Europa se est¨¢ llenando de ¡®aldeas galas¡¯
Crece la resistencia en Europa al imperio del libre comercio de la Uni¨®n Europea
Al igual que en los c¨®mics de Ast¨¦rix, crece la resistencia en Europa al imperio del libre comercio de la Uni¨®n Europea. La ¨²ltima aldea gala que se ha levantado en armas ha sido la regi¨®n belga de Valonia, cuyo Parlamento acaba de vetar el CETA, el acuerdo comercial entre la UE y Canad¨¢. Este rechazo a una mayor globalizaci¨®n se une a movimientos similares, siendo el m¨¢s significativo el de la aldea inglesa que con el Brexit ha proclamado su intenci¨®n de independizarse de la UE.
Al igual que en el Imperio Romano, las ¨¦lites empiezan a estar frustradas con estas revueltas populares. No entienden por qu¨¦ la gente se opone a la expansi¨®n del comercio y la inversi¨®n, cuando son fuentes de modernidad, progreso y bienestar. No les falta raz¨®n. El europeo medio de hoy est¨¢ anclado en el siglo pasado. Se aferra a poder tener un trabajo de por vida y una jubilaci¨®n antes de los 65 a?os y ve con pavor la llegada de nuevas tecnolog¨ªas y la competencia china.
Despu¨¦s de las dos sacudidas provocadas por la crisis financiera mundial y la del euro, el tejido social europeo ha cambiado. El eje electoral tradicional de izquierda-derecha est¨¢ siendo sustituido por los nativistas sedentarios frente a los cosmopolitas globalizadores, y cada vez hay m¨¢s de los primeros y menos de los segundos, y eso en una democracia cuenta.
Muchos en Europa, sobre todo en el medio rural del interior y en los viejos cinturones industriales temen perder su identidad y estatus, y se resisten al cambio. No es una coincidencia que la aldea de Valonia rechace el CETA. Le va peor que a la aldea flamenca que gracias al puerto de Amberes ha sabido aprovechar la ola de la globalizaci¨®n. Frente a esto, ?qu¨¦ deben hacer las ¨¦lites? Igual que los romanos, ?pasar por encima de la resistencia y avanzar hacia delante? Eso ser¨ªa un error. Solo crear¨ªa m¨¢s aldeas galas. El l¨ªder de Valonia, Paul Magnette, tiene raz¨®n cuando dice que las negociaciones del CETA han sido demasiado secretas para el Siglo XXI. Y las ONG tambi¨¦n est¨¢n en lo cierto cuando alegan que el poder de influencia de las multinacionales es mucho mayor que el de la sociedad civil.
En el futuro habr¨ªa que incorporar mucho m¨¢s a los actores sociales en las negociaciones y darle m¨¢s poder al Parlamento Europeo como garante democr¨¢tico del proceso (en el CETA ya ha introducido cambios muy positivos, por ejemplo). Pero eso significar¨ªa construir una Europa Federal. La pregunta es qu¨¦ hacer hasta entonces. Si la UE no puede firmar un tratado de libre comercio con Canad¨¢, el pa¨ªs que m¨¢s se parece a Europa, porque tiene que ser ratificado por 40 parlamentos, entonces perder¨¢ toda credibilidad como actor global. Eso ser¨ªa grave porque aunque la mayor¨ªa de los europeos quieren pertrecharse en sus peque?as aldeas, la globalizaci¨®n (sobre todo la tecnol¨®gica) no va a dejar de llamar a sus puertas.
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