La xen¨®foba AfD logra un hito al vencer al partido de Merkel en un Estado oriental

Los democristianos no llegan al 20% de los votos, mientras que AfD entra por primera vez en el Parlamento de este Estado nororiental con un impresionante 21%. Los socialdem¨®cratas pueden respirar tranquilos con su 30%: pese a haber sufrido un importante retroceso, quedan en primer lugar y podr¨¢n seguir gobernando el land en coalici¨®n con la CDU. Los populistas se benefician de votos procedentes de todo el arco parlamentario, desde los poscomunistas hasta los neonazis. Su resultado se explica tambi¨¦n por un importante aumento de la participaci¨®n.

El resultado es ¡°amargo¡±, seg¨²n reconoci¨® el secretario general de la CDU, Peter Tauber. ¡°Sobre todo para nuestros compa?eros de all¨ª¡±, a?adi¨®. Pero el golpe retumba tambi¨¦n en Berl¨ªn; y es quiz¨¢s m¨¢s duro para Merkel porque proviene del Estado en el que tiene su circunscripci¨®n, donde hace tan solo tres a?os se hizo con el 56% de los votos.

A solo un a?o de las elecciones federales, los democristianos se esforzaban el domingo por buscar razones que expliquen este voto de protesta. Mientras, los populistas de derechas mostraban su entusiasmo. ¡°Somos los ¨²nicos que hemos hablado abiertamente de la crisis migratoria. El resto de partido se han negado¡±, aseguraba el candidato de AfD, Leif-Erik Holm. Su partido, que reclama no acoger ni a un solo refugiado m¨¢s en Alemania, est¨¢ ya presente en nueve de los 16 Parlamentos regionales, a espera que dentro de dos semanas lo hagan tambi¨¦n en Berl¨ªn. Todo parece despejado para que en el oto?o de 2017 entre con fuerza en el Bundestag. Las encuestas le otorgan en torno al 11% de votos en todo el pa¨ªs, lo que les situar¨ªa como tercera o cuarta fuerza.

El ¨¦xito de AfD, una formaci¨®n que hace un a?o parec¨ªa condenada a pasar a la irrelevancia fruto de sus guerras fratricidas, est¨¢ ligado directamente a la gesti¨®n de la crisis migratoria de Merkel, que permiti¨® el a?o pasado la entrada en Alemania de m¨¢s de un mill¨®n de solicitantes de asilo. Las autoridades pronostican que este a?o llegar¨¢n otros 300.000.

Adem¨¢s de rechazar a los refugiados, el partido que lidera Frauke Petry est¨¢ formado por una mezcolanza de corrientes conservadoras que denuncian lo que consideran imposiciones de la ideolog¨ªa de g¨¦nero y de lo pol¨ªticamente correcto, propugnan un acercamiento a la Rusia de Vlad¨ªmir Putin y, sobre todo, se elevan como movimiento de protesta contra las ¨¦lites y contra la figura de Merkel. AfD mantiene un doble discurso: por una parte se presentan como conservadores ortodoxos con una visi¨®n liberal de la econom¨ªa; al mismo tiempo, otros calientan a su sector m¨¢s extremista. As¨ª, destacados l¨ªderes han arremetido contra la selecci¨®n alemana de f¨²tbol por considerarla no suficientemente nacional ¨Cse supone que por tener demasiados jugadores de familias inmigrantes- o han lanzado proclamas racistas impensables en un partido democr¨¢tico alem¨¢n, como apelar al diferente comportamiento sexual de africanos y europeos.

AfD ya obtuvo un ¨¦xito arrollador en las triples elecciones regionales del pasado mes de marzo. Entonces ya logr¨® el hito de convertirse en la segunda fuerza en el Estado oriental de Sajonia-Anhalt. Pero en ese caso fue la CDU la que qued¨® por delante, dejando a los socialdem¨®cratas en un humillante. No es casualidad que sus dos mejores resultados procedan del este de Alemania. Es en esta parte del pa¨ªs donde los extremistas cuentan con m¨¢s apoyos. Es el caso de los neonazis del NPD, un partido en proceso de ser ilegalizado por suponer un peligro para el orden democr¨¢tico y que hasta ahora solo estaba representado en Mecklemburgo-Pomerania. Pero el auge de AfD ha podido tambi¨¦n con el NPD, que en las elecciones del domingo no alcanz¨® el 5% necesario para entrar en el Parlamento regional.