El misterio de los nav¨ªos holandeses desaparecidos en el mar de Java

En la batalla del Mar de Java, librada en febrero de 1942 entre los Aliados y Jap¨®n, la flota de buques brit¨¢nicos, australianos, estadounidenses y holandeses no consigui¨® defender las Indias Orientales Neerlandesas, actual Indonesia. En menos de un d¨ªa, el almirante holand¨¦s Karel Doorman perdi¨® gran parte de los nav¨ªos en su pugna contra el vicealmirante Takeo Takahi. Doorman se hundi¨® al final con su barco, De Ruyter, y lo mismo ocurri¨® con otras dos naves de su pa¨ªs, Java y Kortenaer. Perecieron casi un millar de soldados holandeses y cerca de 300 tripulantes de origen indonesio. En casos de guerra, el mar se considera una tumba que no se puede profanar, pero Theo Doorman, el hijo del militar fallecido, se ha llevado una triste sorpresa al preparar la conmemoraci¨®n del 75 aniversario de lo ocurrido: los barcos han desaparecido.

Hasta el a?o 2002, el fondo marino de esa zona no se hab¨ªa tocado y un grupo de buzos aficionados dieron con los restos de las naves a unos 70 metros de profundidad, entre las islas de Java y Borneo. A principios de noviembre, Doorman hijo, que tiene ya 81 a?os, se traslad¨® a Bali para seguir la filmaci¨®n submarina de la sepultura paterna. Pero cuando llegaron al punto exacto del hundimiento, las se?ales de localizaci¨®n ac¨²stica del sonar solo devolvieron la grieta que hab¨ªa dejado De Ruyter al precipitarse al fondo. La tragedia del Mar de Java forma parte de la memoria colectiva holandesa, y el Gobierno holand¨¦s quiere investigar lo ocurrido. Puede haber, sin embargo, una explicaci¨®n de ¨ªndole mercantil. Es posible que los barcos hayan sido devueltos a la superficie para venderlos como hierro viejo.

En 1942, los buques de guerra no llevaban armamento nuclear (la primera bomba at¨®mica estalla en Hirosima en 1945) y con 160 metros de eslora, el beneficio es enorme porque no est¨¢n contaminados. Jaap Anten, historiador del mar, ha declarado a la televisi¨®n holandesa que ¡°hay empresas asi¨¢ticas especializadas en recuperar barcos viejos, aunque saben que se trata de monumentos de guerra¡±. La suerte de los nav¨ªos holandeses ¡ªen la batalla tambi¨¦n se hundieron los brit¨¢nicos HMS Exeter y HMS Encounter¡ª ha puesto de relieve un tipo de comercio ilegal que utiliza gr¨²as y explosivos para romperlos y extraer mejor las piezas. Seg¨²n el submarinista noruego Vidar Skoglie, ¡°en estos momentos est¨¢n sacando del mar los barcos brit¨¢nicos HMS Repulse y HMS Prince of Wales, en la costa de Malasia¡±. Skoglie ha descubierto varios de los cementerios marinos de la II Guerra Mundial, y ha se?alado a la prensa holandesa que ¡°todo el proceso es ilegal y lleva a?os efectu¨¢ndose porque es muy dif¨ªcil de evitar desde el punto de vista jur¨ªdico¡±. En su opini¨®n, tambi¨¦n hay firmas involucradas en este negocio en Camboya, China y Vietnam.

La pr¨®xima semana, el primer ministro holand¨¦s, Mark Rutte, viaja a Indonesia en visita comercial. Seg¨²n su servicio de prensa, la suerte de los buques hundidos figura entre las preguntas que piensa formular a su hom¨®logo, el presidente Joko Widodo. Para el hijo el almirante Doorman llega demasiado tarde.