¡°Etchecolatz es un Hitler en Argentina¡±

Si hay una persona por la que el represor Miguel Etchecolatz est¨¢ preso, ese es Julio L¨®pez. El testimonio que brind¨® el 18 de septiembre de 2006, el tercero que aport¨® a la causa, acerca del funcionamiento del ¡°llamado circuito Camps¡± (por Ram¨®n Camps, un general a cargo de los centros de detenci¨®n ilegal en provincia de Buenos Aires) permiti¨® a la justicia conocer una de las tramas m¨¢s perversas de la dictadura militar. Julio L¨®pez ya no est¨¢, desapareci¨® tres horas despu¨¦s de aquella declaraci¨®n. No est¨¢ preso, ni de viaje, ni detenido, ni en su casa, junto a su esposa Irene y su hijo Rub¨¦n, el mismo que hoy siente miedo ante la posibilidad que Etchecolatz contin¨²e su condena en la comodidad de su domicilio y no en una c¨¢rcel com¨²n.

¡°Tenemos miedo en el sentido de que estas situaciones no tendr¨ªan que pasar por una cuesti¨®n l¨®gica: hace 10 a?os que a mi viejo nadie lo busca y Etchecolatz ya va a quedar libre¡±, argumenta Rub¨¦n en di¨¢logo con EL PA?S, ¡°No tiene sentido. Uno puede pensar que son unos viejitos buenos, que no van a hacer nada pero est¨¢n presos por genocidas. Este tiene 5 condenas y va por m¨¢s¡±.

Pregunta: ?A qu¨¦ m¨¢s le tiene miedo?

Respuesta: El miedo es que mi viejo haya desaparecido en vano. Necesitamos que est¨¦n presos en c¨¢rcel com¨²n y tampoco comparto que se lo haya hospitalizado extramuros. Este tipo va a salir antes de que lo encuentren a mi viejo.

P: Cuando lo entrevistamos en marzo dijo que le dar¨ªa tiempo a Mauricio Macri, ?Lo defraud¨®?

R: No te puedo decir que Macri me defraud¨® pero va en camino. Hace poco le¨ª al secretario (de Justicia y Derechos Humanos) Claudio Avruj diciendo que entiende el dolor de la familia pero me parece que no lo entiende porque no est¨¢ entre nosotros.

P: ?Qu¨¦ opina del anuncio de que el gobierno no apelar¨¢ las detenciones domiciliarias?

R: No me llama la atenci¨®n el anuncio del gobierno porque as¨ª piensa. Hoy est¨¢n en evidencia las pol¨ªticas del gobierno en materia de Derechos Humanos. Este siniestro genocida es comparable con Hitler en Alemania. Es la misma comparaci¨®n y no estamos lejos de eso. Este personaje es un Hitler en Argentina y lo ¨²nico que falta es que nos digan que es un viejito piola () y no va a hacer nada mientras manejaba todo desde la c¨¢rcel como titiritero.

Jorge Julio L¨®pez es un alba?il que hoy tendr¨ªa 87 a?os. El 27 de octubre de 1976, mientras gobernaba Argentina la junta militar, fue detenido y confinado a distintos centros de detenci¨®n en momentos en que el ex represor Miguel Etchecolatz era Director de Investigaciones de la Provincia de Buenos Aires, encargado de uno de los centros de detenci¨®n clandestinos y mano derecha del ex General Ram¨®n Camps. Fue liberado el 25 de junio de 1979 tras sufrir torturas con picanas y ver como ejecutaban a sus compa?eros.

Con el advenimiento de la Democracia en 1983 y los juicios a los militares en la ¨²ltima d¨¦cada, se convirti¨® en un testigo esencial del Circuito Camps, como se llama al recorrido que hac¨ªan los detenidos por las dependencias de la provincia al mando del ex general. L¨®pez fue uno de los pocos que denunci¨® que los jefes de la Polic¨ªa Bonaerense se paseaban por los centros clandestinos y participaban de las torturas. Tambi¨¦n afirm¨® que Camps torturaba en persona en el Pozo de Arana, junto a su mano derecha, un hombre con ¡°cara de mono¡± que despu¨¦s identific¨® como Etchecolatz. En el juicio oral record¨®: ¡°Hab¨ªa un tipo que anotaba y Etchecolatz estaba al lado, le dec¨ªa ¡°dale, dale subila un poco m¨¢s¡± (por la picana). En una de las audiencias que cont¨® con la presencia del represor, ¨¦ste mostr¨® a los medios un papel con el nombre del alba?il cuando ya hab¨ªa desaparecido, en plena democracia.