Fern¨¢ndez D¨ªaz desconcert¨® a su hom¨®logo franc¨¦s con la estampa de una santa

La intensa religiosidad del hasta hace unos d¨ªas ministro espa?ol del Interior ha sido una de las huellas de su mandato. Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz dijo contar con la ayuda de un ¨¢ngel de la guarda propio al que llama Marcelo y condecor¨® reiteradamente a la Virgen Mar¨ªa con medallas policiales. Ahora se ha sabido que su proselitismo llegaba mucho m¨¢s lejos. Hasta el punto de asaltar a alguno de sus hom¨®logos europeos con estampitas de santos en plena reuni¨®n de un Consejo de Ministros de Justicia e Interior de la Uni¨®n Europea (UE).

Lo acaba de contar con su habitual y fino sentido del humor el ministro del Interior de la laica Francia, Bernard Cazeneuve. En el oto?o del a?o pasado, los titulares de Justicia e Interior se hab¨ªan reunido en Luxemburgo para tratar uno de los problemas m¨¢s graves de los ¨²ltimos a?os en la UE, originado por la oleada migratoria de aquellas semanas.

En un receso, Fern¨¢ndez D¨ªaz se acerc¨® a Cazenueve, que ha hecho toda su carrera pol¨ªtica en la regi¨®n de Normand¨ªa. ¡°Sac¨® un papel de su bolsillo y me ense?¨® una peque?a foto, muy antigua, y me dijo: `?Conoces a esta persona?? Me qued¨¦ parado¡­ Esa foto antigua¡­Le dije que no, que no la conoc¨ªa¡±.

¡°Esa persona es normanda¡±, dice Cazeneuve que le se?al¨® el espa?ol. ¡°Es Santa Teresa de Lisieux. Dentro de unos d¨ªas ser¨¢ la canonizaci¨®n de sus padres en Roma¡±, le a?adi¨®. El franc¨¦s se sinti¨® pillado en falta. ¡°Soy ministro de culto ¨Cel titular de Interior gestiona en Francia las relaciones con las religiones-, con cargos pol¨ªticos en Normand¨ªa¡­y no ten¨ªa informaci¨®n de esa canonizaci¨®n. ?Y ¨¦l la ten¨ªa!¡±

El ministro Cazeneuve se sinti¨® pillado en fuera de juego al desconocer que dos personas de Normand¨ªa iban a ser canonizadas

Fern¨¢ndez D¨ªaz le propuso entonces viajar juntos a Roma para la canonizaci¨®n, prevista para el 18 de octubre del a?o pasado, porque ese d¨ªa tambi¨¦n ser¨ªa canonizada la espa?ola madre Mar¨ªa de la Pur¨ªsima, fallecida en 1998 en Sevilla tras dirigir durante 22 a?os la Compa?¨ªa de las Hermanas de la Cruz. ¡°All¨ª coincidimos, fui recibido en la embajada espa?ola¡­¡± Eso s¨ª, antes de viajar, Cazeneuve se procur¨® otra imagen de Santa Teresa de Lisieux -¡°una foto parecida a la que hab¨ªa ense?ado Fern¨¢ndez D¨ªaz¡±- para ech¨¢rsela al bolsillo.

Y as¨ª equipado se desplaz¨® a Roma, a donde tambi¨¦n llegaron para ese evento 300 peregrinos desde el departamento normando de Calvados, donde Santa Teresa de Lisieux tiene una bas¨ªlica que es visitada cada a?o por dos millones de personas. Canonizada hace 90 a?os, el a?o pasado lo fueron sus padres gracias a que se les atribuy¨® un milagro: la curaci¨®n de una ni?a espa?ola. Con Fern¨¢ndez D¨ªaz se encontraban tambi¨¦n en la bas¨ªlica de San Pedro un millar de espa?oles.

El relato, entre risas y gestos de incredulidad, lo hizo Cazenueve el pasado martes antes de recibir el premio Di¨¢logo, convocado por la fundaci¨®n del mismo nombre para distinguir a quienes protagonizan la cooperaci¨®n entre Francia y Espa?a. En la embajada espa?ola en Francia, le escuchaban at¨®nitos el jefe del espionaje interior franc¨¦s, Patrick Calvar; el fiscal antiterrorista, Fran?ois Molins, o el prefecto de Par¨ªs, Michel Cadot.

En un pa¨ªs en el que la laicidad es el cuarto valor fundamental de la Rep¨²blica ¨Ctras los de libertad, igualdad y fraternidad-, la exhibici¨®n de todo potencial signo religioso es fuente de conflicto. Desde el velo al burquini pasando por los belenes. El Consejo de Estado acaba de autorizar bajo estrictas condiciones la instalaci¨®n de belenes en edificios p¨²blicos despu¨¦s de que el a?o pasado fueran prohibidos por tribunales administrativos.

Pese a lo extravagante de la an¨¦cdota, el ministro Cazeneuve la cont¨® para abundar en los ejemplos de las buenas relaciones hispano-francesas. De hecho, esa fue la guinda que puso tras hablar de su ¡°excelente amigo¡± ??igo M¨¦ndez de Vigo, ministro de Educaci¨®n y portavoz, o de los ¨¦xitos de las polic¨ªas de ambos pa¨ªses en el desmantelamiento de ETA.

Algunos solo se sintieron aliviados cuando concluy¨® el discurso y qued¨® claro que ni la Guardia Civil ni la polic¨ªa ni los servicios secretos intercambian en sus misiones estampas religiosas. Era una costumbre exclusiva de Fern¨¢ndez D¨ªaz y de su ¨¢ngel Marcelo.