La Comisi¨®n impulsa con vigor la propuesta de integraci¨®n militar

Casi 10 a?os despu¨¦s de lanzar la primera ¡ªy fallida¡ª propuesta para avanzar en la integraci¨®n militar, las autoridades comunitarias creen que ha llegado el momento propicio para impulsarla. La inestabilidad que viven los principales vecinos de Europa, desde Ucrania hasta los pa¨ªses de Oriente Pr¨®ximo, reforzar¨¢ la adhesi¨®n a este plan, seg¨²n razonan los dirigentes comunitarios. La propuesta nace ya con el visto bueno de Francia y Alemania, que abogan por una coordinaci¨®n casi id¨¦ntica a la que propone la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini.

El presidente de la Comisi¨®n, Jean-Claude Juncker, quiso alentar este proyecto en el discurso que pronunci¨® este mi¨¦rcoles en Estrasburgo sobre el estado de la Uni¨®n. Y lo hizo apelando, principalmente, a argumentos econ¨®micos: ¡°La falta de cooperaci¨®n militar genera un sobrecoste de entre 25.000 y 100.000 millones de euros al a?o. Podr¨ªamos usar ese dinero para muchas otras cosas¡±. Aunque la horquilla resulta lo suficientemente amplia como para ser tratada con prudencia, la Comisi¨®n defiende que una planificaci¨®n conjunta (por ejemplo, de los activos de defensa) permitir¨ªa a los Estados ahorrar en un momento en que el dinero p¨²blico escasea.

Como se?ales concretas de esa mayor cooperaci¨®n, Juncker propuso crear un fondo europeo com¨²n antes de final de a?o y una sede ¨²nica para coordinar, por ejemplo, despliegues conjuntos en el exterior.

Hay otro factor que allana ahora el terreno a esa mayor integraci¨®n militar. Reino Unido, reacio desde siempre a este esquema con el argumento de que la coordinaci¨®n militar ya la realiza la OTAN, ha bloqueado permanentemente el debate. Pero las perspectivas de una UE sin su miembro brit¨¢nico elevan las expectativas de que este proyecto termine prosperando, aunque todav¨ªa persisten algunas inc¨®gnitas.

Fuentes comunitarias admiten que algunos pa¨ªses potencialmente reacios se han escudado hasta ahora en la resistencia brit¨¢nica para no dar un paso adelante. Y est¨¢ por ver lo que decidir¨¢n ahora. Pa¨ªses considerados neutrales como Austria o Suecia ¡ªajenos a la OTAN¡ª no lo ver¨¢n con buenos ojos.

Pese a todo, el Tratado de Lisboa permite que a esta coordinaci¨®n militar se adhieran los pa¨ªses que est¨¦n interesados, no necesariamente todos. Bruselas intentar¨¢ apoyarse en esta v¨ªa para avanzar. Fuentes diplom¨¢ticas recalcan que en ning¨²n caso esta propuesta derivar¨¢ en la creaci¨®n de un Ej¨¦rcito europeo, aunque sea una idea con la que simpatiza Juncker. Aun as¨ª, el flanco militar encendi¨® ayer los ¨¢nimos de los eur¨®fobos de la Euroc¨¢mara como ejemplo de lo que consideran una tendencia de Bruselas a arrogarse competencias nacionales.