¡®Posverdad¡¯, palabra del a?o

El Diccionario Oxford ha entronizado un neologismo como palabra del a?o y como nueva incorporaci¨®n enciclop¨¦dica. Se trata de la post-truth o de la posverdad, un h¨ªbrido bastante ambiguo cuyo significado ¡°denota circunstancias en que los hechos objetivos influyen menos en la formaci¨®n de la opini¨®n p¨²blica, que los llamamientos a la emoci¨®n y a la creencia personal¡±.

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La era de la pol¨ªtica posverdad

La definici¨®n es una manera de describir el contratiempo y hasta la conmoci¨®n que han supuesto el Brexit o la victoria de Donald Trump. Dos posverdades en la medida en que una y otra noticia han sobrepasado cualquier expectativa ortodoxa o racional, reflejando por a?adidura la miop¨ªa de la clase pol¨ªtica en sus iniciativas plebiscitarias o el escaso predicamento de los medios informativos convencionales en su esfuerzo de sensatez editorial. Es una verdad que Trump ha ganado las elecciones. Y es tambi¨¦n una posverdad o una metaverdad, precisamente porque no se hubiera producido sin las variables de la emoci¨®n, de la creencia o de la superstici¨®n.

Se dir¨ªa que el Diccionario Oxford necesita verbalizar las conmociones pol¨ªticas del a?o. Ninguna tan gruesa como la derrota de Hillary Clinton, aunque la sorpresa ya presentaba los antecedentes de la salida de Reino Unido de la UE o del fracaso del refer¨¦ndum de las FARC en Colombia.

Todos los ejemplos plantean la relevancia de las cuestiones emocionales. Se votaba m¨¢s con las v¨ªsceras y el instinto que con la raz¨®n o la l¨®gica, de tal manera que el Diccionario Oxford considera necesario acu?ar un t¨¦rmino a medida, como el a?o pasado sucedi¨® con el emoji o emoyi, neologismo de fon¨¦tica japonesa, e ideograma a disposici¨®n en el teclado de cualquier m¨®vil inteligente al que se recurre para simplificar un discurso.

La posverdad se antoja una definici¨®n m¨¢s ambiciosa en sus resonancias orwellianas y en el reconocimiento de un hueco sem¨¢ntico que discrimina la verdad revelada de la verdad sentida. La prueba est¨¢ en que la concepci¨®n del neologismo, entre otros argumentos, proviene de un editorial publicado en The Economist que ya insinuaba el desenlace de las elecciones americanas a prop¨®sito de la emoci¨®n . "Donald Trump es el m¨¢ximo exponente de la pol¨ªtica 'posverdad', (...) una confianza en afirmaciones que se 'sienten verdad' pero no se apoyan en la realidad¡±.

Puede sentirse como una verdad que Pedro S¨¢nchez ha sido la v¨ªctima de una conspiraci¨®n del IBEX sin que la realidad lo demuestre, del mismo modo que Mariano Rajoy adquiri¨® la naturaleza eterna del plasma por haberlo utilizado en una ocasi¨®n. La posverdad, por tanto, puede ser una mentira asumida como verdad o incluso una mentira asumida como mentira, pero reforzada como creencia o como hecho compartido en una sociedad.

Estamos en tiempos de posverdades por la proliferaci¨®n de las teor¨ªas de la conspiraci¨®n, aunque el uso regular del t¨¦rmino proviene de un libro que el soci¨®logo norteamericano Ralph Keyes public¨® en 2004: Post-truth. Se refer¨ªa a las apelaciones a la emoci¨®n y a las prolongaciones sentimentales de la realidad, si bien fue un colega y compatriota suyo, Eric Alterman, quien revisti¨® la idea de un valor pol¨ªtico, tomando como ejemplo la manipulaci¨®n que habr¨ªa ejercido la Administraci¨®n Bush a ra¨ªz del trauma del 11-S, precisamente porque una sociedad en situaci¨®n de psicosis iba a resultar mucho m¨¢s sensible y f¨¦rtil a la inoculaci¨®n de posverdades. M¨¢s a¨²n cuando se trataba de restringir libertades o de emprender iniciativas militares, empezando por la posverdad de las armas de destrucci¨®n masiva.

La diferencia, ahora, consiste en que el Diccionario Oxford no sit¨²a la posverdad como un arma a disposici¨®n de la clase pol¨ªtica dominante, sino como un poderos¨ªsimo y descontrolado recurso de los s¨²bditos. Trump y el Brexit ser¨ªan expresiones inequ¨ªvocas de rebeli¨®n al sentido com¨²n.

Ha sido disputada la ¡°victoria¡± del neologismo porque la sociedad editora del Diccionario Oxford hab¨ªa llevado a la fase final hasta nueve t¨¦rminos anglosajones nuevos. Entre ellos, el adulting (comportarse como un adulto en tareas mundanas), el woke (alerta usada en EEUU en referencia a una injusticia social), el latinx (persona de origen latino) y el brexiteer, cuya definici¨®n alude a los partidarios del Brexit.