EE UU admite haber matado al menos a 51 civiles en sus ataques al ISIS

Un portavoz del Mando Central del Ej¨¦rcito estadounidense (Centcom) declin¨® dar una cifra total de civiles fallecidos e inst¨® a revisar las comunicaciones p¨²blicas que hace su divisi¨®n. Tampoco hay un recuento p¨²blico de yihadistas muertos en los bombardeos.

En paralelo, Washington tiene abiertas tres investigaciones sobre posibles muertes civiles. El temor a errores de la aviaci¨®n estadounidense se ha acentuado. En las ¨²ltimas tres semanas, el Centcom, responsable de coordinar la campa?a contra el ISIS, ha anunciado dos investigaciones ante la sospecha de muertes inocentes en Siria.

El Centcom ha determinado que son cre¨ªbles 31 acusaciones de posibles muertes civiles, 18 de ellas en Irak y 13 en Siria, seg¨²n el portavoz Josh T. Jacques. Una vez se recibe una acusaci¨®n, se abre una investigaci¨®n para tratar de demostrar si hubo un bombardeo en esa zona y si ha habido o no muertes civiles. La informaci¨®n analizada incluye datos internos del Gobierno de EE UU y de terceros. ¡°La situaci¨®n sobre el terreno en Irak y Siria hace que investigar estas acusaciones sea extremadamente dif¨ªcil. M¨¦todos tradicionales de investigaci¨®n, como entrevistar a testigos y examinar el lugar, no suelen estar disponibles¡±, alega Jacques.

Proceso opaco

Estados Unidos anuncia cu¨¢ndo abre una investigaci¨®n y cu¨¢ndo se determinan sus conclusiones. Pero el resto del proceso es opaco. Los comunicados del Centcom apenas precisan el pa¨ªs y el lugar en que murieron los civiles, y suelen hablar de probabilidades, no de certezas sobre el n¨²mero de fallecidos.

Tambi¨¦n es un misterio c¨®mo funciona y el alcance del proceso de indemnizaci¨®n a los familiares de los civiles. El Pent¨¢gono ampara su campa?a y la actuaci¨®n de sus uniformados en las llamadas leyes de conflicto armado. El Tribunal Penal Internacional describe un crimen de guerra como una violaci¨®n grave de las Convenciones de Ginebra y otras leyes sobre conflictos armados que se comete como parte de una estrategia a gran escala, lo que incluye, por ejemplo, ataques dirigidos intencionalmente a hospitales.

Washington esgrime que si se respetan esas leyes los militares no deben correr riesgo de ser disciplinados por la muerte de civiles y no existe una obligaci¨®n legal de compensar a los familiares de los fallecidos.

En determinados casos, pese a considerar que haya cumplido la ley, EE UU abona un pago a los familiares. Un funcionario militar, que pide el anonimato, asegura que no existe una cantidad precisa de pago y que se determina seg¨²n las particularidades de cada solicitud. Sostiene que ¡°no es com¨²n¡± que los familiares de los civiles fallecidos pidan una compensaci¨®n.

El portavoz del Centcom los describe como ¡°expresiones de simpat¨ªa¡± y dice que no son considerados una ¡°compensaci¨®n por p¨¦rdida o lesi¨®n¡±.

Federico Borello, director ejecutivo del Centro de Civiles en Conflicto, una organizaci¨®n independiente en Washington, sostiene que es un ¡°problema¡± el amplio amparo que conceden las leyes de guerra, pero defiende que no sean obligatorias las indemnizaciones sino que se estudien caso por caso dada la volatilidad sobre el terreno.

Borello aplaude la voluntad del Gobierno de aumentar la transparencia sobre el n¨²mero de muertos civiles. En julio, EE UU admiti¨® haber matado entre 64 y 116 civiles en bombardeos desde 2009 fuera de Afganist¨¢n, Irak y Siria. Las estimaciones independientes son mucho m¨¢s elevadas: entre 200 y 1.000 muertos.