La ¡®realpolitik¡¯ con Mosc¨² pone en aprietos a la diplomacia espa?ola
Espa?a intenta mantener relaciones amistosas con Rusia pese a aplicar las sanciones internacionales
¡°Si las sanciones sirven para que Rusia aproxime sus posiciones a las nuestras, s¨ª soy partidario¡±, declar¨® el pasado d¨ªa 17 el ministro espa?ol de Asuntos Exteriores, Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa-Margallo, en Luxemburgo, donde discuti¨® con sus hom¨®logos de la UE la imposici¨®n de sanciones a Mosc¨² por su participaci¨®n en los bombardeos contra la poblaci¨®n civil en Alepo (Siria). Pero lo importante, apostill¨®, es ¡°buscar un entendimiento lo m¨¢s r¨¢pidamente posible entre Rusia y EE UU de un lado; y entre los otros actores que intervienen en el conflicto¡±, como Turqu¨ªa y Arabia Saud¨ª.
La diplomacia espa?ola ha intentado compaginar en los ¨²ltimos a?os su condici¨®n de aliado leal de la OTAN y la UE y su deseo de salvaguardar, en la medida de lo posible, unas relaciones amistosas con Mosc¨². Pero este equilibrio se ha hecho cada vez m¨¢s dif¨ªcil a medida que los conflictos de Ucrania y Siria han desenterrado las tensiones de la Guerra Fr¨ªa.
El Gobierno espa?ol asegura que ha cumplido escrupulosamente las sanciones impuestas a Mosc¨² por la anexi¨®n de Crimea. Y ello ha tenido un coste: desde el frenazo a la inversi¨®n multimillonaria de una compa?¨ªa rusa en una refiner¨ªa en Algeciras hasta el aplazamiento sine die de la liberalizaci¨®n de visados, con la que Espa?a aspiraba a multiplicar el floreciente mercado del turismo ruso.
En el seno de la OTAN, los cazas espa?oles se han desplegado en dos ocasiones en las rep¨²blicas b¨¢lticas ¨Cvolver¨¢n en 2017¡ª para proteger su espacio a¨¦reo de las incursiones rusas. Adem¨¢s, como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, Espa?a suscribi¨® un proyecto de resoluci¨®n sobre Siria que vet¨® Rusia, por considerarlo contrario a su aliado Bachar el Asad.
Pero m¨¢s all¨¢ de cumplir sus compromisos internacionales, la diplomacia espa?ola ha intentado mantener los puentes con Rusia, un pa¨ªs con el que no tiene ning¨²n contencioso bilateral y al que, seg¨²n las repetidas encuestas, los espa?oles no perciben como una amenaza para su seguridad, al contrario que sus conciudadanos europeos del Este.
Aunque la tesis ha acabado imponi¨¦ndose por la fuerza de los hechos, Margallo fue el primero en defender en la UE que la salida a la guerra siria exig¨ªa reconocer a El Asad como interlocutor y no condicionar la negociaci¨®n a su renuncia previa. No es casual que fuera el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, quien invitara a Espa?a a formar parte del grupo de pa¨ªses que median en Siria, aunque lo hiciera con el visto bueno del secretario de Estado estadounidense, John Kerry.
En el plano bilateral, la tensi¨®n con Rusia no ha impedido a Espa?a concluir un acuerdo especialmente delicado de materia de adopci¨®n o conseguir que Mosc¨² le enviase con urgencia vacunas de las que la sanidad espa?ola carec¨ªa.
Lo m¨¢s visible, sin embargo, ha sido la visita de buques de guerra rusos a Ceuta, m¨¢s de 50 desde 2011, para aprovisionarse de combustible o v¨ªveres. Hasta ahora, pese a las protestas de grupos derechistas de EE UU y Reino Unido, esta pr¨¢ctica no hab¨ªa suscitado excesivas quejas de los aliados. Espa?a les informaba puntualmente de cada escala y alegaba que estas se produc¨ªan tambi¨¦n en otros pa¨ªses del Mediterr¨¢neo, como Malta o Grecia. Adem¨¢s, Ceuta y Melilla son las ¨²nicas partes del territorio espa?ol que no est¨¢n cubiertos por el paraguas defensivo de la OTAN.
Esta vez, sin embargo, la realpolitik con Mosc¨² ha puesto en aprietos a la diplomacia espa?ola. La OTAN, que ha activado un impresionante dispositivo militar para seguir al grupo de combate del Almirante Kuznetsov en su traves¨ªa desde el Oc¨¦ano ?rtico al Mediterr¨¢neo Oriental, no pod¨ªa aceptar que uno de sus aliados hiciera negocio prest¨¢ndole ayuda log¨ªstica. Y el Gobierno espa?ol ha acabado por cancelar la escala, no sin antes acordar con Rusia una f¨®rmula indolora: que ser¨ªa ¨¦sta la que retirar¨ªa las correspondientes solicitudes. A la flota rusa, ni agua.
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