Argentina convierte a los Esteros del Iber¨¢ en avanzada del ecoturismo
Uno de los mayores humedales del mundo enfrenta el desaf¨ªo de abrirse a los visitantes en forma sustentable
Iber¨¢ es una voz guaran¨ª que significa aguas brillantes. Sobre una canoa, cuando el sol de la tarde ilumina rasante y el aire se detiene, los destellos que cubren los Esteros del Iber¨¢ encandilan. Las ¡°aguas brillantes¡± de los Esteros del Iber¨¢ invitan a caminar sobre ellas, a perderse en el silencio y la brisa suave. Visitar ese sitio cargado de magia es posible en un viaje que se potencia por el encanto que supone vencer un camino lleno de dificultades y una infraestructura tur¨ªstica apenas en ciernes. Pero todo eso pronto podr¨ªa cambiar, y en que ese desarrollo sea sustentable est¨¢ el desaf¨ªo que se han autoimpuesto los pueblos que rodean los esteros, la provincia que los aloja, Corrientes, y el gobierno nacional.
Los 1,3 millones de hect¨¢reas de los esteros del Iber¨¢ conforman uno de los humedales m¨¢s grandes del mundo. La zona est¨¢ conformada por lagunas, ba?ados, embalsados (islas flotantes de vegetaci¨®n) y laber¨ªnticos canales de agua que sirven de refugio a una de las comunidades de flora y fauna m¨¢s importante de Argentina. Su fauna aut¨®ctona est¨¢ llena de ejemplares en peligro m¨¢s o menos grave de extinci¨®n: el ciervo de los pantanos, el aguar¨¢-guaz¨², adem¨¢s de carpinchos, monos, lobitos de r¨ªo, yacar¨¦s y otras 110 especies. El humedal aloja tambi¨¦n al 35% de todas las aves que habitan en Argentina, con la yetap¨¢ de collar como emblema, una especie pr¨¢cticamente extinguida que en los esteros se descubre a simple vista entre los pastizales.
De la superficie total de los esteros, 533 mil hect¨¢reas pertenecen al Parque Provincial Iber¨¢ y 150 mil son propiedad de la fundaci¨®n Conservation Land Trust, en manos de los herederos del empresario estadounidense Douglas Tompkins. Fue el deseo del millonario que las tierras fuesen donadas al Estado argentino para la creaci¨®n de un Parque Nacional. Para ingresar a la zona el viajero debe acercarse a alguno de los cinco portales de acceso, peque?os pueblos ubicados alrededor de la reserva hasta ahora dedicados al agro y en proceso de adaptaci¨®n al turismo. Uno de ellos es Concepci¨®n Yaguaret¨¦ Cor¨¢, en el extremo suroeste y a 200 kil¨®metros de Corrientes capital. Concepci¨®n fue posta de descanso en 1810 de las tropas de Manuel Belgrano durante la guerra de la independencia de Espa?a y mantiene intacta la estructura cl¨¢sica de los pueblos del interior argentino: una plaza central rodeada de las edificios p¨²blicos m¨¢s importantes, adem¨¢s del bar, la helader¨ªa y, desde hace 4 a?os, un hotel. La llegada de turistas es incipiente, pero en Concepci¨®n conf¨ªan en que el Plan Maestro de Desarrollo del Iber¨¢, anunciado d¨ªas atr¨¢s por los gobiernos nacional y provincial, facilitar¨¢ el despegue definitivo.
El plan prev¨¦ mejorar las v¨ªas de acceso, habilitar la navegabilidad de los canales, mejorar la infraestructura hotelera y coordinar con los municipios lindantes el desarrollo de un turismo que no altere el medio ambiente, principal valor de la reserva. Hoy acceder al estero desde Concepci¨®n exige internase en un todoterreno por un camino rural de 30 kil¨®metros que atraviesa campos privados, abrir tres tranqueras con candado y pasar por la casona de El Tr¨¢nsito, uno de los campos comprados por Tompkins. Desde all¨ª se sigue por una senda hasta el Puerto Carambolita, un muelle en construcci¨®n que permite subir a las canoas en las que se recorrer¨¢ el arroyo Carambola, principal v¨ªa de agua de los esteros. All¨ª es donde comienza la experiencia m¨¢s intensa, con los yacar¨¦s calentando su sangre fr¨ªa al sol a metros del visitante y los p¨¢jaros sobrevolando el atardecer.
Gustavo Vera, miembro de la Asociaci¨®n de Gu¨ªas de Sitio Iber¨¢ Por¨¢, tiene a su cargo recibir al turista, explicarle lo que ve y, sobre todo, controlar que cumpla con las reglas de cuidado. ¡°La idea no es ofrecer cantidad, sino calidad en los servicios¡±, dice. Con algo de tiempo extra se puede pernoctar en alguna isla, hacer caminatas nocturnas o participar de una experiencia de canoa trineo, una pr¨¢ctica habitual de los lugare?os para transportar mercader¨ªa: la canoa se sujeta a un caballo que tira de ella desde la costa. El director de Turismo de Concepci¨®n, Gast¨®n Ram¨ªrez, es consciente del reto que supone convertir al pueblo en un polo tur¨ªstico. Pero sabe tambi¨¦n que la creaci¨®n de un Parque Nacional, que se sumar¨¢ al provincial, acercar¨¢ recursos econ¨®micos extraordinarios de deben aprovechar. ¡°Este pueblo es centenario y vive del agro, pero necesitamos que el turismo de nuevas oportunidades a la gente¡±, dice Ram¨ªrez, que no duda en recibir en persona al visitante.
El ministro de Turismo de la Naci¨®n, Gustavo Santos, ha prometido inversiones por unos 1.250 millones de pesos (833 millones de d¨®lares) para infraestructura en la zona de los esteros, una iniciativa que aspira a generar 20.000 puestos de trabajo, equivalentes al 10% de la poblaci¨®n total de los pueblos de la regi¨®n. ¡°Nos proponemos que, en los pr¨®ximos cinco a?os, lleguen al Iber¨¢ unos 300.000 turistas y visitantes anuales, que la estad¨ªa promedio se eleve de tres a cinco noches, que el gasto promedio trepe a los 200 d¨®lares diarios. Otro objetivo clave es asegurar un flujo de visitantes todo el a?o, rompiendo la estacionalidad del turismo en la provincia¡±, dijo Santos. Los esteros, v¨ªrgenes, esperan ahora a los turistas. El tiempo dir¨¢ si el proyecto oficial cumple con el objetivo de garantizar que no pierdan su esencia.
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