Argentina moviliza 3.000 gendarmes para frenar la violencia en Rosario
20.000 personas se manifiestan en esta ciudad argentina para exigir medidas contra la inseguridad
Rosario, la tercera ciudad de Argentina, se desangra por la violencia. En 2015 se registraron 224 homicidios, en lo que va de a?o ya suman 136. "Esto es un caos, te matan para robarte un celular, todos los d¨ªas matan a alguien", describe por tel¨¦fono Mar¨ªa Celeste Figueroa Santamar¨ªa. Su padre, Rub¨¦n Figueroa, fue asesinado por un ladr¨®n que rob¨® el negocio familiar, a punta de pistola, a primera hora del pasado 25 de noviembre. Dos meses despu¨¦s, el fiscal inform¨® a la familia que ten¨ªa identificado al sospechoso, menor de edad, pero su madre se neg¨® a participar en una rueda de reconocimiento por miedo a represalias. No son los ¨²nicos. Junto a otros familiares de v¨ªctimas, convocaron este jueves a una marcha que se convirti¨® en un clamor multitudinario contra la inseguridad.
Las autoridades han tomado nota. La primera respuesta ser¨¢ reforzar la presencia policial en las calles. El Ministerio de Seguridad argentino enviar¨¢ unos 3.000 gendarmes (la fuerza de seguridad a cargo del control de fronteras y de lugares estrat¨¦gicos) a patrullar Rosario y su ¨¢rea metropolitana, en especial aquellos barrios m¨¢s afectados por la violencia. La Gendarmer¨ªa ya estuvo presente en Rosario en 2014 y parte de 2015, pero despu¨¦s volvi¨® a replegarse. "Cuando estuvieron los gendarmes mejor¨®, pero cuando se retiraron empeor¨® todo. No puede ser la soluci¨®n definitiva", advierte Figueroa Santamar¨ªa, en coincidencia con otros familiares de v¨ªctimas.
El ministro de Justicia de la provincia de Santa Fe, Ricardo Silberstein, dirigi¨® la mirada hacia el origen de la violencia, la creciente presencia del crimen organizado. "Santa Fe limita con 7 provincias y tiene un problema con el narcotr¨¢fico muy grande, necesariamente, tiene que trabajar con la Naci¨®n", declar¨® Silberstein a los medios. "El crimen organizado no tiene limitaciones, trabaja de forma interprovincial, tenemos que trabajar mancomunadamente m¨¢s all¨¢ de las provincias", insisti¨®.
La Gendarmer¨ªa cuenta con el respaldo del 60% de la poblaci¨®n rosarina, seg¨²n una encuesta de Nueva Comunicaci¨®n publicada hace un par de semanas. En cambio, hasta un 70% ve con desconfianza a las fuerzas de seguridad provinciales, acusadas de corruptas y de mantener v¨ªnculos con el narcotr¨¢fico. La c¨²pula policial ha sido renovada tres veces en los ¨²ltimos ocho meses debido al recrudecimiento de la violencia.
La ciudad santafesina, de 1,3 millones de habitantes, vivi¨® una gran prosperidad tras la crisis de 2001, gracias al boom de las materias primas y en especial de la soja, que se exporta desde las 29 terminales portuarias situadas en su periferia. La oleaginosa gener¨® grandes fortunas y una fiebre constructora que cambi¨® la fisonom¨ªa de la ciudad, con nuevas torres levantadas por doquier. Pero tambi¨¦n se llen¨® de dinero negro y se convirti¨® en un lugar ideal para asentar el narcotr¨¢fico. Su desembarco trajo un aumento de la violencia desconocido hasta entonces en el lugar, con registros superiores a los 200 homicidios anuales.?
En los ¨²ltimos a?os, la violencia se ha expandido del narcotr¨¢fico a otro tipo de delitos, como robos a mano armada en las calles y en domicilios. Una de los ejemplos m¨¢s recientes es el de Nahuel Ciarroca, de 27 a?os, que fue asesinado a principios de mes en un barrio de clase media para robarle un tel¨¦fono m¨®vil. El sospechoso del crimen es un hombre de 22 a?os que supuestamente presumi¨® por wasapp de lo ocurrido ante sus amigos. "Me rescat¨¦ un (Samsung) J7", escribi¨® minutos despu¨¦s del asesinato. "?No escuchaste los corchazos? (disparos) el jueves?", agreg¨®, seg¨²n los mensajes que se han filtrado a la prensa. Varios de los ¨²ltimos cr¨ªmenes sido perpetrados por delincuentes en libertad condicional, lo que ha disparado la indignaci¨®n ciudadana contra los jueces.
Adem¨¢s, las armas de fuego se han multiplicado en los ¨²ltimos siete a?os en Rosario, no solo para cometer delitos sino tambi¨¦n para peleas. Por ese motivo, cada vez hay m¨¢s legisladores provinciales que piden medidas para ponerles coto. La alcaldesa rosarina, M¨®nica Fein, estudia tambi¨¦n incrementar los controles sobre los motociclistas, protagonistas de gran parte de los robos denunciados en la ciudad.
Mientras los pol¨ªticos buscan soluciones, la poblaci¨®n rosarina advirti¨® anoche que se le ha acabado la paciencia. M¨¢s de 20.000 personas se concentraron frente a los tribunales para exigir justicia, con pancartas en las que pod¨ªa leerse "Ni un muerto m¨¢s", "Basta de violencia" y "Queremos vivir". Si no hay avances contra la delincuencia, en unas semanas volver¨¢n a las calles.
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