Italia teme que la mafia se infiltre en la reconstrucci¨®n
Un recorrido por las aldeas de Sommati, Cossito y Saletta muestra el fraude en las construcciones
Italia afronta el dif¨ªcil reto de la reconstrucci¨®n tras el terremoto de la semana pasada bajo la amenaza de la infiltraci¨®n mafiosa. El fiscal jefe de la Direcci¨®n Nacional Antimafia, Franco Roberti, advierte de que, hist¨®ricamente, el crimen organizado ha sacado partido del caudal de dinero p¨²blico necesario para paliar los efectos de los se¨ªsmos. ¡°Los beneficios de los clanes mafiosos comienzan justo cuando se derrumba el hormig¨®n¡±, dice. Otro fiscal ya investiga si el elevado n¨²mero de v¨ªctimas est¨¢ relacionado con el fraude en la construcci¨®n.
De la misma forma que, en la sala de autopsias, la v¨ªctima de un crimen puede llegar a acusar a su asesino, las casas destruidas por el terremoto que golpe¨® el mi¨¦rcoles el centro de Italia ya est¨¢n delatando a cielo abierto a los constructores que, por incapacidad o avaricia, utilizaron materiales y t¨¦cnicas inadecuadas en una zona de alta actividad s¨ªsmica.
"Estamos vivos y tenemos las vacas. Saldremos adelante"
Giorivita Riba, de 60 a?os, cuenta que la dificultad tras el terremoto no es solo haber perdido la vivienda, sino tambi¨¦n el riesgo que corren los vecinos de no poder continuar con sus trabajos, la mayor¨ªa de ellos en el campo. Ella posee un peque?o establo en Sommati, a pocos kil¨®metros de Amatrice y, aunque el se¨ªsmo la dej¨® sin casa, lo que m¨¢s lamenta es que el cobertizo de sus ocho vacas se derrumb¨®. ¡°No tengo nada; solo estas vacas. Tras el terremoto, temblaban de fr¨ªo y las tap¨¦ con las mantas que me dieron para m¨ª los voluntarios de Protecci¨®n Civil¡±, recuerda Giorivita, que ¨²nicamente despu¨¦s de abrigar a sus vacas pens¨® en su propio fr¨ªo y en el riesgo de que se agrave su re¨²ma.
¡°Ahora las tengo que cuidar m¨¢s que nunca¡±, explica. ¡°Llevan cuatro d¨ªas sin dar leche; est¨¢n asustadas. En realidad, son como las personas, no hablan, pero nosotros las entendemos¡±. A pesar de todo ¡ªde dormir en su coche, de no tener ropa, agua ni luz y de vivir en una aldea reducida a escombros¡ª, la se?ora Riba se muestra optimista, porque su familia sobrevivi¨® al terremoto y su hijo Luca logr¨® retirar los cascotes que cayeron sobre los animales y rescatar a todos con vida. ¡°Estamos vivos y tenemos las vacas. Somos italianos, saldremos adelante¡±.
Un recorrido por las aldeas de Sommati, Cossito y Saletta ¡ªsituadas en la periferia de Amatrice¡ª sirve para confirmar las sospechas del fiscal jefe de Rieti, Giuseppe Saieva, quien ha denunciado que muchas de las casas que se han derrumbado hab¨ªan sido construidas con m¨¢s arena que cemento y con vigas demasiado endebles, incapaces de soportar los pesados techos de hormig¨®n armado.
El fiscal Saieva investiga si varias constructoras pudieron incurrir en un posible delito de ¡°desastre doloso¡± por su participaci¨®n en la construcci¨®n de la escuela, reformada hace apenas cuatro a?os y que se ha desmoronado. Aunque el fiscal de Rieti tambi¨¦n aprecia sospechas de fraude en otras obras ejecutadas en Amatrice ¡ªdestaca el caso de un campanario que, a pesar de haber sido restaurado tres veces en los ¨²ltimos tiempos, se desplom¨® causando la muerte de un ni?o de pocos meses¡ª, el episodio m¨¢s significativo es el de la escuela Capranica. ¡°?Qu¨¦ habr¨ªa pasado?¡±, siguen pregunt¨¢ndose los vecinos sin esconder su indignaci¨®n, ¡°?si el terremoto se hubiese producido con los ni?os dentro?¡±.
La reconstrucci¨®n de la escuela de Amatrice esconde ¡°varios misterios¡±, seg¨²n una investigaci¨®n del diario La Repubblica. Fue inaugurada en septiembre de 2012 despu¨¦s de una importante reestructuraci¨®n, con una inversi¨®n de 700.000 euros para adecuarse a las normas s¨ªsmicas tras el se¨ªsmo que sufri¨® en 2009. Pero, a la vista de la monta?a de ruinas que es ahora, no sirvi¨® de nada.
Una empresa investigada
Lo extra?o es que, a finales de 2015, la escuela necesitara nuevas obras, solo cuatro a?os despu¨¦s de las anteriores. La Superintendencia de Obras P¨²blicas de Roma public¨® el 22 de diciembre de 2015 una convocatoria para realizar ¡°obras urgentes relacionadas con la prevenci¨®n y la reducci¨®n del riesgo derivado de la vulnerabilidad de los elementos estructurales¡±, con una dotaci¨®n de 172.000 euros. Participaron 10 empresas, pero la adjudicaci¨®n fue para Carlo Cricchi, una compa?¨ªa de construcci¨®n que ha trabajado con varios Ministerios de Italia y que ya construy¨® en Amatrice hace 10 a?os.
El siguiente misterio es por qu¨¦ se opt¨® por esta empresa cuando ya estaba inmersa en una investigaci¨®n por corrupci¨®n relacionada con las obras posteriores al terremoto de L¡¯Aquila en 2009. Se sospecha que dio una mordida de 10.000 euros para evitar que la Administraci¨®n convocara un concurso p¨²blico. Y por si todo ello fuera poco, la empresa Carlo Cricchi hab¨ªa sido acusada de delitos tributarios y falsificaci¨®n, por haber falseado presuntamente la firma del cura de la iglesia de Santa Maria Paganica para autorizar el inicio de unas obras que requer¨ªan una inversi¨®n de 19 millones de euros. Y, a pesar de todos esos antecedentes, el Estado puso la seguridad de los ni?os de Amatrice en sus manos.
Ante ese y otros casos similares, el presidente del Senado, Pietro Grasso, ha puesto el grito en el cielo. ¡°Si los primeros en caer son los edificios s¨ªmbolo del Estado, como la escuela, el hospital, el cuartel de los carabinieri, quiere decir que somos un pa¨ªs incapaz de seguir las reglas¡±. Antes de presidir el Senado, Grasso fue el jefe de la Direcci¨®n Nacional Antimafia. Sabe por experiencia que una de las especialidades de las mafias ¡ªy en Italia campan las m¨¢s poderosas del mundo¡ª es aprovecharse de las debilidades del Estado. Unas debilidades ¡ªexcesiva burocracia, falta de previsi¨®n¡ª que han vuelto a quedar al descubierto tras el ¨²ltimo terremoto.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.