Daniel Ortega busca su tercer mandato consecutivo en unas elecciones sin transparencia

En un giro ir¨®nico de la historia, el otrora guerrillero que ayud¨® a derrocar la dictadura somocista, 37 a?os despu¨¦s intenta instaurar una nueva dinast¨ªa familiar en este pa¨ªs centroamericano. La oposici¨®n aglutinada en el Frente Amplio por la Democracia ha llamado a la poblaci¨®n a la abstenci¨®n, mientras una encuesta de la firma Cid Gallup revela que la participaci¨®n en los comicios puede ser la m¨¢s baja (una abstenci¨®n que ronda el 50%) en la historia de la incipiente democracia nicarag¨¹ense, inaugurada en 1990 tras la derrota del sandinismo por la Uni¨®n Nacional Opositora, liderada por Violeta Barrios Chamorro. Desde el oficialismo, sin embargo, aseguran que habr¨¢ una amplia participaci¨®n y que Ortega y su mujer pueden ganar la elecci¨®n con m¨¢s del 75% de los sufragios.

Lo cierto es que nada en Nicaragua denota que este pa¨ªs celebrar¨¢ elecciones el domingo. Con una sociedad pol¨ªticamente fracturada, hasta Ortega se abstuvo de hacer campa?a, consciente tal vez de que las ¨²ltimas decisiones que ha tomado han da?ado su imagen ante una sociedad cansada: el mandatario despoj¨® a la oposici¨®n de una casilla electoral, lo que los dej¨® fuera del proceso; dio un golpe de Estado al Parlamento y destituy¨® a los diputados opositores que cuestionaban sus decisiones y por ¨²ltimo nombr¨® a su mujer como compa?era de f¨®rmula, un hecho que en Nicaragua trae reminiscencias de la dictadura familiar de los Somoza, que durante 47 a?os gobernaron el pa¨ªs con mano dura.

Debido a la fractura abierta por estas decisiones, a la presi¨®n nacional de organizaciones de la sociedad civil y el desprestigio internacional hacia su figura, Ortega busc¨® un acercamiento con la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA), organismo que ¨¦l hab¨ªa criticado fuertemente y a cuyo secretario general, Luis Almagro, pidi¨® la renuncia. Almagro anunci¨® la publicaci¨®n de un informe sobre la situaci¨®n pol¨ªtica en Nicaragua, que present¨® al gobierno y que hasta ahora no se ha hecho p¨²blico. El mandatario sandinista ha accedido a negociar con el diplom¨¢tico uruguayo, que visitar¨¢ el pa¨ªs el 1 de diciembre, un mes despu¨¦s de las elecciones que han sido consideradas como una ¡°farsa¡± por la oposici¨®n y en las que Ortega, a decir de voces cr¨ªticas en Managua, pretende consolidar su modelo de gobierno autocr¨¢tico y familiar, con su mujer, Rosario Murillo, como su vicepresidenta.