El alcalde del pueblo rebelde y dem¨®crata de China desaf¨ªa al juez
Lin, detenido dice ante el tribunal que fue forzado a confesar un delito que no cometi¨®
La llamada ¡°aldea rebelde¡± de China, Wukan, y su exalcalde democr¨¢ticamente elegido, Lin Yuluan, han vuelto a dar un sobresalto a las autoridades. Lin hab¨ªa sido detenido en junio cuando se preparaba a encabezar una protesta de los habitantes de esta peque?a aldea de pescadores contra una serie de expropiaciones abusivas; en septiembre fue juzgado y declarado culpable de corrupci¨®n. Ahora ha apelado su condena y ha retirado su admisi¨®n de culpabilidad de entonces, dejando claro que fue forzosa.
Tras su detenci¨®n, Lin, de 71 a?os y todo un h¨¦roe en la aldea de 15.000 residentes, sorprendi¨® a sus vecinos al emitirse una confesi¨®n televisada en la que, en una habitaci¨®n cerrada y leyendo aparentemente con dificultad, admit¨ªa haberse apropiado de fondos p¨²blicos. Una confesi¨®n que muchos no creyeron: Wukan se lanz¨® a la calle para protestar, ya no solo por las expropiaciones, sino tambi¨¦n para exigir la puesta en libertad de su entonces todav¨ªa alcalde. Las protestas continuaron hasta despu¨¦s del juicio contra Lin.
Seg¨²n su familia y abogados, aquella declaraci¨®n formaba parte de un entendimiento com¨²n en los juicios en China: el acusado acepta declararse culpable a cambio de recibir una pena m¨¢s suave.
Pero sus expectativas se vieron frustradas. En septiembre, un tribunal de Foshan le declar¨® culpable de haber malversado cerca de 600.000 yuanes, unos 85.000 euros, y le impuso una pena muy superior a lo que Lin hab¨ªa previsto: tres a?os y un mes de c¨¢rcel, adem¨¢s de una multa de 200.000 yuanes.
Inicialmente, el abogado que le asisti¨® durante el proceso -nombrado por las autoridades, que no permitieron a Lin contactar con los letrados que sus familiares hab¨ªan contratado para ¨¦l- anunci¨® que su cliente no apelar¨ªa. Pero el alcalde decidi¨® desdecirse de su confesi¨®n y recurrir la sentencia en nombre propio, seg¨²n adelant¨® el diario hongkon¨¦s ¡°South China Morning Post¡±.
¡°Su familia sostiene que no hay pruebas de su corrupci¨®n y que las acusaciones contra ¨¦l no tienen base¡±, explic¨® a este peri¨®dico el abogado Yu Pinjian. Yu es uno de los letrados a los que la familia de Lin hab¨ªa contactado para defender al exalcalde, pero al que las autoridades judiciales denegaron el permiso para representarle.
La vista de apelaci¨®n se ha celebrado este mi¨¦rcoles a puerta cerrada, y se espera que el veredicto se d¨¦ a conocer el pr¨®ximo d¨ªa 18.
La familia es pesimista acerca del resultado. Ante el desaf¨ªo de Lin, la fiscal¨ªa ha reclamado en la vista que se reexamine la sentencia previa, ¡°algo que significa que probablemente recibir¨¢ una pena a¨²n m¨¢s dura¡±, en opini¨®n de Yu. ¡°Cuando los fiscales se declaran insatisfechos con la sentencia en la instancia anterior, los tribunales lo tienen en cuenta. Los familiares est¨¢n bastante preocupados ante la posibilidad de que le aumenten la condena¡±, agrega el abogado.
En ese caso, el alcalde a¨²n podr¨ªa apelar una segunda vez. Aunque sus posibilidades de ¨¦xito parecen escasas. ¡°Dudo que los tribunales lo aceptaran. Es un caso pol¨ªtico¡±, apunta Yu.
El desaf¨ªo de Lin tiene precedentes en Wukan, una localidad que se hizo famosa en 2011 por manifestarse diariamente, y pese al bloqueo de la Polic¨ªa, hasta que las autoridades provinciales le permitieron elegir a sus propios l¨ªderes, entre ellos Lin.
La ¡°aldea rebelde¡± volvi¨® a demostrar su tenacidad este a?o: las protestas por las expropiaciones y para exigir la puesta en libertad de Lin se prolongaron m¨¢s de dos meses, y no concluyeron hasta que la Polic¨ªa entr¨® en la aldea en masa durante la madrugada para detener a los cabecillas de las manifestaciones. Incluso entonces, Wukan no guard¨® silencio con facilidad: decenas de aldeanos salieron a la calle y respondieron con piedras y palos a los gases lacrim¨®genos y balas de goma de la Polic¨ªa. Trece personas quedaron detenidas en aquella jornada.
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