Venezuela y su esp¨ªritu libertario
Una amplia y s¨®lida mayor¨ªa se ha levantado y busca un cambio pol¨ªtico por los caminos de la democracia
Estoy preso en la c¨¢rcel militar de Ramo Verde, muy cerca de Caracas, desde el 18 de febrero de 2014. Mi delito fue protestar en forma pac¨ªfica contra el gobierno corrupto, ineficiente, represivo y antidemocr¨¢tico de Nicol¨¢s Maduro, y promover un cambio pol¨ªtico ¡ªelectoral¡ª previsto en la Constituci¨®n de Venezuela. Por ello, he sido condenado a catorce a?os de prisi¨®n. Mas no estoy solo. Hay cientos de ciudadanos encarcelados por la misma causa: los dirigentes pol¨ªticos Antonio Ledezma, Manuel Rosales y Daniel Ceballos, las decenas de activistas y estudiantes; y los millones quienes a diario sufren los abusos del r¨¦gimen autoritario que gobierna nuestro pa¨ªs desde 1999.
El juicio al que se me someti¨® junto a cuatro estudiantes ¡ªen el que fuimos condenados sin prueba alguna y violando el debido proceso¡ª y los abusos de los que hemos sido objeto en esta prisi¨®n desde el primer d¨ªa son solo una muestra de una pol¨ªtica que de manera sistem¨¢tica niega a los venezolanos el ejercicio pleno de sus derechos fundamentales.
Esa ha sido la estrategia escogida por la dictadura de Nicol¨¢s Maduro para tratar de impedir el renacimiento de nuestra democracia. Han sido millones los afectados, pero es obvio que han fracasado en su intento de someter a los venezolanos. La abrumadora derrota que sufriera en las pasadas elecciones parlamentarias de diciembre, no obstante su ventajismo obsceno, as¨ª lo demuestra. Es una amplia y s¨®lida mayor¨ªa la que se ha levantado y busca un cambio pol¨ªtico por los caminos de la democracia, apegado a la Constituci¨®n.
Esa mayor¨ªa escogi¨® la v¨ªa del referendo revocatorio presidencial previsto en nuestra Carta Magna como el mecanismo adecuado para dar curso a lo que ahora es una aguda necesidad pol¨ªtica. Los obst¨¢culos que el r¨¦gimen ha colocado a ese mecanismo han sido muchos, incluyendo el cerco medi¨¢tico y la persecuci¨®n a la disidencia.
Mientras escribo esta nota ¡ªque solo en fragmentos puede burlar el celo de los carceleros¡ª se prepara una gran jornada de protesta c¨ªvica nacional para el primero de septiembre, La Gran Toma de Caracas. Estamos convencidos de que millones participar¨¢n y de que con esta presi¨®n popular y pac¨ªfica y el acompa?amiento de los dem¨®cratas del mundo, se lograr¨¢ el paso a los mecanismos electorales previstos en la Constituci¨®n y lograremos el cambio pol¨ªtico.
La crisis econ¨®mica devino en una gran crisis humanitaria que ha terminado por iniciar una gran movilizaci¨®n pol¨ªtica que de manera inevitable conducir¨¢ a la revocaci¨®n del mandato de Nicol¨¢s Maduro. Pero, si bien remover al Gobierno es un objetivo importante e inmediato, no es el ¨²nico. Esta larga tragedia de casi 18 a?os, cuyo costo es inconmensurable en todos los planos, debe llevarnos a refundar una democracia sobre bases m¨¢s justas, y por tanto m¨¢s s¨®lidas. Las fallas conceptuales y los errores humanos que nos llevaron a esta triste situaci¨®n no pueden reeditarse.
Esta exigencia nos conduce a la necesidad de un Gran Acuerdo Nacional, que incluya a todos los sectores democr¨¢ticos. La propuesta es conformar un Gobierno civilista en unidad nacional, que vaya m¨¢s all¨¢ de una simple coalici¨®n de partidos. Un Gobierno que sea representativo de la diversidad y pluralidad del esp¨ªritu republicano y libertario de los venezolanos. Un Gobierno comprometido con el objetivo de consolidar la institucionalidad democr¨¢tica, para poder alcanzar el fin que ha animado nuestra lucha a lo largo de estos a?os: que todos los derechos sean para todas las personas, que todos los venezolanos, sin exclusi¨®n alguna, reciban los beneficios de la democracia y el Estado de derecho.
Solo un Gobierno que surja de este acuerdo podr¨¢ acometer con energ¨ªa y coherencia las tareas prioritarias que Venezuela demanda: atender la crisis humanitaria provocada por Maduro y sus pol¨ªticas disparatadas, estabilizar la econom¨ªa, superar la escasez e inflaci¨®n y promover el crecimiento econ¨®mico fundado en la producci¨®n nacional y la inclusi¨®n social.
Un Gobierno as¨ª concebido tambi¨¦n tendr¨¢ como labor prioritaria y no escatimar¨¢ esfuerzos para superar la inseguridad que hoy aterroriza al pueblo venezolano. La inseguridad ¡ªque aparte de ignorada ha sido adem¨¢s promovida por la narrativa de este r¨¦gimen¡ª, aunada a la crisis econ¨®mica, ha forzado el ¨¦xodo de millones de compatriotas. Como corolario de estas pol¨ªticas, estar¨¢n aquellas que promuevan el regreso de quienes se vieron obligados a emigrar. Venezuela nos va a necesitar a todos.
Finalmente, y no menos importante, est¨¢ la situaci¨®n de los militares venezolanos. Reconocemos la importancia de la Fuerza Armada Nacional, sin embargo, rechazamos la pretensi¨®n de que este sector se erija como conductor de la sociedad venezolana ni invada espacios que corresponden a los sectores civiles. Basta con que sea una Fuerza Armada que funcione apegada de manera estricta a lo establecido en la Constituci¨®n y la Declaraci¨®n Universal de los Derechos Humanos.
No tengo duda alguna de que el noble pueblo de Venezuela est¨¢ a las puertas de una gran victoria democr¨¢tica y que estar¨¢ a la altura de las demandas de este momento crucial en nuestra historia.
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