Muere a los 93 a?os Sim¨®n Peres, el ¨²ltimo de los fundadores de Israel

Nadie es profeta en su tierra, y mucho menos en tierra de profetas. En casa fue el l¨ªder de centroizquierda moderado que perd¨ªa las elecciones frente a tipos duros de la derecha nacionalista, como Menajem Begin (en 1977) o Benjam¨ªn Netanyahu (en 1996). En el resto del mundo fue el negociador de labia florida que logr¨® que Charles de Gaulle le vendiera a Israel (en 1959) su primer reactor nuclear; el fino diplom¨¢tico que contribuy¨® a fraguar los Acuerdos de Oslo con los palestinos y que comparti¨® el Nobel de la Paz con Isaac Rabin y Yasir Arafat (en 1994). Durante casi siete d¨¦cadas recorriendo toda la escala del poder en el Estado jud¨ªo, Sim¨®n Peres (nacido Perski en 1923 en lo que era Polonia y hoy es Bielorrusia) tuvo tiempo de sobra para constatar que siempre es posible aprender de los errores. Fue la cara amable de Israel.

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En la madrugada del mi¨¦rcoles dej¨® de latir el coraz¨®n del ¨²ltimo fundador de Israel, de la ¨¦lite juvenil que el patriarca David Ben Gurion, primer jefe del Gobierno tras la independencia, eligi¨® para poner en marcha en 1948 una nueva naci¨®n despu¨¦s de que la ONU aprobara la partici¨®n de la Palestina bajo administraci¨®n brit¨¢nica. Por aquella ¨¦poca Peres ya compraba las armas para el Hagan¨¢, el embri¨®n de las llamadas Fuerzas de Defensa de Israel. El pasado enero ya tuvo que ser hospitalizado en Tel Aviv tras sufrir un ataque cardiaco. Un masivo derrame cerebral que le dej¨® a las puertas del coma hace una semana ha puesto fin a sus d¨ªas esta madrugada.?

Es dif¨ªcil no encontrar su huella en pr¨¢cticamente todos los cap¨ªtulos de la historia contempor¨¢nea israel¨ª, que protagoniz¨® desde su mismo nacimiento. El actual jefe de Gobierno, Netanyahu, y el ex primer ministro Ehud Barak tuvieron que hacerle un hueco hace un a?o en el escenario de un cine de Jerusal¨¦n tras el estreno de la pel¨ªcula Sabena, que describe la operaci¨®n ejecutada en el aeropuerto de Tel Aviv en 1972 para poner fin al secuestro de un avi¨®n de la entonces compa?¨ªa de bandera belga. Netanyahu y Barak eran j¨®venes oficiales de los comandos que intervinieron en el asalto a las ¨®rdenes del m¨ªtico ministro de Defensa Moshe Dayan. ?Y Peres? ?l era el habilidoso ministro de Transportes que negociaba detr¨¢s del tel¨®n para que los militares pudieran desenvolverse a sus anchas. El veterano pol¨ªtico no se levant¨® del sill¨®n y cedi¨® el estrado a la siguiente generaci¨®n de l¨ªderes israel¨ªes.

Pese a los reveses de la cainita pol¨ªtica del Estado jud¨ªo, Peres mantuvo durante m¨¢s de 48 a?os de manera casi ininterrumpida su acta parlamentaria en la Knesset. Fue en dos ocasiones primer ministro (1984-1986 y 1995-1996). Recurrente titular de Asuntos Exteriores, desempe?¨® adem¨¢s decenas de altos cargos y carteras ministeriales, como los de Defensa y Finanzas, y puso broche a su carrera como jefe del Estado entre 2007 y 2014. A partir de entonces sigui¨® manteniendo una actividad p¨²blica al frente del Centro por la Paz que lleva su nombre con el objetivo de estrechar lazos entre israel¨ªes y palestinos.

Hab¨ªa desembarcado con su familia en Tierra Santa a comienzos de la d¨¦cada de los treinta del siglo pasado, huyendo de la amenaza del nazismo que se cern¨ªa ya sobre Europa del Este. Los parientes que permanecieron en su Polonia natal fueron todos exterminados en el Holocausto. Por entonces ¨¦l ya hab¨ªa ingresado en un kibutz (granja colectiva). Tras combatir en la Guerra de Independencia (1948-1949) fue enviado a Estados Unidos para que completara su formaci¨®n antes de regresar a Israel en 1952 como subdirector general del Ministerio de Defensa. Responsable de la compra de los cazas Mirage para la aviaci¨®n de combate, contribuy¨® a incrementar la superioridad a¨¦rea de su pa¨ªs en la Guerra de los Seis D¨ªas (1967). Gracias a sus buenas relaciones con Francia consigui¨® poner en marcha un programa nuclear que convirti¨® a Israel en la ¨²nica potencia at¨®mica ¡ªnunca oficialmente declarada¡ª de Oriente Pr¨®ximo.

Disc¨ªpulo directo de Ben Gurion, Peres gir¨® casi siempre en torno a la ¨®rbita del laborismo, y lleg¨® a disputar con escaso ¨¦xito a antiguos generales jefes del Estado Mayor, como Dayan, el liderazgo del partido. Parec¨ªa pisar un terreno m¨¢s firme en las negociaciones secretas en capitales occidentales o ¨¢rabes que en las cruentas pugnas por el poder dom¨¦stico. Tras el asesinato de Isaac Rabin, en 1995, y la descomposici¨®n de la izquierda israel¨ª, busc¨® espacio en el centro pol¨ªtico auspiciado por otro exgeneral de mano dura, Ariel Sharon.

Como noveno presidente de Israel se apart¨® de los papeles puramente ceremoniales e intent¨® ejercer como contrapeso del sesgo autoritario del conservador Netanyahu a partir de 2009. ¡°Si dejamos de ser democr¨¢ticos, dejaremos de ser jud¨ªos¡±, declar¨® en una entrevista en 2010 al anterior director de EL PA?S.

Tres a?os despu¨¦s, en plena campa?a para unas elecciones legislativas, Peres recibi¨® a una delegaci¨®n de periodistas espa?oles entre los que se encontraba este corresponsal. Habl¨® con franqueza durante una hora para cantarle las cuarenta al Gobierno de Netanyahu. Pero su servicio de prensa prohibi¨® que se reprodujeran sus palabras ¡°para no interferir en el proceso pol¨ªtico en curso¡±.

El nonagenario presidente ya hab¨ªa entrado en la historia, aunque ¨¦l siguiera intentando conservar en vano un discurso activo en la pol¨ªtica del d¨ªa a d¨ªa. Su desaparici¨®n pone fin a la generaci¨®n de l¨ªderes que pusieron en pie hace 68 a?os el nuevo Estado de Israel, fuente de ingentes logros, protagonista de tantos conflictos.