La investigaci¨®n del FBI a Clinton: olvidos y un tel¨¦fono roto con martillo

Clinton explic¨® a los investigadores que, tras sufrir en 2012 una conmoci¨®n cerebral, no recordaba todas las sesiones que recibi¨® sobre el uso de informaci¨®n sensible cuando inici¨® su salida del Departamento de Estado, en 2013. La oposici¨®n republicana ha utilizado el golpe en la cabeza de Clinton para cuestionar la salud de la candidata dem¨®crata.

El FBI, se?alan los documentos, no encontr¨® pruebas de que piratas inform¨¢ticos accedieran a los correos de Clinton, pero no pudo llegar a una conclusi¨®n definitiva al no poder obtener todo el equipamiento tecnol¨®gico usado por la exjefa de la diplomacia estadounidense.

En el interrogatorio, Clinton admiti¨® que no pidi¨® expl¨ªcitamente permiso al Departamento de Estado para utilizar su propio email privado para sus comunicaciones oficiales, aunque esgrimi¨® que no buscaba con ello esquivar las leyes sobre el archivo de datos del Gobierno y dijo desconocer si alguien la advirti¨® sobre el uso del correo. Tambi¨¦n explic¨® que no recibi¨® instrucciones sobre la preservaci¨®n de sus registros durante la transici¨®n para dejar de ser secretaria de Estado.

La difusi¨®n de los documentos -dos res¨²menes de la entrevista y de la investigaci¨®n del FBI sobre los correos- llega tras las peticiones judiciales de varios medios de comunicaci¨®n y garantiza que el caso de los emails, que ha alimentado las acusaciones de secretismo contra el matrimonio Clinton, siga vivo a dos meses de los comicios a la Casa Blanca en los que la dem¨®crata parte con ventaja frente al republicano Donald Trump.

Tras la entrevista, el FBI consider¨® que no hab¨ªa motivos suficientes para presentar cargos contra la ex primera dama, pero la acus¨® de ser ¡°extremadamente descuidada¡± con su correo. Siguiendo la recomendaci¨®n del FBI, el Departamento de Justicia cerr¨® en julio su investigaci¨®n a Clinton.

Los documentos dan algunas pistas sobre los motivos que pudieron llevar al FBI a hacer ese reproche. En el resumen de la investigaci¨®n, se asegura que Clinton cambiaba con frecuencia de modelo de tel¨¦fono m¨®vil BlackBerry y que dos asesores suyos explicaron que era ¡°frecuente¡± que se desconocieran d¨®nde estaban los aparatos antiguos mientras se le instalaba uno nuevo. Tambi¨¦n explicaron que en, al menos dos ocasiones, los antiguos m¨®viles eran destruidos con un golpe de martillo o rompi¨¦ndolos con la mano por la mitad.

En la entrevista, Clinton reitera lo que ha venido diciendo desde que se destap¨® el caso hace m¨¢s de un a?o: que decidi¨® usar solo un correo privado -y no el del Departamento de Estado- por motivos de comodidad y que confi¨® en la seguridad del servidor privado, con el que estaba conectado el correo, que hab¨ªa instalado su marido Bill en su residencia en Nueva York.

Seg¨²n anunci¨® el FBI en julio, la ex primera dama envi¨® o recibi¨® 110 correos que conten¨ªan informaci¨®n clasificada, pero la mayor¨ªa de ellos no ten¨ªan entonces el distintivo de clasificados.

¡°Clinton no recordaba haber recibido ning¨²n email que ella creyera que no deb¨ªa estar en un sistema no clasificado",?dicen los documentos. "Ella confiaba en el juicio de los funcionarios del [Departamento de] Estado cuando le escrib¨ªan a ella, y no pod¨ªa recordar a nadie manifestando preocupaci¨®n respecto a la sensibilidad de la informaci¨®n que recibi¨® en su direcci¨®n de correo¡±.