La primavera marroqu¨ª intenta rebrotar en las urnas
Parte del movimiento que impuls¨® las protestas de 2011 se presenta por primera vez a unas legislativas
El historiador Maati Monyib, una de las voces m¨¢s cr¨ªticas en Marruecos y m¨¢s perseguidas a trav¨¦s de varios procesos judiciales, tomaba un t¨¦ esta semana en el barrio de Agdal, en Rabat. ?l fue uno de los intelectuales que salieron a la calle durante la primavera ¨¢rabe de 2011 para pedir una monarqu¨ªa parlamentaria y separaci¨®n de poderes. Aquellas protestas del llamado Movimiento 20 de febrero provocaron una nueva Constituci¨®n y elecciones nueve meses despu¨¦s. Ganaron los islamistas del Partido Justicia y Desarrollo (PJD), que han gobernado cinco a?os en alianza con otros tres partidos.
Muchos j¨®venes del Movimiento 20 de febrero se negaron a participar en los comicios porque consideraban que la monarqu¨ªa hab¨ªa impulsado una nueva constituci¨®n solo para acallar las voces, pero todo seguir¨ªa igual. Junto a aquellos cr¨ªticos se encontraba el Partido Socialista Unificado (PSU), cuya l¨ªder Nabila Munib, de 56 a?os, goza de una excelente reputaci¨®n como pol¨ªtica ¨ªntegra. Hace justo un a?o, el rey Mohamed VI le propuso encabezar una comisi¨®n parlamentaria que viajase a Suecia para convencer a los parlamentarios suecos de que no reconocieran a la Rep¨²blica ?rabe Saharaui Democr¨¢tica (RASD). Munib viaj¨® a Suecia.
Ahora, Munib ha decidido concurrir a las elecciones con una alianza de izquierda y ha recibido el apoyo de una centena de intelectuales, como Maati Monyib. Tambi¨¦n se le han sumado j¨®venes procedentes del Movimiento 20 de febrero.
El Ministerio del Interior prohibi¨® en agosto las encuestas preelectorales. Pero todo el mundo da por sentado que hay dos grandes favoritos: los islamistas del PJD y el Partido Autenticidad y Modernidad (PAM), fundado en 2008 por un amigo ¨ªntimo del rey y actual consejero real, Fuad Al¨ª el Himma. Los islamistas predominan en las ciudades y el PAM en los pueblos. El sistema electoral est¨¢ configurado de tal forma que quien gane tendr¨¢ que pactar con otros partidos para formar Gobierno. Es casi imposible alcanzar la mayor¨ªa absoluta. Por su parte, ¡°La Pasionaria de la nueva izquierda¡±, como han apodado a Munib varios medios locales y extranjeros, aspira a convertir la Federaci¨®n de Izquierda Democr¨¢tica (FGD) en una tercer¨ªa v¨ªa entre los islamistas del PJD y el PAM.
?Pero, qu¨¦ fue de la gente que sali¨® a la calle en la primavera marroqu¨ª? ?Y qu¨¦ fue de sus reivindicaciones?
¡°La principal reivindicaci¨®n de la primavera marroqu¨ª sigue sin cumplirse¡±, reconoci¨® a este diario Munib en conversaci¨®n telef¨®nica. ¡°Aqu¨ª no hay separaci¨®n de poderes, esto no es una monarqu¨ªa parlamentaria. Pero nosotros vamos a intentar cambiar al r¨¦gimen desde dentro de las instituciones. Los j¨®venes del 20 de febrero nos han ayudado mucho para movilizar a otros j¨®venes¡±.
El historiador Maati Monyib relativiza la importancia de los j¨®venes en el Movimiento 20 de febrero. ¡°Ellos desempe?aron un papel importante en la difusi¨®n de los mensajes por redes sociales. Pero en las manifestaciones hab¨ªa mucha gente mayor de 30 a?os. Muchos est¨¢n hoy con Nabila Munib. Otros se han volcado en organizaciones civiles como la Asociaci¨®n Marroqu¨ª de Derechos del Hombre. Y otros han sido captados por el PAM y trabajan ahora para el r¨¦gimen. Algunos son mis amigos. Son gente de izquierda que justifican su postura alegando que ante el peligro islamista es conveniente una alianza t¨¢ctica con el Palacio¡±.
David Goeury, investigador del centro Jacques Berque y profesor en Rabat, aclara que los integrantes del 20 de febrero fueron m¨²ltiples y analizarlos de manera uniforme ser¨ªa un error. ¡°La cuesti¨®n ahora es saber si se van a abstener o van a votar a la Federaci¨®n de la Izquierda Democr¨¢tica¡±, a?ade.
Respecto a las reivindicaciones de la primavera marroqu¨ª, Monyib indica que en 2011 y en 2012 se lleg¨® a respirar un aire de m¨¢s libertades. ¡°Pero ahora tenemos menos libertades que en 2010. En cinco a?os, el r¨¦gimen ha tenido problemas puntuales con Estados Unidos, Francia y Espa?a. Pero nunca con los pa¨ªses del golfo P¨¦rsico. Ha conseguido imponer la estabilidad para lo bueno, porque no hay revueltas, y para lo malo, porque no hay reformas¡±.
¡°Este no es un r¨¦gimen que mate y torture, como hac¨ªa el del rey Hassan¡±, asume Maati Monyib. ¡°Pero, a cambio, aqu¨ª se difama desde el aparato del Estado. Y la difamaci¨®n es muy eficaz. A algunas universitarias del Movimiento 20 de febrero empezaron a acusarlas en Facebook de irse a la cama con muchos hombres. Y a m¨ª me han acusado de ladr¨®n, proxeneta y homosexual. Yo no he tenido la gloria de estar en prisi¨®n. Pero no hay ninguna gloria en ser proxeneta. La inteligencia, el espionaje, tiene un impacto muy fuerte en la pol¨ªtica del r¨¦gimen. Criticar la inteligencia hoy es peor que criticar al rey¡±.
Monyib cree que, a pesar de todo, la primavera marroqu¨ª sirvi¨® para que la gente probara el gusto de la libertad. ¡°Y tambi¨¦n para que durante cinco a?os haya habido un partido independiente en el Gobierno. Es cierto que el PJD no ha tenido mucho margen de maniobra, pero tendr¨¢ la posibilidad de cambiar las cosas poco a poco¡±.
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