Milei facilita por decreto el acceso de los j¨®venes argentinos a las armas de fuego

A tono con la pr¨¦dica de la ultraderecha global, el Gobierno de Javier Milei avanza en la desregulaci¨®n del acceso a las armas de fuego en Argentina. El presidente decret¨® el pasado lunes una reducci¨®n en la edad m¨ªnima para poder ser usuario: sin debate ni participaci¨®n del Congreso, Milei resolvi¨® que el requisito baje de 21 a 18 a?os. Mientras altos funcionarios se muestran en redes sociales practicando tiro o se fotograf¨ªan con pistolas y rifles, el Ejecutivo impulsa tambi¨¦n una ley para ¡°promover y facilitar¡± la tenencia de armas, entre otras medidas que flexibilizan los controles vigentes. Desde la Red Argentina para el Desarme advierten que el discurso y las decisiones del Gobierno proponen a la violencia como soluci¨®n a los conflictos y generan mayores riesgos para las personas.

En Argentina, con una poblaci¨®n de 46 millones de personas, hay poco m¨¢s de un mill¨®n de usuarios de armas registrados, con 1,7 millones de armas autorizadas. Los expertos en seguridad estiman, no obstante, que las armas no registradas duplican ese universo.

El principal argumento del Gobierno para modificar la edad m¨ªnima del acceso a armas de fuego es que, desde 2009, en Argentina la mayor¨ªa de edad se alcanza a los 18 a?os y ya no a los 21. ¡°A partir de ahora, los mayores de 18 a?os pueden ser leg¨ªtimos usuarios de armas¡±, celebr¨® la ministra de Seguridad de Milei, Patricia Bullrich, al conocerse el decreto presidencial. ¡°A los 16 a?os tienen derecho a votar. A los 18 pueden ir a la guerra, formar una familia o ser miembros de una fuerza de seguridad. Y, aunque parezca incre¨ªble, a cualquier edad pueden elegir un cambio de sexo que los marcar¨¢ de por vida. Entonces, ?por qu¨¦ a los 18 a?os no podr¨ªan ser leg¨ªtimos usuarios o portadores de un arma?¡±, plante¨® Bullrich, quien, por otra parte, impulsa bajar la imputabilidad penal hasta los 13 a?os.

¡°Si bien la medida tiene concordancia con el cambio en la mayor¨ªa de edad, a la vez es un mensaje simb¨®lico muy peligroso¡±, dice Mar¨ªa Pia Devoto, coordinadora de la Red de Seguridad Humana en Am¨¦rica Latina y el Caribe y directora de la Asociaci¨®n para el An¨¢lisis de Pol¨ªticas P¨²blicas. ¡°En un momento en que el discurso p¨²blico en redes sociales y en medios de comunicaci¨®n es un discurso crispado, dominado por la agresividad y que desprecia al que piensa diferente, con esta medida muchas personas se pueden sentir habilitadas para ejercer la violencia¡±, agrega. ¡°Por otro lado, es una decisi¨®n contradictoria con las estad¨ªsticas, que muestran que las personas que m¨¢s mueren v¨ªctimas de armas de fuego son varones y muy j¨®venes¡±.

Juli¨¢n Alfie, miembro de la Red Argentina para el Desarme, se?ala que la restricci¨®n etaria para usar armas no deber¨ªa vincularse ¡°con mayor¨ªa o no de edad, sino con la prevenci¨®n de riesgos. No es casual que en pa¨ªses como Brasil la edad m¨ªnima para acceder a un arma de fuego sea de 25 a?os. O que en algunos estados de Estados Unidos la hayan elevado a 21 a?os¡±, detalla. ¡°La decisi¨®n de ampliar el acceso a j¨®venes de 18, 19 y 20 a?os no tiene en cuenta cuestiones espec¨ªficas de este grupo etario, como el mayor riesgo de suicidio y de accidentes o la toma de decisiones impulsivas¡±. Devoto coincide: ¡°A los 18 a?os, los j¨®venes siguen siendo adolescentes y tienen un grado de vulnerabilidad muy alto¡±.

