?Hacia d¨®nde va Am¨¦rica? Respuestas ante la Casa Blanca
No pod¨ªa acabar el viaje si no es en la capital, donde convergen los turistas estadounidenses. ?C¨®mo se plantean la situaci¨®n post-electoral?
He llegado al final de mi periplo por los Estados Unidos. Las palabras de Harry Wilson, profesor del Roanoke College de Virginia, resuenan en mi cabeza: "Nuestro pa¨ªs est¨¢ m¨¢s dividido que nunca y no s¨¦ c¨®mo hemos llegado a este punto".
Cuando se mud¨® a Virginia, hace treinta a?os, los mineros votaban en masa al partido dem¨®crata. Este ¨²ltimo se volvi¨® hacia los grupos minoritarios, que son los afroamericanos y las mujeres, me comentaba el profesor. Los obreros se sent¨ªan abandonados: "Entre los votantes de Trump hay muchos blancos enfadados" El candidato republicano ha sabido canalizar esta ira, aunque su partido no sabe qu¨¦ hacer con estos "desafortunados", como los ha catalogado Hillary Clinton que, a menos de un mes para la votaci¨®n, a¨²n no se ha interesado realmente por este grupo. "Ninguno de los dos candidatos tiene la capacidad ni la voluntad de unificar al pa¨ªs y eso me preocupa mucho", afirmaba Harry.
Los estadounidenses, ?lo son realmente? ?Qu¨¦ mejor lugar para plantear esta cuesti¨®n que en la Casa Blanca? Stanley Laguerre, de 26 a?os, y Mashuka Elie, de 24, acaban de visitar los apartamentos que Obama ocupar¨¢ hasta diciembre y descansan en el parque contiguo. Han venido desde Miami y compraron las entradas hace seis meses. El resultado de las elecciones no les tranquiliza en absoluto. "Obama y Romney ten¨ªan algunos puntos en los que pod¨ªan ponerse de acuerdo", aventura Stanley, "pero Clinton y Trump son perfectos opuestos. El estilo agresivo y hosco de Trump me hace temer lo peor si llega a ganar".
Loraine Salerno y Bernie Posner aprovechan el fin de semana para venir a una boda en la capital. Ella es de Connecticut y ¨¦l de Nueva York y aprovechan para descansar al sol en el mismo parque. ?Ser¨¢ la cercan¨ªa con las instituciones federales? ?O la calma que aporta la edad? Bernie no quiere ser catastrofista: "El presidente electo no podr¨¢ llevar a cabo acciones unilaterales. El poder del presidente se contrarresta con otros, como el del Congreso". "Y nosotros, los americanos, nos unimos todos en torno al presidente una vez ha sido elegido", se convence Loraine. "Somos as¨ª".
Tambi¨¦n los hay que sienten casi indiferencia ante las elecciones y no esperan nada. Como la familia Krood, de Chicago. El nombre del vencedor no cambiar¨¢ nada, desde su punto de vista. "Hillary, que es, al menos, un ser humano digno de ser llamado as¨ª, continuar¨¢ haciendo lo que lleva a?os haciendo", afirma la esposa, "y, si es Trump, la gente pasar¨¢ r¨¢pidamente a otra cosa", completa el marido. "En Chicago, la victoria del Cubs (equipo local de b¨¦isbol, en semifinales del campeonato nacional) podr¨ªa tener un impacto mucho mayor que el resultado de las elecciones presidenciales. Llevamos esper¨¢ndola toda la vida", concluye uno de los j¨®venes que los acompa?an.
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