La irrupci¨®n de Sanders fuerza un viraje hacia la izquierda
El partido debe combatir la identificaci¨®n de Clinton y ¡®establishment¡¯
La campa?a de Hillary Clinton a la presidencia se dio cuenta desde el principio. La candidata no ilusionaba. No hab¨ªa emoci¨®n en su mensaje. El Partido Dem¨®crata se encog¨ªa de hombros y se resignaba, esa era la opci¨®n natural. La posibilidad de hacer historia con la primera presidenta de EE UU no parec¨ªa suficiente. La emoci¨®n vino de otro sitio. El senador independiente por Vermont, Bernie Sanders, dijo que quer¨ªa sanidad universal, universidades p¨²blicas gratuitas, una financiaci¨®n de la pol¨ªtica que impidiera las grandes donaciones sospechosas, y los ojos de los dem¨®cratas brillaron.
Sanders, autoproclamado socialista, lider¨® desde la nada, sin estructura ni apoyos en el partido, un desaf¨ªo al establishment dem¨®crata, que nadie representa con m¨¢s autoridad que los Clinton. La muy trabajada red de apoyos sobre el terreno en todo el pa¨ªs que Hillary Clinton tiene desde hace 20 a?os, desde los sindicatos hasta los cargos electos, impidi¨® la victoria del senador Sanders. Clinton ten¨ªa el partido controlado, al contrario que los republicanos, sin un proyecto claro cuando Trump los embisti¨®.
En una entrevista con EL PA?S, Sanders explic¨® en una frase el ascenso de Trump, que serv¨ªa tambi¨¦n para ¨¦l: ¡°Am¨¦rica est¨¢ sufriendo y no conf¨ªa en el establishment¡±. Si Clinton lo pas¨® mal en las primarias, si es posible que haya dem¨®cratas que hayan votado por Trump o se hayan quedado en casa a pesar de la amenaza del candidato republicano, es porque ella representa a la clase pol¨ªtica con may¨²sculas, ella es el establishment. Ella es la caricatura que hace una parte de Estados Unidos del pol¨ªtico profesional apoltronado en Washington, desconectado del pa¨ªs y maniobrando para salvar su cargo. No era raro, en las primarias dem¨®cratas, encontrar a gente que votaba por Clinton porque la consideraba una mejor opci¨®n para ganar la Casa Blanca, pero en realidad adoraba a Sanders, que dec¨ªa lo que quer¨ªan o¨ªr.
Clinton tuvo que adaptar su discurso a la izquierda para, al menos, no perder a los que hab¨ªan votado a Sanders. Elev¨® su propuesta de salario m¨ªnimo, hizo m¨¢s concretos sus planes para una sanidad universal, rechaz¨® (como Trump) un acuerdo comercial en el Pac¨ªfico que ella misma hab¨ªa impulsado, puso m¨¢s ¨¦nfasis en programas para aliviar las deudas de los universitarios. Ya como candidata, ha mantenido un delicado equilibrio entre esas posiciones y convencer a independientes y republicanos moderados de que ella es la opci¨®n para frenar a Trump.
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