Dilemas ¨¦ticos del periodismo frente a ¡®Brangelina¡¯
?C¨®mo debe el periodismo de investigaci¨®n competir con el tir¨®n de las noticias rosas y qu¨¦ herramientas son ¨¦ticas en esa guerra?
Con el anuncio de su divorcio, la enviada especial para temas de refugiados del Alto Comisionado de Naciones Unidas logr¨® eclipsar las noticias de la conferencia celebrada en el marco de la Asamblea General sobre este asunto auspiciada por el presidente Obama. Adi¨®s, refugiados del mundo, bienvenido el torrente de titulares, art¨ªculos, cotilleos, especulaciones y lamentos sobre la ruptura de la pareja hollywoodiense por antonomasia, tan unida hasta la fecha que hasta sus nombres quedaron fusionados en el t¨¦rmino Brangelina.
Los tuits que enga?an a los lectores y les desv¨ªan hacia otras informaciones son piedras contra el fr¨¢gil tejado medi¨¢tico
La comprometida actriz Angelina Jolie parece que ech¨® por tierra su trabajo desde 2012 para la agencia de la ONU: la causa sobre la que ha tratado de llamar la atenci¨®n qued¨® sepultada, fuera de la actualidad informativa que a ritmo de clic y tuit viraba implacable hacia su drama dom¨¦stico. Cierto que la web TMZ adelant¨® la primicia ¡ªlos comunicados de la actriz y su expareja tardaron unas horas en llegar¡ª, pero el hurac¨¢n informativo que desat¨® no dej¨® a nadie a salvo. Desde Islandia a Israel, ¡°el divorcio que sacudi¨® el mundo¡±, como lo calific¨® el Financial Times, se llev¨® por delante todo lo dem¨¢s.
Y as¨ª, mientras la tambi¨¦n actriz Susan Sarandon afeaba a la CNN sus ¡°prioridades¡± por informar en su web sobre el c¨¦lebre divorcio y obviar la noticia del asesinato de un joven afroamericano, la periodista Emma Roller optaba por una f¨®rmula m¨¢s pragm¨¢tica y mucho m¨¢s pol¨¦mica. ¡°Guau, fue por esto por lo que Angelina rompi¨®¡±, escribi¨® esta colaboradora de la secci¨®n de opini¨®n de The New York Times. Su tuit-cebo inclu¨ªa el enlace a un reportaje de investigaci¨®n de David Fahrenthold que desvelaba que Trump desvi¨® cuantiosos fondos de su fundaci¨®n ben¨¦fica para pagar las facturas de pleitos legales relacionados con sus negocios. El periodista llevaba meses indagando en las oscuras cuentas del candidato republicano, pero en este universo de mediciones de clics en las noticias ?c¨®mo pod¨ªa competir en popularidad su historia con la ruptura del a?o? La sarc¨¢stica estrategia de Roller pronto fue secundada por periodistas en la red social.
M¨¢s all¨¢ de la iron¨ªa de su tuit y de la frustraci¨®n que esconde, la trampa de Roller ha reabierto un debate sobre c¨®mo debe el periodismo de investigaci¨®n competir con el tir¨®n de las noticias rosas, y qu¨¦ herramientas son ¨¦ticas en esa guerra. ¡°El problema ha alcanzado una dimensi¨®n desconocida durante esta campa?a presidencial, en la que tantos trabajos rigurosos de investigaci¨®n e imparable verificaci¨®n no han hecho mella en la imagen de Trump¡±, escrib¨ªa en Columbia Journalism Review Nausicaa Renner. ¡°Los periodistas compiten no s¨®lo con las noticias de famosos y con Trump, sino tambi¨¦n entre ellos¡±.
En esta guerra desigual por atraer si no lectores, al menos clics, parece que no todo vale. ?Un tuit que se aprovecha del tir¨®n de Brangelina para conducir a los lectores a un reportaje de investigaci¨®n es equivalente a un titular que no se corresponde con la noticia? Twitter no est¨¢ exento de los c¨®digos ¨¦ticos que un periodista debe aplicar en su trabajo, sostiene Andrew Seaman, de la Society of Professional Journalists, y ah¨ª est¨¢n los manuales sobre el uso de las redes sociales que las organizaciones informativas est¨¢n creando. Los tuits que con alevos¨ªa enga?an a los lectores y les desv¨ªan hacia otras informaciones son piedras contra el fr¨¢gil tejado medi¨¢tico. ?Se acabaron las bromas?
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