El peso se descalabra mientras M¨¦xico ofrece la mano a Trump
Pe?a Nieto al vencedor republicano: ¡°Le reitero la disposici¨®n a trabajar juntos¡±. La divisa entra otra vez en barrena
Cuando M¨¦xico despert¨®, Trump continuaba all¨ª. Pasada la amarga noche electoral estadounidense, el pa¨ªs abri¨® los ojos y, horrorizado por el triunfo del republicano, decidi¨® no dormirse m¨¢s. Todos sus ¨®rganos gubernamentales, incluido el presidente Enrique Pe?a Nieto y sus principales valedores econ¨®micos, han quedado en estado de vigilia y pendientes de Donald Trump. Su capacidad de desestabilizaci¨®n es de tal magnitud, como demuestra la vertiginosa ca¨ªda sufrida por el peso, que en M¨¦xico ya nadie est¨¢ tranquilo. Si el futuro presidente de Estados Unidos, Donald Trump cumple cualquiera de sus amenazas, desde las deportaciones masivas hasta la ruptura del tratado de libre comercio,? la econom¨ªa mexicana entrar¨¢ en un inmenso agujero negro. Un t¨²nel que M¨¦xico ya ha atravesado otras veces.
Pe?a Nieto dio el primer paso. A primera hora, el mandatario abri¨® el arc¨®n de los pa?os calientes y, v¨ªa twitter, lanz¨® un mensaje de concordia. ¡°Conf¨ªo en que M¨¦xico y Estados Unidos seguir¨¢n estrechando sus lazos de cooperaci¨®n y de respeto mutuo. Son amigos, socios y aliados. Le reitero a Donald Trump la disposici¨®n de trabajar juntos a favor de una relaci¨®n bilateral¡±, afirm¨®.
Sus palabras mostraban un doble filo. Aparte del habitual parabi¨¦n al futuro presidente de la naci¨®n m¨¢s poderosa del mundo, supon¨ªan devolver la pelota a quienes le atacaron ferozmente por la visita-bomba de Trump a finales de agosto. Si en aquella ocasi¨®n, Pe?a Nieto? fue vapuleado por su reuni¨®n; ahora, ante el hecho consumado de la victoria del republicano, volv¨ªa a sacar pecho y a indicar el camino a seguir: negociar con el adversario.
Casi a la misma hora en que Pe?a Nieto retomaba su argumentario, el secretario de Hacienda, Jos¨¦ Antonio Meade, y el gobernador del Banco de M¨¦xico, Agust¨ªn Carstens, ampliaban el per¨ªmetro defensivo. La posici¨®n es estrat¨¦gica. Con los mercados internacionales aterrorizados por la victoria del republicano, M¨¦xico vuelve a enfrentarse a un viejo conocido: una debacle del peso. Para conjurar este espectro, Meade enumer¨® las fortalezas de la econom¨ªa mexicana: sus reservas internacionales, su baja inflaci¨®n (en torno al 3%), su previsi¨®n presupuestaria de super¨¢vit primario para 2017 e incluso la nueva hoja de ruta de Pemex, la mastod¨®ntica y deficitaria compa?¨ªa estatal de petr¨®leos. Una exposici¨®n que concluy¨® con una advertencia que son¨® a premonici¨®n: M¨¦xico se mantendr¨¢ ¡°vigilante¡± y tomar¨¢ las medidas necesarias para ¡°evitar movimientos err¨¢ticos del tipo de cambio¡±. En su apoyo, el gobernador del Banco de M¨¦xico, reconocido mundialmente por su rigor, record¨® que har¨¢ ¡°lo que haga falta¡± para mantener la inflaci¨®n estable.
Esa fue la primera reacci¨®n oficial al bombazo electoral estadounidense. Una l¨ªnea marcada por la mano tendida a Trump pero tambi¨¦n por el aviso a los mercados de que el Ejecutivo mexicano est¨¢ dispuesto a responder a cualquier desaf¨ªo. No es misi¨®n f¨¢cil. En la misma exposici¨®n de Meade emergieron los fantasmas pret¨¦ritos. El tequilazo y la pavorosa crisis de los ochenta ocuparon las mentes de muchos cuando oyeron hablar de los ¡°episodios de volatilidad del pasado¡±.
Batir ese miedo va a ser uno de los grandes retos de Pe?a Nieto. Tiene por delante apenas dos a?os de mandato y la tarea es compleja. Los insultos de Trump, su xenofobia vociferante, su capacidad para pisotear a un pueblo entero, han herido como pocas veces el orgullo de los mexicanos. Aunque acostumbrado a sufrir la soberbia de su opulento vecino del norte, M¨¦xico se ha empe?ado durante d¨¦cadas en romper con el maleficio de una historia llena de rencores y construir una relaci¨®n de confianza con Washington.
En este empe?o, mucho m¨¢s que a Latinoam¨¦rica, su mirada se ha dirigido hacia Estados Unidos. No s¨®lo como el destino del 80% de sus exportaciones o de millones de inmigrantes (11% de la poblaci¨®n estadounidenses ya es de origen mexicano), sino como faro de sus anhelos de mejora y democracia.
La respuesta de Trump, esa inmensa patada a un pueblo pobre, pero que jam¨¢s agachar¨¢ la cabeza, amenaza con resucitar los peores demonios. La inestabilidad y el odio en una frontera de 3.142 kil¨®metros, pueden actuar como el detonante de un conflicto de consecuencias funestas. En este punto a nadie se le escapa que a lo largo de estos ¨²ltimos meses el millonario republicano ha captado un enorme y peligroso caudal de voto antimexicano que va a influir en su direcci¨®n pol¨ªtica. El monstruo que ha despertado dif¨ªcilmente volver¨¢ a dormirse si no se encuentra un ant¨ªdoto. Ese ser¨¢, en la relaci¨®n con Estados Unidos, el principal cometido de Pe?a Nieto. Buscar un encaje pol¨ªtico para la poblaci¨®n de origen mexicano y la cooperaci¨®n entre ambos pa¨ªses.
Dif¨ªcil o imposible, el tiempo lo dir¨¢. De momento, la idea generalizada en M¨¦xico es que una vez que Estados Unidos le ha dado la espalda, todo puede ocurrir. En el aire pesa una sombra oscura y triste. La sensaci¨®n de que tras la noche electoral, llega una noche mucho m¨¢s larga.
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