La literatura argentina se une contra la caza de brujas a supuestos libros ¡°pornogr¨¢ficos¡± en las escuelas
M¨¢s de 120 escritores realizan una lectura colectiva de ¡®Cometierra¡¯, de Dolores Reyes, y de otras ficciones atacadas por el Gobierno de Milei y grupos conservadores
La batalla por el derecho a leer cobra fuerza en Argentina. Una fundaci¨®n se present¨® ante la justicia para exigir la retirada de las escuelas bonaerenses de cuatro libros que considera pornogr¨¢ficos y el Gobierno de Javier Milei se sum¨® a la campa?a contra la supuesta sexualizaci¨®n de los menores bajo la consigna ¡°?Con los chicos no!¡±. El mundo de la literatura respondi¨® en bloque este s¨¢bado con una lectura multitudinaria de Cometierra, de Dolores Reyes, y de las otras tres ficciones amenazadas por la caza de brujas de las fuerzas conservadoras: Las aventuras de la China Iron, de Gabriela Cabez¨®n C¨¢mara; Las primas, de la fallecida Aurora Venturini; y Si no fueras tan ni?a, de Sol Fantin.
M¨¢s de 120 escritores participaron de la lectura colectiva celebrada en el Teatro Picadero. Situado en un c¨¦ntrico pasaje de Buenos Aires, este teatro fue un s¨ªmbolo de la resistencia cultural a la ¨²ltima dictadura y sufri¨® un atentado de un comando militar con bombas incendiarias en 1981. M¨¢s de cuarenta a?os despu¨¦s, se convierte ahora en epicentro de la defensa de libros atrapados en una guerra cultural y pol¨ªtica.
Una larga fila serpenteaba fuera del teatro antes de las diez de la ma?ana y recib¨ªa con aplausos a los escritores que llegaban. Muchos ten¨ªan a Cometierra en sus manos, el exitoso debut literario de Reyes en 2019 que en la ¨²ltima semana ha escalado hasta el podio de los libros m¨¢s vendidos a ra¨ªz de la pol¨¦mica y volver¨¢ a estar en boca de todos cuando en unos meses se estrene la serie. Tambi¨¦n se ve¨ªan ejemplares de los otros tres libros perseguidos.
Las homenajeadas se emocionaron sobre el escenario por el abrazo simb¨®lico de colegas y lectores en un auditorio estallado. Pasaron frente al micr¨®fono Claudia Pi?eiro, Mart¨ªn Kohan, Liliana Heker, Cristian Alarc¨®n, In¨¦s Garland, Juan Diego Incardona, Katya Adaui, Luciana C¨¢ncer y Cynthia Edul, entre un centenar m¨¢s. Las lecturas se replicaron tambi¨¦n en otras ciudades de Argentina y muchas librer¨ªas mostraron su apoyo al exhibir los libros en sus escaparates. Es el anverso de una campa?a de odio muy virulenta. Reyes ha recibido amenazas, ha visto publicado el domicilio en el que trabaja pidiendo ¡°bala¡± y se han difundido fotos de sus hijos con la leyenda de que su madre es ped¨®fila y/o porn¨®grafa.
¡°Pens¨¦ que me iba a desmayar, fue muy emocionante¡±, dijo Reyes al t¨¦rmino de la lectura colectiva en el Teatro Picadero. ¡°No lo tomo solo como algo personal. Es una defensa por los libros, por la lectura y por la escuela, que es la que forma lectores en este pa¨ªs. Ante tanto ataque nos juntamos y hacemos lo que no hicieron ellos, ponernos a leer¡±, agreg¨®.
Cometierra es el apodo de la protagonista, una adolescente que al tragar tierra puede localizar a ni?as y mujeres desaparecidas. El libro da voz a las v¨ªctimas de feminicidios y a esas familias que las buscan contra viento y marea, a menudo con escasa o nula colaboraci¨®n de la polic¨ªa y la justicia. Es ficci¨®n, pero enraizada en una realidad dolorosa ¡ªen Argentina una mujer es asesinada por violencia machista cada 35 horas, en promedio¡ª que ha convocado a docentes de todo el pa¨ªs para trabajarlo en las aulas. Ese libro de 173 p¨¢ginas, traducido a 15 idiomas, es desprestigiado ahora por un p¨¢rrafo, en el que se describe de forma expl¨ªcita una relaci¨®n sexual consentida.
