Los j¨®venes rusos, de la protesta a la adaptaci¨®n
Leyes m¨¢s restrictivas contra las revueltas y un refuerzo del patriotismo marcan la actitud de los menores de 30 a?os
El escaso inter¨¦s por la pol¨ªtica caracteriza hoy a la juventud rusa. Los j¨®venes se han adaptado al sistema imperante y han cambiado de actitud desde las masivas protestas contra las irregularidades en las ¨²ltimas elecciones parlamentarias y presidenciales de 2011 y 2012, respectivamente. Los chicos y chicas que por aquel entonces salieron a las calles de Mosc¨² y otras grandes ciudades rusas ¡°experimentaban por primera vez en su vida la falsificaci¨®n electoral y eso les impresion¨® mucho, lo que revelaba su ingenuidad y el desconocimiento de la sociedad en la que viv¨ªan¡±, afirma la soci¨®loga Natalia Z¨®rkaya, del Centro Levada.
Las protestas no desembocaron en un movimiento pol¨ªtico estructurado. Faltaban l¨ªderes y capacidad organizativa. Las autoridades promulgaron una normativa m¨¢s restrictiva para los m¨ªtines y reprimieron a los revoltosos. Los m¨¢s rebeldes en las concentraciones previas a la toma de posesi¨®n del presidente Vlad¨ªmir Putin fueron juzgados y perseguidos durante a?os.
Mejor hablar de coches que de pol¨ªtica
La pol¨ªtica no es tema prioritario entre la juventud, seg¨²n confirman las encuestas del centro Levada. Cuando los chicos y chicas de 18 a 24 a?os se re¨²nen, aparte de charlar sobre ¡°hombres y mujeres¡± (el 46%), hablan sobre el trabajo (33%), los autom¨®viles y artilugios t¨¦cnicos (31%), el deporte (28%), la moda (26%), los precios y los bienes de consumo (24%). De pol¨ªtica solo hablan el 6% de los j¨®venes, aunque este porcentaje llega al 21% entre los mayores de 55 a?os, seg¨²n un sondeo del pasado agosto.
Los j¨®venes con una percepci¨®n adecuada de la realidad ¡°intentan no participar en las discusiones sobre pol¨ªtica, aunque se presentan como voluntarios para ayudar en un orfanato o ir a plantar ¨¢rboles¡±, afirma el profesor Petrov. ¡°Como el resto de la poblaci¨®n, los j¨®venes tienen miedo a situaciones que amenacen su bienestar¡±, afirma Z¨®rkaya.
En 2014, la anexi¨®n de Crimea replante¨® el panorama pol¨ªtico y revaloriz¨® el factor patri¨®tico. ¡°Despu¨¦s de Crimea, yo he admirado a Putin y me he distanciado de las protestas en las que particip¨¦¡±, afirma Oleg, un economista que trabaja como conductor. Konstant¨ªn, manifestante en 2011 y 2012 y especialista en tecnolog¨ªa, reaccion¨® de otro modo: emigr¨® a EE UU y hoy trabaja en una gran multinacional en California.
En la hora del patriotismo las nuevas generaciones rusas no se diferencian de sus mayores. Seg¨²n el director del Centro Levada, Lev Gudkov, m¨¢s del 70% de la poblaci¨®n cree que Rusia debe continuar su rumbo, sin hacer caso de las sanciones. La mayor¨ªa de los j¨®venes se siente bien y es optimista, excepto un 15% de descontentos, se?alaba el experto a principios de este a?o. El porcentaje de insatisfechos ¡ªy de potenciales emigrantes¡ª aumenta en los grupos m¨¢s cualificados y con m¨¢s inquietudes intelectuales.
M¨¢s del 70% de la poblaci¨®n cree que el rumbo del pa¨ªs debe mantenerse
Annia, de 22 a?os, estudiante de dise?o en Mosc¨², desea marcharse al extranjero para mejorar su formaci¨®n. En el centro donde estudia el ambiente es muy competitivo y los alumnos, seg¨²n sus notas, estudian gratis o pagan la matr¨ªcula. A Annia este curso le cuesta 350.000 rublos (cerca de 5.000 euros), cantidad que a ella le parece ¡°excesiva para la formaci¨®n que dan¡±. Procedente de una familia de clase media, Annia se gana dinero de bolsillo en una fundaci¨®n. El domingo, votar¨¢ en las legislativas por el Y¨¢bloko (Partido Liberal) y hubiera votado a Bor¨ªs Nemtsov, si este hubiera estado vivo. Cuando el pol¨ªtico liberal y cr¨ªtico de Putin fue asesinado, en febrero de 2015, la estudiante sali¨® a la calle en su memoria.
Preferencia por Putin
El porcentaje de insatisfechos aumenta entre los m¨¢s cualificados
En Rusia hay m¨¢s de 27 millones de personas entre los 18 a?os (edad a partir de la que se puede votar) y los 30. Se trata de un conjunto muy heterog¨¦neo, pero, en lo que a pol¨ªtica se refiere, la soci¨®loga Z¨®rkaya afirma que la juventud combina ¡°la m¨¢s baja participaci¨®n electoral con la m¨¢xima preferencia por el presidente Putin y el partido en el poder¡±. Esto quiere decir que ¡°los j¨®venes por una parte se niegan a responsabilizarse por lo que pasa en el pa¨ªs y, al mismo tiempo, muestran lealtad hacia sus dirigentes¡±.
¡°La generaci¨®n que ha madurado en ¨¦poca de Putin se ha criado como si estuviera en un invernadero y no conoce la palabra necesidad¡±, afirma Alex¨¦i Petrov, vicedecano de la facultad de Historia de la Universidad de Irkutsk. En una conversaci¨®n por Skype, el profesor, responsable de trabajo con la juventud en aquella facultad siberiana (a m¨¢s de 4.200 kil¨®metros de Mosc¨²), afirma que, en los a?os noventa, los j¨®venes quer¨ªan parecerse a Sasha Bely, el protagonista de la serie televisiva Brigada, quien, al volver del servicio militar, organiza una banda para proteger en un mundo hostil al ciudadano.
En la primera d¨¦cada de este siglo, prosigue Petrov, todos quer¨ªan parecerse a los poderosos y bien pagados ejecutivos de Gazprom (el gigantesco consorcio estatal de gas). Ahora, quieren ser funcionarios. En las legislativas de 2011, cuenta, a instancias de Mosc¨², las autoridades acad¨¦micas de Irkutsk recomendaron a los estudiantes ir a votar. El resultado fue que los comunistas vencieron en los colegios donde votaron los universitarios. Hoy, dice el profesor, nadie azuza a los estudiantes a las urnas.
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