As¨ª son los mapas de distrito que deciden el resultado de las elecciones de Estados Unidos
Analizamos el proceso para dise?ar los distritos electorales
Karl Rove, estratega republicano y asesor de George W. Bush lo explic¨® as¨ª en una columna en 2010: ¡°Aquel que controla el dise?o de los distritos electorales puede controlar el Congreso¡±. El texto, publicado en The Wall Street Journal, anunciaba una estrategia republicana coordinada y ejecutada con la precisi¨®n de un cirujano hasta conseguir que los mapas que ponen l¨ªmites a los distritos electorales ayudasen a los republicanos a lograr m¨¢s esca?os en la C¨¢mara de Representantes.
Seis a?os despu¨¦s, el candidato republicano a la presidencia, Donald Trump, proclama en sus m¨ªtines que el sistema electoral de Estados Unidos est¨¢ ¡°manipulado¡± para favorecer la victoria de la aspirante dem¨®crata, Hillary Clinton. La documentaci¨®n de varios libros y numerosos reportajes de estos ¨²ltimos a?os apuntan, sin embargo, a que los que han jugado con el sistema son principalmente los legisladores del Partido Republicano.
En el eje de esa acusaci¨®n est¨¢ la palabra ¡°gerrymandering¡±, como se conoce despectivamente al proceso de dibujo de los distritos electorales de cada Estado en funci¨®n de los cambios demogr¨¢ficos. Ese redise?o se realiza idealmente cada 10 a?os, coincidiendo con la publicaci¨®n de los datos del censo de poblaci¨®n m¨¢s actualizado ¡ªel ¨²ltimo se hizo en 2010¡ª para reflejar los cambios demogr¨¢ficos en cada Estado. El proceso es competencia de los congresos estatales, salvo en 13 de ellos que delegan la tarea en una comisi¨®n independiente.
El partido que cuente con la mayor¨ªa de legisladores estatales puede redise?ar entonces los distritos, lo que puede favorecer las posibilidades de reelecci¨®n de quienes ya est¨¢n en el poder. La estrategia es sencilla: se buscan oportunidades en las zonas que hayan perdido poblaci¨®n y se dividen aquellas donde haya m¨¢s personas de minor¨ªas raciales o de votantes registrados de un partido concreto para descompensar mayor¨ªas existentes hasta entonces.
¡°Somos la ¨²nica democracia del mundo que permite a los pol¨ªticos dibujar esas l¨ªneas y b¨¢sicamente elegir a sus propios votantes¡±, explic¨® David Daley, autor del libro ¡®Ratf**ked¡±, sobre ¡°la verdadera historia detr¨¢s del plan secreto para robar la democracia estadounidense¡±, en una entrevista con NPR.
El proceso es vigilado de cerca por el partido de la oposici¨®n en cada Estado y, como en el caso de Virginia en 2012, puede quedar resuelto por los tribunales. All¨ª, un juez concluy¨® que el objetivo del nuevo reparto era aglutinar en un solo distrito a los barrios de mayor¨ªa afroamericana, cuya poblaci¨®n suele votar tradicionalmente a los candidatos dem¨®cratas. De haber quedado mezclados con otros barrios de mayor¨ªa blanca, pod¨ªan amenazar la victoria de un republicano.
As¨ª lo explican las cifras: en 2012, a pesar de que los candidatos republicanos a la C¨¢mara de Representantes sumaron el 51% de los votos en Virginia, no consiguieron 6 de los 11 esca?os, sino 8, lo que equivaldr¨ªa ¡ªen un reparto equitativo¡ª a un 73% de votos.
Ese mismo a?o Pensilvania estrenaba nuevos mapas. Los candidatos dem¨®cratas al Congreso lograron 80.000 votos m¨¢s que sus rivales republicanos, pero ¨¦stos consiguieron 13 de los 18 esca?os disponibles. Los nuevos distritos aglutinaban a la mayor¨ªa de votantes registrados con el Partido Dem¨®crata en cinco regiones alrededor de las dos ciudades principales del Estado, Filadelfia y Pittsburgh, y en el resto quedaron los votantes republicanos.
Daley describe el nuevo mapa como ¡°un ant¨ªlope con cuernos desliz¨¢ndose por una ladera con un trineo¡±. El resultado fue el siguiente: los cinco congresistas dem¨®cratas que ganaron en 2012 lograron entre el 60% y el 80% del voto. Si esos electores hubieran estado repartidos equitativamente en otros distritos, todos hubieran sido mucho m¨¢s competitivos y el resultado final reflejar¨ªa la superioridad de 100.000 votos que lograron los dem¨®cratas, que hubieran vencido en m¨¢s de la mitad de los 18 distritos del Estado.
Ohio vivi¨® una historia similar. Obama super¨® a Mitt Romney por un 2% del voto popular, lo que deber¨ªa haberse traducido en una mayor¨ªa de legisladores dem¨®cratas. Sin embargo, los republicanos se hicieron con 12 de los 16 esca?os que se reparten en el Estado. A nivel nacional, el resultado fue muy parecido: los dem¨®cratas lograron 1,3 millones de votos m¨¢s que los republicanos, pero no recuperaron la mayor¨ªa en la C¨¢mara de Representantes, algo que no ocurr¨ªa por primera vez en 40 a?os.
Esta misma semana, el ex fiscal general Eric Holder anunci¨® que los dem¨®cratas ya tienen preparada su respuesta y que contar¨¢n con el apoyo del presidente Obama una vez que haya dejado la Casa Blanca, seg¨²n inform¨® POLITICO. ¡°Los estadounidenses se merecen tener mapas justos que reflejen a nuestras comunidades y necesitamos una estrategia coordinada para hacerlo realidad¡±, asegur¨® Holder al revelar el Comit¨¦ Nacional Dem¨®crata de Redistritaje. ¡°Este esfuerzo sin precedentes garantizar¨¢ que los dem¨®cratas tengan un lugar en la mesa para decidir los nuevos distritos despu¨¦s de 2020¡±.
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