El grupo conservador que quita el sue?o a Hillary Clinton

Judicial Watch ha logrado esta semana que siga vivo hasta las elecciones presidenciales de noviembre el caso del servidor de correo electr¨®nico privado de Clinton cuando era secretaria de Estado en el primer mandato de Barack Obama.

Sin las acciones del grupo, el caso no habr¨ªa avanzado. Ha llevado a un juez a ordenar a Clinton que entregue un testimonio escrito por su uso del correo, se han conocido la existencia de 15.000 nuevos emails de Clinton y se han publicado centenares de correos que evidencian los lazos entre la Fundaci¨®n Clinton y el Departamento de Estado. Tambi¨¦n forz¨® al FBI a admitir que estaba investigando a la candidata dem¨®crata por el uso del correo. En julio, la agencia declin¨® recomendar cargos y el caso qued¨® cerrado. Pero ahora se ha reactivado en otro proceso gracias a Judicial Watch.

El objetivo de la entidad, fundada en 1994 por?Larry Klayman, un abogado conservador obsesionado con presentar demandas sin importarle el objetivo (contra un pa¨ªs entero, como Ir¨¢n por el acuerdo nuclear, o contra su propia madre, a la que ped¨ªa un reembolso por gastos m¨¦dicos de su abuela), es promover la ¡°transparencia y rendimiento de cuentas en el gobierno¡±, seg¨²n explica en una entrevista Chris Farrell, director de investigaciones.

El grupo se ha especializado en impulsar acciones, a partir de la ley que permite pedir la publicaci¨®n de documentos oficiales, contra indicios de secretismo de todos los gobiernos. Ha forzado cambios relevantes: gracias a sus demandas, la ciudadan¨ªa puede consultar la lista de visitantes a reuniones en la Casa Blanca. Pero tambi¨¦n ha dado p¨¢bulo a teor¨ªas que rozan la conspiraci¨®n y que no han sido demostradas, como la supuesta existencia el a?o pasado de un campamento del Estado Isl¨¢mico en M¨¦xico en una zona pr¨®xima a Estados Unidos.

Presupuesto de 24 millones

En estas dos d¨¦cadas, Judicial Watch ha multiplicado su tama?o e influencia. Tiene 46 trabajadores y un presupuesto anual de unos 24 millones de d¨®lares. Farrell declina identificar a los donantes y los describe como medio mill¨®n de personas corrientes. ¡°No hay un George Soros o unos hermanos Koch¡±, dice en alusi¨®n a los multimillonarios cercanos, respectivamente, a los partidos dem¨®crata y republicano.

El director de investigaciones, que lleva 17 a?os en el grupo, explica que Judicial Watch es ¡°filos¨®ficamente conservador¡± en el sentido de defender la Constituci¨®n, un gobierno peque?o y mayor libertad individual. Pero enfatiza que no est¨¢ afiliado a ning¨²n partido y, ante las acusaciones de cercan¨ªa republicana, subraya que presentaron unas 200 demandas contra el Gobierno del republicano George W. Bush, en especial por los v¨ªnculos del vicepresidente Dick Cheney con empresas energ¨¦ticas.

Pero Judicial Watch no puede entenderse sin su ferocidad contra los Clinton. Es un referente para los conservadores que ven al matrimonio como sin¨®nimo de opacidad e irregularidad. Ahora, sus acciones alimentan la esperanza de los que quieren evitar una victoria, como pronostican las encuestas, de la candidata dem¨®crata en las elecciones. Del mismo modo que lo hicieron en los a?os noventa para los que confiaban en que los esc¨¢ndalos, en especial el caso Lewinsky, acabaran con la presidencia de Bill Clinton.

Brian Fallon, portavoz de la campa?a dem¨®crata, describe a Judicial Watch como una ¡°organizaci¨®n de derechas que ha estado atacando a los Clinton desde los noventa¡±. Hillary Clinton ya hablaba entonces de una ¡°vasta conspiraci¨®n de derechas¡± contra su marido.

El diario The Washington Post defin¨ªa as¨ª en 1998 la estrategia de Larry Klayman, fundador y presidente hasta 2003 del grupo: ¡°Es una manera constante y original de perpetuar su causa: las demandas generan ruido, lo que le lleva a [salir en] televisi¨®n, lo que alienta contribuciones, que financian m¨¢s demandas, lo que le lleva a televisi¨®n, y etc¨¦tera¡±.

La realidad actual no es muy distinta. El presidente de Judicial Watch, Tom Fitton, es muy cr¨ªtico con los Clinton y con Obama, y suele aparecer en televisi¨®n. A golpe de esc¨¢ndalo, la entidad acrecienta su notoriedad. Su p¨¢gina web est¨¢ repleta de informaciones cr¨ªticas con los dem¨®cratas. En 2012, Fitton public¨® un libro sobre ¡°el gran secretismo y la gran corrupci¨®n¡± de Obama, y un a?o despu¨¦s trascendi¨® que pertenec¨ªa a un grupo secreto cr¨ªtico con la Casa Blanca y que se reun¨ªa en la sede de Judicial Watch.

El a?o pasado, la organizaci¨®n present¨® 46 demandas contra el Gobierno de Obama, seg¨²n el director de investigaciones, que declina detallar cu¨¢ntas han interpuesto en toda la presidencia. Algunas de las m¨¢s destacadas son las que ped¨ªan la publicaci¨®n de las fotograf¨ªas del asesinato de Osama bin Laden en 2011 y cuestionaban la versi¨®n oficial del atentado de 2012 contra el consulado estadounidense en Bengasi (Libia). El grupo logr¨® que los tribunales obligaran al Gobierno a difundir m¨¢s datos de los que quer¨ªa. Ahora, buscan lo mismo con Clinton.