Las donaciones opacas se disparan en la campa?a presidencial de EE UU
Los grupos independientes que apoyan las campa?as de los candidatos a la Casa Clanca recaudan 1.100 millones de d¨®lares. La mitad de todo ese dinero viene solo de 62 personas.
Las donaciones a los candidatos a las presidenciales en Estados Unidos est¨¢n muy bien reguladas. Hay, sin embargo, una manera de evitar los l¨ªmites, y que usan las grandes fortunas para apoyar a los aspirantes a la Casa Blanca. El barril de las Super PAC, organizaciones que recaudan fondos al margen de los partidos, rebosa a mes y medio de las elecciones con 1.100 millones de d¨®lares, seg¨²n datos recogidos USA Today. La mitad de ese total corresponde a aportaciones realizadas por 62 individuos.
La cifra supera c¨®modamente los casi 850 millones que se movilizaron a trav¨¦s de fondos opacos durante la campa?a de 2012, en la que Barack Obama fue reelegido presidente. Es la ¨²ltima evidencia de la tensi¨®n que domina en una campa?a que Donald Trump y Hillary Clinton se toman muy personal. Pero, sobretodo, refleja hasta qu¨¦ punto unas pocas manos pueden influir -y mucho- en qui¨¦n llegar¨¢ al Despacho Oval.
El principal contribuyente al gran arma de propaganda en el arsenal de los candidatos es Sheldon Adelson, el due?o de los casinos Las Vegas Sands, seg¨²n los datos p¨²blicos hechos por los mismos donantes. El magnate ya fue una fuerza mayor en la contienda pol¨ªtica hace cuatro a?os. En esta lleva movilizados 45 millones, de los que 20 millones est¨¢n destinados a tratar de preservar el control del Partido Republicano en el Senado de EE UU.
Otro de los grandes donantes a los grupos de acci¨®n pol¨ªtica que hacen causa por los republicanos es Bob Mercer, del fondo Renaissance Technologies. El multimillonario no es tan conocido como Sheldon Aldelson o los hermanos Charles y David Koch, pero est¨¢ considerado como uno de los art¨ªfices de que los conservadores lograran hacerse con la mayor¨ªa de la c¨¢mara alta en el Capitolio.
Los controvertidos Super PAC fueron autorizados por el Tribunal Supremo hace seis a?os. Estas plataformas de acci¨®n pol¨ªtica pueden captar cantidades ilimitadas de dinero a trav¨¦s de empresas, individuos y grupos comerciales. El dinero que recaudan se utilizar a todos los niveles del proceso pol¨ªtico y eso da un poder enorme a las grandes fortunas. Aparte, est¨¢ el dinero que recaudan los candidatos.
Aunque el mecanismo de las Super PAC es pol¨¦mico y fue muy criticado por Obama, tambi¨¦n sirve para nutrir las campa?as de los dem¨®cratas. Dustin Moskovitz, uno de los cofundadores de la red social Facebook, anunci¨® a comienzo de mes que va a destinar 20 millones al cofre de Hillary Clinton para que pueda derrotar a Donald Trump. El anuncio cre¨® sorpresa, porque nunca se implic¨® en pol¨ªtica.
El efectivo de Moskovitz y de su mujer ir¨¢ destinado a una media docena de grupos dem¨®cratas que apoyan la campa?a, como la League of Conservation Voters. La acci¨®n de esta figura de Silicon Valley se entiende tambi¨¦n como una llamada a la movilizaci¨®n, para conseguir recuperar la mayor¨ªa en el Congreso. Su donaci¨®n se suma a los casi 40 millones de Tom Steyer, el activista medioambiental.
Steyer, como Moskovitz, quiere llegar a los votantes m¨¢s j¨®venes. Los dos entienden que es donde la campa?a de Hillary tiene su punto m¨¢s vulnerable. Aunque este grupo demogr¨¢fico est¨¢ te¨®ricamente al lado de la dem¨®crata, no est¨¢ tan claro que vaya a votar. El efectivo, por tanto, servir¨¢ para financiar campa?as publicitarias que movilicen a los milenarios. Otro de los donantes es Donald Sussman.
No est¨¢ claro, sin embargo, si esta masa de efectivo tendr¨¢ la misma influencia que en campa?as pasadas. Trump est¨¢ logrando mantener el pulso a Hillary gastando relativamente poco. Jeb Bush, que sin embargo moviliz¨® a grande donantes, fracas¨® por completo en las primarias. Pero el debate est¨¢ tan re?ido que anima a los donantes a firmar los cheques buscando influir en el resultado final.
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