El Papa exige a los gobernantes que escuchen ¡°el grito de la tierra¡± y respeten la naturaleza
Bergoglio a?ade el "cuidado al medioambiente" a las obras de misericordia tradicionales
La tierra grita, dice el papa Francisco, y los gobernantes tienen la obligaci¨®n de escucharla. En un mensaje difundido con motivo de la Jornada de Oraci¨®n por el Cuidado de la Creaci¨®n, Jorge Mario Bergoglio insta a los pa¨ªses a que respeten los compromisos adquiridos para proteger el medio ambiente y frenar el cambio clim¨¢tico, advierte a los cat¨®licos de que maltratar la tierra es un pecado y propone al p¨²blico en general un cambio de vida m¨¢s acorde con la naturaleza. El Papa decide a?adir ¡°el cuidado de la casa com¨²n¡± a las obras de misericordia tradicionales ¨Cvisitar a los enfermos, dar de comer al hambriento¡ª, porque, seg¨²n asegura, ¡°cuando se maltrata a la naturaleza se maltrata tambi¨¦n a los seres humanos¡±.
El Papa recuerda que el calentamiento del planeta contin¨²a y lo atribuye ¡°en parte¡± a la actividad humana. ¡°El 2015¡±, advierte Francisco, ¡°ha sido el a?o m¨¢s caluroso jam¨¢s registrado y probablemente el 2016 lo ser¨¢ a¨²n m¨¢s. Esto provoca sequ¨ªa, inundaciones, incendios y fen¨®menos meteorol¨®gicos extremos cada vez m¨¢s graves. Los cambios clim¨¢ticos contribuyen tambi¨¦n a la dolorosa crisis de los emigrantes forzosos¡±. La frase que sigue condensa las preocupaciones contenidas en la enc¨ªclica Laudato si: ¡°Los pobres del mundo, que son los menos responsables de los cambios clim¨¢ticos, son los m¨¢s vulnerables y sufren ya los efectos¡±.
Ya en la vertiente m¨¢s religiosa, Jorge Mario Bergoglio se hace eco de unas palabras del patriarca ortodoxo Bartolom¨¦ para asegurar que el maltrato al medio ambiente es, adem¨¢s, un pecado: ¡°Que los seres humanos destruyan la diversidad biol¨®gica en la creaci¨®n divina; que los seres humanos degraden la integridad de la tierra y contribuyan al cambio clim¨¢tico, desnudando la tierra de sus bosques naturales o destruyendo sus zonas h¨²medas; que los seres humanos contaminen las aguas, el suelo, el aire. Todo esto es pecado. Porque un crimen contra la naturaleza es un crimen contra nosotros mismos y un pecado contra Dios". El Papa a?ade que el da?o a la naturaleza es un pecado que los cristianos no han sabido reconocer ni confesar y que, por ello, la Iglesia tiene que dar ¡°pasos concretos en el camino de la conversi¨®n ecol¨®gica¡±.
Para ello, Bergoglio propone el camino habitual: ¡°examen de conciencia y arrepentimiento¡±. Explica el Papa en su mensaje que ¡°en la medida en que todos generamos peque?os da?os ecol¨®gicos?, estamos llamados a reconocer nuestra contribuci¨®n ¨Cpeque?a o grande¨C a la desfiguraci¨®n y destrucci¨®n de la creaci¨®n. Ese es el primer paso en el camino de la conversi¨®n¡±. El Papa propone un cambio de vida que debe traducirse en actitudes y comportamientos concretos, como los que ya propon¨ªa en la enc¨ªclica Laudato si: ¡°Por ejemplo, hacer un uso prudente del pl¨¢stico y del papel, no desperdiciar el agua, la comida y la energ¨ªa el¨¦ctrica, diferenciar los residuos, tratar con cuidado a los otros seres vivos, utilizar el transporte p¨²blico y compartir el mismo veh¨ªculo entre varias personas, entre otras cosas (cf. Laudado si¡¯, 211). No debemos pensar que estos esfuerzos son demasiado peque?os para mejorar el mundo¡±.
En su mensaje, Bergoglio tambi¨¦n propone un cambio general en los planteamientos de la vida p¨²blica: ¡°La econom¨ªa y la pol¨ªtica, la sociedad y la cultura, no pueden estar dominadas por una mentalidad del corto plazo y de la b¨²squeda de un inmediato provecho financiero o electoral. Por el contrario, deben ser urgentemente reorientadas hacia el bien com¨²n, que incluye la sostenibilidad y el cuidado de la creaci¨®n¡±. Pone como ejemplo la ¡°deuda ecol¨®gica¡± entre el norte y el sur. El Papa insta a los gobiernos a que ¡°respeten los compromisos que asumieron en el Acuerdo de Par¨ªs, mientras las empresas deben hacer responsablemente su parte, y corresponde a los ciudadanos exigir que esto se realice, es m¨¢s, que se mire a objetivos cada vez m¨¢s ambiciosos¡±.
Dirigi¨¦ndose a los creyentes, el Papa les propone que a?adan el cuidado al medio ambiente a la lista tradicional de obras de misericordia: ¡°Solemos pensar en las obras de misericordia de una en una, y en cuanto ligadas a una obra: hospitales para los enfermos, comedores para los que tienen hambre, hospeder¨ªas para los que est¨¢n en situaci¨®n de calle, escuelas para los que tienen que educarse, el confesionario y la direcci¨®n espiritual para el que necesita consejo y perd¨®n¡ Pero, si las miramos en conjunto, el mensaje es que el objeto de la misericordia es la vida humana misma y en su totalidad. Y, obviamente, la misma vida humana en su totalidad incluye el cuidado de la casa com¨²n. Por lo tanto, me permito proponer un complemento a las dos listas tradicionales de siete obras de misericordia, a?adiendo a cada una el cuidado de la casa com¨²n¡±.
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