Chiaki Horikoshi, un artista japon¨¦s de ida y vuelta entre Jap¨®n y Espa?a
El cantaor, nombrado comisario de la Cumbre Flamenca en 2012, falleci¨® el pasado lunes en Madrid
¡°As¨ª como el flamenco viaj¨® a Am¨¦rica y regres¨® con milongas, colombianas y guajiras, Jap¨®n le dar¨¢ alg¨²n d¨ªa a Espa?a cantes de ida y vuelta¡±, sol¨ªa decir Chiaki Horikoshi, pintor japon¨¦s fallecido el pasado 31 de octubre en Madrid y que ejerc¨ªa tambi¨¦n de cantaor por considerar el flamenco como una parte inseparable de su arte.
Los tablaos de Tokio y algunas editoriales observan esta semana un minuto de silencio en honor al tambi¨¦n ilustrador de la edici¨®n m¨¢s lujosa de Don Quijote en japon¨¦s, fallecido tras una reca¨ªda de salud mientras realizaba una investigaci¨®n sobre las cuevas de Altamira para la revista de las aerol¨ªneas japonesas All Nippon Airways. Esta publicaci¨®n biling¨¹e, japon¨¦s e ingl¨¦s, llevaba cada mes en la portada una de sus coloridas pinturas con paisajes del mundo.
Horikoshi naci¨® en 1948 y tras licenciarse en la Universidad Nacional de Bellas Artes y M¨²sica de Tokio, recibi¨®, en 1976, una beca del gobierno espa?ol. Viaj¨® por Francia, Inglaterra e Italia antes de escoger la que ser¨ªa su segunda patria. ¡°Italia tambi¨¦n tiene bellas artes, pero no tiene flamenco¡±, dec¨ªa para justificar su elecci¨®n.
"El flamenco hay que saborearlo con los ¨®rganos, como el alcohol", recomendaba Horikoshi
Conoci¨® a los Agujetas y, una noche de copas, Manuel y Juan le cedieron el turno con un inesperado ¡°Y ahora te toca a ti¡±. Cant¨® como le sali¨® y cuando los Agujetas exclamaron ¡°?Qu¨¦ bonito!¡±, ya no hubo marcha atr¨¢s. Juan el Gordo lo nombr¨® su compadre y Manuel lo quiso, a su manera, como a un lejano primo pr¨®digo. En adelante, Horikoshi aboli¨® los discursos de inauguraci¨®n de sus exposiciones y los cambi¨® por unas seguiriyas.
En Tokio su sola presencia impregnaba de jondo el m¨¢s nip¨®n de los ambientes. En la tasca tradicional Daikonya de Asagaya, donde se come con palillos sentado sobre un tatami, el propietario compr¨® una guitarra y la aprendi¨® a tocar para complacer al extravagante comensal que llegaba con su s¨¦quito de cuadros flamencos, cr¨ªticos y escritores. Pregonaba el arte severo y ancestral de los Agujetas y prohib¨ªa a los aficionados japoneses cantar o bailar sin haber viajado a Espa?a y aprender el idioma. ¡°El flamenco hay que saborearlo con los ¨®rganos, como el vino¡±, recomendaba.
El Instituto Cervantes de Tokio lo nombr¨® comisario de la Cumbre Flamenca anual iniciada en 2012 y realiz¨® exposiciones de sus obras que, desde finales del siglo pasado, aunaban la pincelada segura y juguetona de un cal¨ªgrafo socarr¨®n con un colorido mediterr¨¢neo nada extra?o a las paletas de Mir¨® o Matisse.
Para el mundo editorial uno de sus trabajos m¨¢s destacados fue la serie de ilustraciones para Don Quijote de La Mancha en la traducci¨®n del hispanista y amigo juvenil de correr¨ªas Katsuyuki Ogiuchi, y publicada en 2005 por la editorial Shinchosha. Con Ogiuchi recorrieron la ruta del Quijote y uno de los molinos de la serie fue utilizado por el fabricante manchego F¨¦lix Solis en una edici¨®n exclusiva para Jap¨®n de un vino conmemorativo del 400 aniversario de la segunda parte del Quijote.
Para el diario Asahi Shimbun, uno de los de mayor tirada en Jap¨®n, Horikoshi escrib¨ªa la columna ¡°Corresponsal del arte¡± con comentarios elogiosos o mordaces sobre su vida en Espa?a. All¨ª alab¨® las delicias de un escondido restaurante en el Pa¨ªs Vasco o critic¨® una restauraci¨®n del Museo del Prado por haberle dejado las manos a una reina ¡°p¨¢lidas y l¨¢nguidas como calamares secos¡±. En ambos casos, reconoc¨ªa divertido, contribuy¨® a aumentar el turismo nip¨®n a Espa?a.
El gobierno espa?ol lo condecor¨® en septiembre de 2014 y en 2015 la embajada de Espa?a en Tokio acogi¨® una exposici¨®n antol¨®gica que Horikoshi dedic¨® a su pa¨ªs adoptivo con el t¨ªtulo ¡°Mam¨¢ de mis entra?as¡±.
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