El ¡®fen¨®meno Doria¡¯ empieza en la periferia de S?o Paulo
Habitantes del extremo este de S?o Paulo apoyan nuevo alcalde, pero no confiar¨ªan en otros nombres del subt¨ªtulo tucana
En un taller de bicicletas de la calle S?o Jo?o Marcos, en el pobre este de S?o Paulo, se cree que solo hab¨ªa un candidato digno de ganar la alcald¨ªa de la urbe m¨¢s grande de Sudam¨¦rica. Tanto el due?o, S¨¦rgio da Costa, como su madre, Lindava Caetano de Amorim, como uno de sus empleados, Helton Carlos Lima, y un vecino desempleado, Renan Almeida de Goes, votaron al millonario conservador Jo?o Doria (PSDB) el domingo. Ha sido el gran fen¨®meno de unas elecciones municipales marcadas por el auge de las figuras alejadas de la pol¨ªtica.Hace cuatro a?os, cualquiera que fuera a la tienda se encontrar¨ªa algo muy diferente: salvo Renan, todos hab¨ªan votado al antiguo alcalde, Fernando Haddad (PT). En 2012, Haddad fue el m¨¢s votado en Jos¨¦ Bonifacio, el distrito donde se encuentra la calle, en la primera vuelta: recibi¨® 24.426 votos, el 34,7% del total. El domingo pasado, solo 11.974. En cuatro a?os, el actual alcalde de S?o Paulo perdi¨® el 51% de los sufragios. Casi todos fueron para Doria, y casi todos han disparado la popularidad de su partido, el PSDB.Los vecinos subrayan que el voto no refleja necesariamente un apoyo a esa formaci¨®n. Entre los votantes de Doria hay quienes dicen que jam¨¢s votar¨ªan a compa?eros suyos, como el actual ministro de Exteriores, Jos¨¦ Serra, o el gobernador Geraldo Alckmin. Su decisi¨®n se bas¨® en la propia imagen de Doria, que durante la campa?a se vendi¨® como un ¡°gestor¡± y un ¡°administrador¡±, lejos de las figuras pol¨ªticas tradicionales. ¡°Mi idea era votar en blanco, pero cambi¨¦ de opini¨®n despu¨¦s de escuchar a Doria decir en el debate que iba a poner a alguien del barrio a trabajar en la administraci¨®n vecinal de aqu¨ª. Hay que acabar con esa cosa de que personas que viven en Pinheiros [un barrio de clase media del oeste de S?o Paulo] vengan a administrar la regi¨®n¡±, explica S¨¦rgio, comerciante de 34 a?os. No le parece que Haddad haya hecho un mal Gobierno, opini¨®n compartida por todos los de all¨ª. Pero esperaban m¨¢s.
A algunas calles de distancia, el ama de casa Julia Ribeiro da Silva, de 45 a?os, deja la cl¨ªnica del barrio acompa?ada de su hermana y su hija. Para ella, lo que pes¨® en la decisi¨®n fue la imagen de que Doria es un ¡°gestor y no un pol¨ªtico¡±. ¡°Le vot¨¦ porque es gente nueva, que no tiene carrera en la pol¨ªtica. Pero tendr¨¢ que mejorar la salud: las cl¨ªnicas no tienen pediatra, y para darte una cita con un ginec¨®logo y un m¨¦dico tardan un a?o¡±, se queja.
Castigo al Partido de los Trabajadores
El desempleado Renan, de 22 a?os, est¨¢ preocupado con la propuesta del alcalde electo de iniciar una privatizaci¨®n en el municipio. ¡°Lo veo complicado. Hay que expandir los servicios del Estado¡±, pondera. Sus amigos no est¨¢n de acuerdo. ¡°?S¨ª, hay que venderlo todo! ?Mira el estadio de Pacaembu, solo genera gastos! Ni siquiera el [equipo de f¨²tbol] Corinthians sigue jugando all¨ª¡±, recuerda S¨¦rgio, que cree que el dinero recaudado con la venta y con acuerdos con el sector privado podr¨ªa invertirse en lo p¨²blico.
El comerciante Marcos Santo Delila se enorgullece de haber convencido ¡°a mucha gente¡± para que votase a Jo?o Doria. Votante de Lula da Silva y Dilma Rousseff en todas las elecciones, Marcos se queja de que el Partido de los Trabajadores (PT), se haya visto involucrado en muchos esc¨¢ndalos de corrupci¨®n. ¡°Ya no voto al PT¡±, destaca. ¡°No creo que Haddad haya hecho un buen trabajo. Prometi¨® muchas cosas que no ha hecho. Lo ¨²nico bueno han sido los autobuses, que son nuevos y tienen wifi. Doria dijo que mejorar¨ªa la educaci¨®n, pondr¨ªa m¨¢s m¨¦dicos y m¨¢s medicamentos y prometi¨® que pondr¨ªa luces de LED para aumentar la seguridad. Es empresario, creo que tiene car¨¢cter y que va a hacer un buen trabajo¡±.
La desilusi¨®n con el gobierno de Haddad es una queja com¨²n. Helton, montador de bicicletas, cree que Haddad no prioriz¨® las cosas correctas. ¡°Prefiri¨® hacer eso del wifi en las plazas, los carriles para bicis. Es necesario, desde luego, pero no es lo m¨¢s importante¡±, dice. ¡°Haddad solo cuid¨® a los ricos¡±, cierra Domingos dos Santos Ara¨²jo, de 65 a?os.?
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