Una tragedia para M¨¦xico
Imposible saber cu¨¢ntas de las advertencias de Trump contra M¨¦xico habr¨¢n de concretarse y a qu¨¦ velocidad
Queremos pensar que la decisi¨®n que toma al mundo por sorpresa y provoca consternaci¨®n y nerviosismo a lo largo de todo el planeta, es el resultado de un deseo por el cambio de la mitad de los estadounidenses.
El cuestionamiento en contra de los pol¨ªticos es un fen¨®meno mundial, el impulso al cambio tambi¨¦n. Lo que no est¨¢ claro es el tipo de cambio que pueda ofrecer Trump m¨¢s all¨¢ de su cr¨ªtica obsesiva a lo que a su juicio funciona mal. Una campa?a basada en la cr¨ªtica con tan poco cuidado en ofrecer propuestas es, en muchos sentidos, un salto al vac¨ªo.
Sensaciones de incertidumbre y preocupaci¨®n sacuden las principales capitales del mundo. En M¨¦xico mucho m¨¢s que eso. El temor es puntual y las amenazas son bastante precisas. Han sido explicitadas una y otra vez por el ahora presidente electo virtual. Expulsi¨®n de migrantes, la construcci¨®n del muro y el fin del Tratado de Libre Comercio como lo conocemos, tiene impactos brutales en la vida social, pol¨ªtica y econ¨®mica de M¨¦xico. La devaluaci¨®n del peso en materia de horas es un anticipo de la manera espec¨ªfica y concreta de que lo que el mundo mira con preocupaci¨®n, M¨¦xico tiene que asumir como una tragedia. Un desastre no natural, de consecuencias mucho m¨¢s prolongadas y potencialmente devastadoras.
Desde luego, hay una distancia entre las amenazas de un candidato y las posibilidades reales de un presidente, considerando todos los contrapesos que existen en la sociedad norteamericana. Imposible saber cu¨¢ntas de las advertencias de Trump contra M¨¦xico habr¨¢n de concretarse y a qu¨¦ velocidad. Pero la realidad tambi¨¦n se construye de percepciones. Y lo que acaba de suceder este martes asesta un duro golpe a M¨¦xico y sus posibilidades para salir adelante.
Estoy convencido que el triunfo de Trump y su impreparaci¨®n para gobernar perjudicar¨¢n a Estados Unidos; pero hoy, el gran perdedor es un pa¨ªs que el candidato decidi¨® satanizar. Inseguridad p¨²blica, pobreza, desigualdad, corrupci¨®n: y ahora, Trump. Tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos, dec¨ªan los cl¨¢sicos.
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