Emma Coronel: ¡°El Chapo estar¨¢ muerto para diciembre¡±
La esposa afirma que el narcotraficante pierde memoria y que su estado de salud ha deca¨ªdo. El l¨ªder del c¨¢rtel de Sinaloa busca frenar su extradici¨®n
Joaqu¨ªn Guzm¨¢n Loera, El Chapo, no llegar¨¢ vivo a diciembre. As¨ª lo ha expresado su esposa, Emma Coronel, tras visitar al l¨ªder del c¨¢rtel de Sinaloa en la c¨¢rcel de Ciudad Ju¨¢rez. La advertencia anuncia la nueva estrategia defensiva del mayor narcotraficante del mundo. Fracasados los recursos de amparo para frenar la extradici¨®n y a la espera de la ¨²ltima revisi¨®n judicial, que nadie duda que ser¨¢ contraria a sus intereses, el frente de batalla se sit¨²a ahora en el cap¨ªtulo de la violaci¨®n de derechos y el maltrato.
¡°Para qu¨¦ quiero saber lo de la extradici¨®n, que ya me dicen que me voy el a?o que entra. Si no atienden mi salud, para diciembre ya no voy a estar vivo¡±, afirma la esposa que le dijo El Chapo. En su relato, su marido, de 58 a?os, se ha hundido. Sus facciones ya no son las mismas, pierde la memoria, duerme mal. ¡°Cada visita le veo decayendo m¨¢s y m¨¢s: se le olvidan las cosas, se queda de repente ido; es completamente otro, incluso en c¨®mo habla. S¨¦ perfectamente que no es como era cuando estaba sano¡±, insisti¨® Emma Coronel en una entrevista en Milenio Televisi¨®n a la periodista Azucena Uresti. Pese a este supuesto deterioro, la mujer admiti¨® que el capo no ha perdido peso y que, desde luego, jam¨¢s se suicidar¨¢. ¡°Que le den un trato humano, eso es lo que pedimos¡±, remach¨® la antigua miss.
No es la primera vez que la familia de El Chapo se queja. Cuando el l¨ªder del c¨¢rtel de Sinaloa estaba preso en el c¨¢rcel de El Altiplano, de la que se fug¨® en julio de 2015, las protestas por los supuestos malos tratos eran continuas y se centraban en que se le manten¨ªa artificialmente despierto para debilitarle. Las autoridades siempre han negado las acusaciones. El propio comisionado nacional de Seguridad, Renato Sales, ha respondido a la esposa de Guzm¨¢n Loera y reiterado que este goza de buena salud, tiene atenci¨®n m¨¦dica y recibe visitas de sus familiares y abogados. ¡°Ya quisi¨¦ramos muchos estar como El Chapo¡±, ha llegado a decir. Esta postura es fiel reflejo de los designios de Enrique Pe?a Nieto.
Tras su captura en enero pasado, el presidente convirti¨® la extradici¨®n del enemigo p¨²blico n¨²mero uno en cuesti¨®n de Estado. El giro lo hab¨ªa forzado el propio Guzm¨¢n Loera. Su evasi¨®n, por un t¨²nel de 1.500 metros, humill¨® la pol¨ªtica presidencial, que hasta entonces hab¨ªa defendido mantenerle en una prisi¨®n mexicana como muestra de la fortaleza del Estado ante el narco.
Pulverizado este argumento, ahora todo el aparato gubernamental empuja para lograr su extradici¨®n. Y con el acuerdo de Estados Unidos ya parece imposible frenarla. S¨®lo otra fuga podr¨ªa interponerse. Para evitarla, las autoridades tienen encerrado a El Chapo en un castillo insomne. Sometido a vigilancia electr¨®nica permanente, 75 agentes se dedican exclusivamente a su custodia en el interior del presidio.
En este aislamiento, las noticias que le llegan del exterior no le ayudan Desde su ca¨ªda, se ha declarado una guerra de c¨¢rteles en el norte de M¨¦xico. Sus tierras son disputadas por otras organizaciones, sus hijos han sido secuestrados, y hasta la casa de su madre, en el santuario del c¨¢rtel de Sinaloa, ha sido atacada. Su ¨¦poca, coinciden los expertos, ha tocado a su fin. Y la extradici¨®n ya es s¨®lo cuesti¨®n de tiempo. La salud es su ¨²ltimo recurso.
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