Nevada pone a la primera hispana en el Senado

La de Catherine Cortez Masto ten¨ªa que haber sido la menor de las victorias feministas, dem¨®cratas e hispanas de la noche electoral de Estados Unidos. Que una latina lograra llegar por primera vez al Senado iba a ser la victoria peque?a, en comparaci¨®n con la celebraci¨®n de la llegada de la primera presidenta a la Casa Blanca, la dem¨®crata Hillary Clinton.

Pero Clinton perdi¨® a manos del republicano Donald Trump, el candidato m¨¢s demonizado por la comunidad hispana del pa¨ªs. Y en su jornada m¨¢s negra, los dem¨®cratas ni siquiera lograron recuperar el Senado. As¨ª que el de Cortez se convirti¨® en el p¨ªrrico consuelo de hispanos e incluso de los dem¨®cratas.

Con su victoria, esta abogada de 52 a?os curtida como fiscal general de Nevada ha logrado al menos mantener azul dem¨®crata el esca?o que durante a?os ocup¨® el influyente Harry Reid, mano derecha del presidente saliente, Barack Obama, en sus m¨²ltiples batallas en el Congreso. Y batallas seguir¨¢ habiendo, sobre todo en el frente hispano ante un nuevo presidente que construy¨® parte de su victoria con promesas de deportar a millones de inmigrantes indocumentados, insultos a muchos m¨¢s y la promesa de construir un muro con M¨¦xico. Cortez es hija de un inmigrante mexicano.

¡°No nos cabe duda de que ser¨¢ una valiente defensora nuestra en los pasillos del Senado¡±, dijo C¨¦sar Blanco, director de la organizaci¨®n Latino Victory Fund, al conocer una de las pocas alegr¨ªas de la jornada para una comunidad hispana que esta vez s¨ª parec¨ªa que iba a poder demostrar su poder en las urnas y frenar la amenaza que muchos latinos ven en Trump.

Adem¨¢s de Cortez, otro hispano que se la jugaba logr¨® este martes la victoria, el senador republicano por Florida Marco Rubio. Junto a ellos continuar¨¢n los senadores por Texas Ted Cruz, tambi¨¦n republicano, y el de Nueva Jersey, el dem¨®crata Bob Men¨¦ndez. Pero los tres son de origen cubano -y ac¨¦rrimos cr¨ªticos de la pol¨ªtica de normalizaci¨®n de relaciones hacia Cuba- y sus prioridades puede que no necesariamente coincidan con las de su primera colega hispana.