Hacia la ¡°desregulaci¨®n del mercado legal¡±

El decreto de Milei no fue una medida aislada. Cuando a¨²n era diputado nacional, ¨¦l mismo explicitaba su postura ¡°a favor de la libre portaci¨®n de armas¡±. Aunque durante la campa?a electoral del a?o pasado intent¨® disimularlo, la plataforma de La Libertad Avanza, su partido, propon¨ªa ¡°la desregulaci¨®n del mercado legal¡± de armas de fuego, en la misma senda recorrida por otros pol¨ªticos ultras, como Donald Trump en Estados Unidos o Jair Bolsonaro en Brasil. Su vicepresidenta, Victoria Villarruel, ha publicitado que es ¡°leg¨ªtima usuaria¡± de armas y ha reclamado que ¡°el ciudadano de bien se pueda defender¡± ante un delito. El mes pasado, Villarruel visit¨® la principal f¨¢brica privada de armas de Argentina, Bersa, y se fotografi¨® empu?ando un rifle. Antes de enemistarse, Milei y Villarruel se mostraron a bordo de un tanque de guerra durante un desfile militar.

La exhibici¨®n de armas de fuego es habitual entre los integrantes del Gobierno, sus legisladores y militantes. El principal asesor de Milei, Santiago Caputo, se dej¨® ver en redes sociales tomando clases de tiro. Tambi¨¦n es p¨²blica la afici¨®n por las armas del secretario de Culto, Nahuel Sotelo, y, entre otros, del dirigente libertario Daniel Parisini, el l¨ªder que hace pocas semanas lanz¨® la agrupaci¨®n Las fuerzas del cielo y la defini¨® como ¡°el brazo armado¡±, ¡°la guardia pretoriana del presidente Javier Milei¡±.

Junto con la eliminaci¨®n de algunos controles sobre los solicitantes de permisos para tener armas y sobre quienes renuevan sus licencias, hasta ahora la principal iniciativa del Gobierno en el ¨¢rea hab¨ªa sido un proyecto de ley para ¡°promover y facilitar el acceso legal y leg¨ªtimo a la tenencia de armas de fuego¡±, seg¨²n inform¨® el Ministerio de Seguridad.

La propuesta, que ya se aprob¨® en la C¨¢mara de Diputados y espera ser tratada en el Senado, incluye dos objetivos. Por un lado, prorroga un plan de entrega voluntaria de armas para su destrucci¨®n, vigente en el pa¨ªs desde 2007 y suspendido desde diciembre pasado. Por otro, en cambio, pretende regularizar indiscriminadamente las armas de uso civil que no fueron registradas o cuyo registro caduc¨®. El fiscal Gabriel Gonz¨¢lez Da Silva, a cargo de la Unidad Especializada en la Investigaci¨®n de Il¨ªcitos Relacionados con Armas de Fuego, advirti¨® que el proyecto implicaba ¡°una suerte de blanqueo y t¨¦cnicamente de una amnist¨ªa penal¡± para ¡°cualquier persona que procure ¡®blanquear¡¯ armas de fuego en la Argentina¡±.

¡°Las decisiones del Gobierno son preocupantes porque se dan en un marco de flexibilizaci¨®n del acceso a las armas de fuego¡±, concluye Alfie, director del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales. ¡°Argentina ha tenido una pol¨ªtica restrictiva de acceso a las armas, nuestra sociedad siempre ha comprendido que la mayor circulaci¨®n de armas aumenta los niveles de violencia y el riesgo de que cualquier conflicto termine con una muerte o lesiones graves. Hoy vemos un Gobierno que promociona el acceso a las armas, cuando el rol del Estado deber¨ªa ser comunicar y concientizar sobre sus riesgos. Lo que est¨¢n promoviendo es una sociedad m¨¢s violenta¡±.

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