El actor oculto de la campa?a electoral carioca
El crimen organizado dej¨® sentir su poder en actos pol¨ªticos de los comicios a la alcald¨ªa
La ¨²ltima semana de campa?a electoral en R¨ªo de Janeiro ha revelado la variedad de poderes paralelos que conviven ¡ªnada pac¨ªficamente¡ª en la Cidade Maravilhosa. En un restaurante de la Zona Oeste de la capital, una de las m¨¢s pobladas y codiciadas electoralmente, uno de los candidatos al Ayuntamiento de la ciudad se conclu¨ªa un acto de campa?a. Sin perderlo de vista, uno de sus guardaespaldas reconoc¨ªa a este peri¨®dico que para realizar aquel mitin sin sobresaltos tuvieron que pedir permiso a la milicia, grupos paramilitares formados principalmente por expolic¨ªas que explotan todo tipo de servicios en los territorios que dominan. ¡°Es as¨ª que funciona, ellos mandan aqu¨ª¡±, contaba con naturalidad. A la bendici¨®n del crimen se suma la extorsi¨®n: los candidatos llegan a pagar hasta 120.000 reales (m¨¢s de 33.000 euros) para distribuir su propaganda en los territorios dominados por la milicia, seg¨²n revel¨® el diario O Globo. La tasa impuesta por los milicianos,que ya participaron activamente de la pol¨ªtica y que hoy optan por apoyar candidatos para perpetuar su poder, garantiza a los aspirantes cierta exclusividad frente a otros pol¨ªticos.
Pocos d¨ªas despu¨¦s, a 55 kil¨®metros de ese restaurante, un grupo de narcotraficantes bajaba las cuestas de una favela para obligar a decenas de comerciantes a cerrar sus puertas. Es la manera del narcotr¨¢fico de imponer el luto por la muerte de alguno de sus capos en pleno 2016. Todos los comerciantes cerraron sin rechistar.
El mismo d¨ªa un expolic¨ªa, candidato a concejal y presidente de una de las m¨¢s tradicionales escuelas de samba de R¨ªo, organizaciones de culto con recursos de origen dudoso, era ejecutado con 15 tiros en su comit¨¦ de campa?a. Para resolver su muerte, la polic¨ªa tiene tantos frentes abiertos como poderes paralelos act¨²an en R¨ªo: las rivalidades que pudo despertar su candidatura, su supuesta relaci¨®n con los milicianos o sus v¨ªnculos con los se?ores, las loter¨ªas clandestinas y las m¨¢quinas tragaperras que, en un pa¨ªs donde el juego es ilegal, son tan ricos y temidos como los narcos y la milicia, pero a¨²n m¨¢s invisibles.
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