La primera pol¨¦mica con Cometierra se remonta a 2022, cuando una concejala de la ciudad patag¨®nica de Neuqu¨¦n la calific¨® como ¡°material pornogr¨¢fico¡± a trav¨¦s de las redes sociales y critic¨® su lectura en una escuela secundaria. Fue un caso aislado hasta un mes atr¨¢s: primero se registr¨® una denuncia en Mendoza, en el oeste del pa¨ªs, y despu¨¦s otra en la provincia de Buenos Aires, la m¨¢s poblada de Argentina y gobernada por el peronista Axel Kicillof.
Todo explot¨® cuando la vicepresidenta argentina, Victoria Villarruel, escribi¨® un mensaje en Instagram con dos supuestos p¨¢rrafos de sexo expl¨ªcito de Cometierra. En realidad, el primero de ellos pertenece a Las aventuras de la China Iron. ¡°?Dejen de sexualizar a nuestros chicos¡±, exigi¨® Villarruel tras acusar a Kicillof de ofrecer ¡°degradaci¨®n e inmoralidad¡±. D¨ªas despu¨¦s, Kicillof subi¨® una foto leyendo Cometierra. ¡°Qu¨¦ mejor que un domingo de lluvia para leer buena literatura argentina. Sin censura¡±, dec¨ªa el texto que acompa?aba la imagen.
Denuncia penal
La Fundaci¨®n Natalio Morelli present¨® una denuncia contra el ministro de Educaci¨®n bonaerense, Alberto Sileoni, por los presuntos delitos de corrupci¨®n de menores, difusi¨®n de material pornogr¨¢fico a menores y abuso de autoridad y exigi¨® la retirada de los libros de las escuelas. La denuncia se basa en los cuatro libros citados, que pertenecen a la colecci¨®n Identidades bonaerenses, distribuida a las bibliotecas de los colegios de ense?anza secundaria. ¡°Son libros para la secundaria superior, de 16 a?os en adelante, que llevan una gu¨ªa muy exhaustiva de an¨¢lisis y una inscripci¨®n en la que se aclara que requieren acompa?amiento¡±, responde Sileoni.
Para el ministro de Educaci¨®n bonaerense, la denuncia muestra el avance de grupos conservadores en Argentina, en simult¨¢neo al que se vive en otros pa¨ªses. El objetivo, seg¨²n Sileoni, es desacreditar la educaci¨®n sexual integral y la imagen del gobernador Kicillof. ¡°Estos grupos no son exclusivos de Argentina. Intentan generar cierto temor social y p¨¢nico en los docentes para que no impartan algunos contenidos¡±, asegura.
Estados Unidos lleva la delantera, con m¨¢s de 4.000 libros censurados en 2023, seg¨²n la American Library Association. El Estado m¨¢s reaccionario es el de Florida. All¨ª hay leyes que proh¨ªben tratar la sexualidad, la orientaci¨®n sexual y la raza en las escuelas e infringirlas conlleva penas de prisi¨®n. Frente al riesgo de posibles denuncias, muchas bibliotecas escolares de Florida censuran los libros sobre esas tem¨¢ticas.
Buenos Aires es una de las ciudades con m¨¢s librer¨ªas de todo el mundo y los escritores se llevan las manos a la cabeza de imaginar una regresi¨®n parecida a la de Estados Unidos. ¡°No somos rehenes de ning¨²n r¨¦gimen ni de ninguna campa?a electoralista¡±, se?alaron en la lectura de un manifiesto final. ¡°No se pueden permitir ni la rid¨ªcula ofensiva oscurantista ni la violenta personalizaci¨®n sobre ninguna escritora o escritor para contiendas que no tienen nada que ver con las razones y los objetivos de nuestro trabajo¡±, concluyeron entre aplausos. La respuesta de los lectores ha ido en la misma direcci¨®n: Cometierra es hoy el libro m¨¢s vendido en Argentina.
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