡°Nosotros amamos los egipcios, por esto escogimos venir aqu¨ª¡±.
Entre las ONGs que asisten a los exiliados existe la percepci¨®n de que las condiciones de vida de los refugiados sirios en Egipto son mejores que las de los de otras naciones, como et¨ªopes o sudaneses, o incluso los propios sirios en Jordania o Turqu¨ªa. ¡°Varios factores explican esta realidad. Los refugiados aqu¨ª no viven en campos, sino integrados en las ciudades. No existe la barrera del lenguaje y el coste de la vida es menor que en otros pa¨ªses¡±, asevera Argaz.
En parte, la explicaci¨®n reside tambi¨¦n en el hecho de que el perfil socio-econ¨®mico de los refugiados sirios en Egipto es m¨¢s elevado. Muchos llegaron con una buena base de ahorros y experiencia como emprendedores, lo que les permiti¨® abrir sus propios negocios. Este es el caso de Mazen Mohamed, propitario de una f¨¢brica de ropa, y que vive en el acomodado barrio cairota de Ramadan City.
Seg¨²n el diario Al Ahram, m¨¢s de 15.000 empresas fueron creadas por nacionales sirios desde 2011, sobre todo en los sectores de la hosteler¨ªa y el textil. ¡°Mi situaci¨®n es mejor que la muchos de mis compatriotas. Pero aunque tuviera millones en Egipto y ni un c¨¦ntimo en Siria, lo dejar¨ªa todo por volver. Pero ahora no puedo garantizar la seguridad de mis hijos¡±, explica Mohamed, que vio como su vivienda. su f¨¢brica y sus tiendas en Damasco eran destruidas por los bombardeos.
Los informes de ACNUR confirman que la de Mohamed es una posici¨®n privilegiada: un 67% de los refugiados se hallan en una situaci¨®n econ¨®mica ¡°muy vulnerable¡±. Por ello, unos 40.000 sirios reciben asistencia financiera por parte de ACNUR -sus transferencias oscilan entre unos 40 y 215 euros mensuales en funci¨®n de las necidades de cada famila-. Adem¨¢s, junto al Programa Mundial de los Alimentos, tambi¨¦n reparte 65.000 cupones mensuales de comida por valor de unos 20 euros.
Al-Labad es uno de los refugiados que disfrutan de una ayuda que considera insuficiente, y que cada d¨ªa valen menos en un pa¨ªs con un 14% de inflaci¨®n. ¡°Nos dan 600 libras [60 euros], y las medicinas de mi mujer ya cuestan m¨¢s de 700, y el alquiler tambi¨¦n¡±, lamenta. Antes las escasas expectativas que ofrece una econom¨ªa en crisis, un n¨²mero creciente de sirios se han embarcado en precarios nav¨ªos en direcci¨®n a las costas italianas. Decenas de ellos figuran entre los 3.151 fallecidos o desaparecidos este a?o en el Mar Mediterr¨¢neo, ensanchando la magnitud de la tragedia siria.
(*) En el art¨ªculo colabor¨® tamb¨¦n Mohamed Effat
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