Trump se re¨²ne hoy con Pe?a Nieto tras meses de ataques a M¨¦xico
El candidato republicano busca mejorar su imagen horas antes de su discurso sobre inmigraci¨®n. La visita rel¨¢mpago responde a una invitacion de Pe?a Nieto
Donald Trump ha dado el golpe sorpresa. Horas antes de su gran discurso contra la inmigraci¨®n, el multimillonario republicano blanquear¨¢ su imagen con un viaje rel¨¢mpago a M¨¦xico. Aunque se trate de una visita privada, la reuni¨®n este mi¨¦rcoles con el presidente Enrique Pe?a Nieto muestra a las claras la habilidad de Trump para apropiarse del escenario pol¨ªtico y le proporciona una inesperada plataforma desde la que recuperar un terreno donde las encuestas marcaban un inexorable deterioro. M¨¢s dif¨ªcil ser¨¢ la digesti¨®n para M¨¦xico, cuya opini¨®n p¨²blica, escaldada por la xenofobia y los vituperios del republicano, ver¨¢ c¨®mo su presidente le da la mano al hombre que ha pedido construir un muro para separar ambos pa¨ªses. ¡°Creo en el di¨¢logo para promover los intereses de M¨¦xico en el mundo y, principalmente, para proteger a los mexicanos donde quiera que est¨¦n¡±, se justific¨® Pe?a Nieto en Twitter.
La reuni¨®n se celebrar¨¢ horas antes del ¡°gran discurso¡± que Trump ha anunciado que dar¨¢ en Phoenix (Arizona) sobre inmigraci¨®n, uno de los pilares de la campa?a del republicano y que se basa, al menos hasta ahora, en propuestas como la construcci¨®n de un muro con M¨¦xico para impedir la entrada de inmigrantes indocumentados. Durante el a?o largo que lleva en campa?a, Trump ha calificado a los migrantes procedentes del pa¨ªs vecino como ¡°criminales¡± y hasta ¡°violadores¡± y ha criticado duramente el tratado de libre comercio con M¨¦xico y Canad¨¢ por el da?o que afirma hace en los trabajadores estadounidenses.
Frente a estos ataques, la Administraci¨®n mexicana ha reafirmado su decisi¨®n de ¡°no opinar ni involucrarse¡± en la campa?a electoral estadounidense. As¨ª lo reiter¨® Pe?a Nieto durante su ¨²ltima visita a la Casa Blanca a finales de julio. ¡°El pr¨®ximo presidente electo encontrar¨¢ en M¨¦xico y en su gobierno una actitud positiva, propositiva y de buena fe para engrandecer la relaci¨®n entre ambas naciones¡±, asegur¨® en Washington el mandatario mexicano.
En sinton¨ªa con esta idea, el pasado viernes la presidencia mexicana gir¨® invitaciones a ambos candidatos estadounidenses. El gesto, bien recibido por los aspirantes, no trascendi¨® y fue visto como una oportunidad de oro por Trump. No tardaron en reaccionar. El martes por la tarde, su equipo, salt¨¢ndose las normas habituales, anunci¨® que al d¨ªa siguiente su candidato estar¨ªa en M¨¦xico.
El golpe de efecto fue acogido, en un primer momento, con perplejidad por la diplomacia mexicana. Ni la Presidencia ni la Secretaria de Exteriores dieron confirmaci¨®n oficial de la visita rel¨¢mpago y, fuera de los focos, subrayaron que una reuni¨®n con el presidente de M¨¦xico no se improvisaba de un d¨ªa para otro. Pero a las pocas horas, esta actitud cambi¨® radicalmente. A trav¨¦s de Twitter, Pe?a Nieto confirm¨® la reuni¨®n. La decisi¨®n, seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas, hab¨ªa sido adoptada directamente por ¨¦l para ¡°proteger los intereses de los mexicanos¡±. "Puede ser beneficioso para M¨¦xico y fortalecer la rectificaci¨®n que ha emprendido Trump en su discurso", se?al¨® un alto funcionario.
La apuesta es arriesgada. Desde que el hurac¨¢n Trump apunt¨® a su vecino del sur, las autoridades mexicanas han tratado de calmar las aguas y mostrar la mejor de sus caras ante los vituperios xen¨®fobos del multimillonario. Su objetivo declarado ha sido evitar un incendio que beneficiase al republicano y quitase margen de maniobra a Hillary Clinton, la aspirante que los mexicanos prefieren de forma apabullante. Esta estrategia no ha evitado que el aspirante estadounidense haya convertido a M¨¦xico en una de sus dianas preferidas.
Pero el resultado no ha sido el esperado. Las encuestas han mostrado que sus ataques a los migrantes le alejaban de las corrientes mayoritarias del voto. Consciente de ello, Trump ha protagonizado en las ¨²ltimas semanas un lento giro y ha intentado congraciarse con aquellos a los que insult¨®.
Ahora, con su viaje a M¨¦xico, Trump acelera vertiginosamente esta aproximaci¨®n y vuelve a situarse en el centro del tablero. La estocada es profunda. Su llegada a la tierra que ha satanizado durante meses no s¨®lo deja moment¨¢neamente fuera de juego a Clinton y pone en un dif¨ªcil brete a Pe?a Nieto, cuya opini¨®n p¨²blica percibe a Trump como un peligro, sino que, sobre todo, le da ox¨ªgeno a s¨ª mismo, ofreciendo una imagen de moderaci¨®n y concordia. Los elementos que necesita para acercarse a su objetivo: la Casa Blanca.
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