Cristina Kirchner, imputada por corrupci¨®n: ¡°Quieren tapar la crisis¡±
Unos miles de fieles, muchos menos que la primera vez que declar¨®, apoyan a la expresidenta a la puerta de los tribunales con gritos de "vamos a volver"
Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, la expresidenta de Argentina, sale por la puerta de atr¨¢s de un tribunal federal despu¨¦s de declarar como imputada por primera vez en un caso de presunta corrupci¨®n. En la mayor¨ªa de los pa¨ªses, esa fotograf¨ªa marcar¨ªa el hundimiento definitivo de una carrera pol¨ªtica. Pero Argentina es diferente. Fern¨¢ndez de Kirchner no est¨¢ sola y cabizbaja en esa salida, como otros expresidentes de otros pa¨ªses que han pasado por tr¨¢mites similares. A la puerta le esperan unos miles de fieles -much¨ªsimos menos que la primera vez que declar¨®, en abril, en una causa no de corrupci¨®n sino de presunto fraude al Estado por mal uso del Banco Central- con gritos de "vamos a volver" y "Cristina es del pueblo, y no la toca nadie".
Est¨¢n adem¨¢s todos los diputados y sindicalistas clave de su n¨²cleo duro. Y tambi¨¦n est¨¢ la parte m¨¢s simb¨®lica del mundo kirchnerista: los desaparecidos de la dictadura. Cristina sale del tribunal y se sube a saludar a un peque?o autob¨²s lleno de mujeres con pa?uelos blancos en la cabeza. Son las Madres de Plaza de Mayo, con su l¨ªder Hebe de Bonafini al frente, mostrando su apoyo el d¨ªa que la expresidenta se enfrenta a un proceso por corrupci¨®n. No est¨¢n las Abuelas, m¨¢s moderadas, pero s¨ª las Madres.
Fern¨¢ndez de Kirchner ya no tiene ning¨²n cargo p¨²blico. Formalmente no es nada. Pero para sus fieles, que son miles, sigue siendo la indiscutible l¨ªder pol¨ªtica. Y se deja querer. Buena parte de los peronistas quieren que desaparezca definitivamente de la escena, porque creen que divide sus votos y eso beneficia a Mauricio Macri. Pero ella no tiene intenciones de retirarse y conserva, a pesar de todos los esc¨¢ndalos, un n¨²cleo importante de votantes potenciales.
Fern¨¢ndez de Kirchner declara ante los tribunales por corrupci¨®n, con uno de sus empresarios m¨¢s cercanos, L¨¢zaro B¨¢ez, en la c¨¢rcel por blanqueo, y el responsable m¨¢ximo de la obra p¨²blica, Julio L¨®pez, en prisi¨®n despu¨¦s de tratar de ocultar nueve millones de d¨®lares en un convento. Pero ella no parece inquieta. Al rev¨¦s. Se crece. "Es una formidable maniobra de persecuci¨®n pol¨ªtica, tambi¨¦n pasa en Brasil con Lula da Silva. Quieren tapar el desastre econ¨®mico y social que hoy tiene la Argentina. Est¨¢n tratando de ocultar lo que todos sabemos, lo que pasa en los supermercados, que el sueldo no alcanza con la inflaci¨®n".
?Van contra usted porque se va a presentar a las elecciones de 2017 (se renueva la mitad del Parlamento)?, le dicen. "Yo creo que apuntan contra dirigentes que pueden ser candidatos y ponen en peligro a su electorado", contesta. No confirma que se presentar¨¢, pero todo camina hacia ah¨ª. Macri, insisten en su entorno, prefiere que ella se presente y divida el voto peronista.
El gran debate en Argentina gira en torno a la posibilidad de que los jueces la metan en la c¨¢rcel por esta u otras causas. "Es dif¨ªcil que metan a Cristina presa, ser¨ªa una cat¨¢strofe, pero qui¨¦n sabe, si la situaci¨®n econ¨®mica se complica alguien podr¨ªa tener esa tentaci¨®n", explica a EL PA?S Ra¨²l Zaffaroni, un juez que fue miembro de la Corte Suprema y es un kirchnerista que ha acudido a la puerta del tribunal a apoyar a la expresidenta, como otros personajes clave de este grupo: Axel Kicillof, Mart¨ªn Sabatella, Hugo Yasky.
Todos insisten en lo mismo, como la presidenta: es una persecuci¨®n pol¨ªtica. "Esto es un show medi¨¢tico, hay 300 polic¨ªas, no hay ninguna necesidad. Quieren ofrecer la imagen de Cristina perseguida por la justicia. La causa no se sostiene. El hecho de que se est¨¦n planteando si les conviene o no pol¨ªticamente que Cristina vaya presa es incre¨ªble", sostiene Kicillof. "La persiguen como revancha. Temen que pueda ser candidata. Claro que hay corrupci¨®n estructural en Argentina. Pero se est¨¢ analizando el 1%, un solo empresario, una sola provincia. Que hagan un auditor¨ªa de todo", reclama Sabatella. Fern¨¢ndez de Kirchner apunta al primo del presidente, Angelo Calcaterra, importante constructor, que fue el tercero que m¨¢s obra p¨²blica recibi¨® durante el kirchnerismo. B¨¢ez, el encarcelado, ocupa la posici¨®n 38. Pero lo que analizan los jueces no es el volumen, sino si logr¨® esos contratos a cambios de sobornos o si era directamente era el testaferro de los Kirchner.
Todos admiten que la imagen de Julio L¨®pez, exresponsable de obra p¨²blica, lanzando en la tapia de un convento maletas con 9 millones de d¨®lares ha hecho mucho da?o al kirchnerismo. Pero insisten en que Fern¨¢ndez de Kirchner no sab¨ªa, no estaba en eso. Y creen que no podr¨¢n probarle nada, a pesar de que los fiscales siguen avanzando con las estrechas vinculaciones entre el empresario L¨¢zaro B¨¢ez, que se llev¨® 16.000 millones de pesos (casi 1.000 millones de d¨®lares) en obras en Santa Cruz, el 80% de lo que se hizo en la provincia matriz del kirchnerismo. Sus fieles la apoyan pase lo que pase, y el ambiente se va calentando. La polic¨ªa se puso nerviosa y carg¨® incluso contra los periodistas y algunos pol¨ªticos en medio de un enorme caos cuando la presidenta trat¨® de acercarse a sus seguidores para saludarles.
La expresidenta convirti¨® as¨ª en un acto pol¨ªtico su obligaci¨®n de presentarse ante el juez federal Juli¨¢n Ercolini, encargado del expediente, y ante quien no contest¨® preguntas. La causa busca determinar si entre 2003 y 2015 los imputados, entre ellos exmiembros del anterior Ejecutivo o el empresario B¨¢ez, integraron una organizaci¨®n "criminal" para "beneficiarse ileg¨ªtimamente" de la adjudicaci¨®n de obra p¨²blica en "consecuente y grave detrimento" de las arcas del Estado.?"Si nosotros ¨¦ramos una asociaci¨®n il¨ªcita, este gobierno es una asociaci¨®n il¨ªcita terrorista, que impone el terror a la gente cuando va al supermercado o cuando le llega la factura de luz o de gas", ironiz¨® ella. La pol¨ªtica argentina vivir¨¢ as¨ª, como casi siempre, pendiente de los tribunales durante los pr¨®ximos meses.
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